Alonso, 11º pero pudo ser 6º y pole de Rosberg con Sainz, 8º
Una bandera roja en la Q2 provocada por Hulkenberg, sancionado con 3 puestos al perder una rueda, dejó al español sin poder mejorar. Nico superó a Ricciardo y a los dos Ferrari.
“Aaaaarrrghhh, nooo, noooo”. El grito de Fernando Alonso era el de un campeón que construye grano a grano de arena su montaña de la victoria cuando ve como una pequeña colina que tendría casi terminada se derrumba con un poco de viento. China. Circuito de Shanghai. El asturiano era duodécimo y así se quedó cuando iba a empezar su vuelta buena en la Q2, esa que le debía poner sexto, eso es lo que decían las previsiones de sus ordenadores, o más arriba, lo que hubiera sido un clásico de la casa. Pero entonces Nico Hulkenberg perdió una rueda mal apretada de su Force India, por lo que recibió tres puestos de sanción, y ahí acabó la sesión.
Bandera roja. Y el asturiano y Jenson Button, que ganan un puesto con la penalización de Hulkenberg, se quedaron a las puertas de una Q3 que merecían y que hubiera sido una alegría en las maltrechas tropas de McLaren Honda. Fernando había conseguido ese tiempo con el mismo neumático usado de la Q1 y se preparaba para su vuelta de verdad de este fin de semana, iban a meter la potencia de que dispone su motor Honda de verdad para esos momentos, esa que ahora tienen y el año pasado ni la podían imaginar y soñaba con salir entre los cinco primeros en la parrilla con una costilla rota (o dos…) y después de un gran premio fuera de la pista. Hubiera sido todo un conejo sacado de la chistera. Pero el animal blanco se quedo atrapado en el sombrero. No pudo ser. Y llegó el grito. Y la frustración. Y el silencio de respeto en la sala de prensa, y las miradas asesinas de los veteranos a algún gracioso periodista novato que se rió, le duró una décima de segundo.
Y poco parecía también que podía durar el dominio de Mercedes en la Fórmula 1 después de los últimos entrenamientos que había dominado Ferrari. Pero… llegó el momento de la verdad y, con Lewis Hamilton escuchando rap en la caseta del paddock de Mercedes, le tocó a Nico Rosberg lograr una magnífica pole con más presión que nunca, apareció también por allí el brillante Daniel Ricciardo para devolver a Red Bull al lugar que creen merecer, segundo el australiano, quedó relegado al tercer puesto Kimi Raikkonen con el Ferrari y decepcionó Sebastian Vettel, cuarto final, quizá con algún problema en su coche italiano.
Esperemos a ver que cuenta, que cuentan… Ellos se jugarán la victoria a falta de una remontada que se espera de Hamilton, con neumáticos para regalar tras tener problemas con su motor. Atentos al inglés, puede hacer la carrera de su vida en el circuito en el que perdió el Mundial de 2007, cuando se quedó enganchado, el día que Ron Dennis dijo que corrían contra Alonso. Esos tiempos. Esas cosas que pasaron. También.
Como debe pasar algún día que Carlos Sainz luche por ganar el título. De momento ganar ganó a su compañero de equipo Max Verstappen en la calificación de este circuito de Shanghai. Octavo el madrileño por delante del holandés en este duelo particular que llevan por merecer el puesto de un Daniil Kvyat que se desintegra por momentos. También ellos deben ser protagonistas en la carrera.
Como lo será, aún por mucho tiempo, un asturiano que está más motivado que nunca por volver a ganar, aunque le cueste un universo cargar cada grano de arena de la montaña.