Rossi, al suelo en Austin 560 días después de su última caída

560 si lo quieren en días, uno y medio si lo prefieren en años y 25 para los que cuenten con carreras. Ese es el tiempo que ha transcurrido entre la caída que sufrió Valentino Rossi ayer en el Circuito de las Américas y la última que había tenido en una carrera antes de llegar a Austin, la del GP de Aragón 2014. Una distancia entre fechas considerable que evidencia lo difícil que es ver caerse al heptacampeón de MotoGP cuando se reparten los puntos un domingo.

Cogemos el DeLorean para viajar hasta el 28 de septiembre de hace dos años. Era la decimocuarta carrera de una temporada en la que Marc Márquez venía arrasando y directo a por su segundo título de la categoría reina. Rossi rodaba en la cuarta posición tras el ilerdense, Lorenzo y Pedrosa, y al llegar a la curva 10 en la tercera vuelta se acercó demasiado a la trasera de la Honda de Dani, se salió de la trazada y voló por los aires hacia la grava.

El golpe fue tan fuerte que incluso llegó a perder la consciencia. Tuvo que ser evacuado en camilla y le sometieron a un TAC que no reveló lesiones graves. Un susto que se ha vuelto a repetir en Texas, aunque en una caída mucho menos grave. En Italia 2013 tuvo otro percance al tocarse con Bautista en la salida, pero en sus dos últimos ningún otro piloto tuvo que ver con sus caídas. Con la de Austin, más que el golpe, al 46 le duele ver que Márquez le dobla en puntos en el Mundial.