Título para Buemi pese a la jugarreta de Di Grassi

"El año pasado perdí el título por un punto y fue muy difícil de aceptar. Quiero ganar el título y también la carrera". Así de contundente se mostraba Sébastian Buemi tras firmar una estratosférica pole que le ponía la opción de ser campeón en la mano. Sólo debía mantenerse delante de su único rival, Di Grassi, tras un año en el que ha librado un fantástico duelo por el campeonato eléctrico de la FIA.

Sin embargo, el londinense Battersea Park y los miles de aficionados que abarrotaban las zonas de público no esperaban el golpe de teatro que iba a suceder. Semáforo apagado y Buemi mantiene la primera plaza hasta que tras pocos metros Di Grassi se lo llevó por delante, aparentemente de forma alevosa al más puro estilo de la batalla entre Prost y Senna en la F-1 de 1989 y 1990, o pocos años más tarde al intento de Schumacher con Villeneuve que le valió la descalificación del Mundial en 1997. La intencionalidad parece evidente aunque el piloto de ABT lo ve como un lance de carrera. Safety Car y ambos monoplazas al box.

Con esa situación, el campeón era Di Grassi al estar empatados a puntos, victorias y segundas plazas, pero tener un tercero más. Sólo quedaba una opción para Buemi y Renault e.Dams. Preparar el coche como si fuera clasificación y marcar la vuelta rápida de carrera. Eso le otorgaría dos puntos y convertirse en el sucesor de Piquet. Buemi sacó casta y demostró que es un gran piloto, que soporta la presión, que confía en sí mismo y que aunque los elementos se alineen contra él saca partido a su monoplaza. ¿Lo adivinan? Firmó una vuelta insuperable, pese a que Di Grassi se apuntó al intento de lograrla, y con los dos puntos cosechados se llevó el título. La victoria en Londres fue para su compañero Prost con Daniel Abt y Jean-Éric Vergne en el podio.

La segunda temporada de la Fórmula E ya es historia y la tercera se vislumbra en el horizonte con la perspectiva de los rascacielos del skyline de Manhattan ya que Nueva York cerrará el certamen el 29 y 30 de julio de 2017, tras antes hacer 'eléctricas' otras importantes ciudades como Hong Kong, Marrakech, Bruselas o Montreal. En el tercer año de certamen habrá numerosas novedades, y quizá alguna sentida ausencia, que reforzará la oferta de un certamen que crece exponencialmente en entretenimiento, repercusión y apoyo, y que ya ha encontrado su sitio en el automovilismo. Ya solo falta un piloto español en la parrilla. Sucederá pronto.