Hamlin vence en el final más ajustado de la Daytona 500
El piloto de Tampa derrotó en un emocionantísimo desenlace a Truex Jr. en la cita que inicia la Copa Sprint y, de paso, dio el primer triunfo en la prueba a Toyota.
Hay instantes para ganar y momentos para no perder. La Daytona 500, la Super Bowl del motor, es un gran ejemplo. Y es que la cita que abre el calendario de la Copa Sprint, la máxima categoría de la Nascar, dura más de tres horas, 200 vueltas al trióvalo de la mítica cita de Florida. 185 de supervivencia y 15 para atacar (en esta edición esto se redujo a sólo 12) y aspirar al sueño de coronarse. Chase Elliott, el poleman más joven de la historia, lo descubrió ayer. En la vuelta 19 estaba camino de la máquina de refrescos. La gran carrera americana es más una carrera de estrategia que de velocidad. A pesar de que los stock car se acercan a los 340 kilómetros por hora... y les separan escasos centímetros en la pista. Un mínimo fallo y tu carrera, y seguramente la de alguno de los coches que te rodean, será historia.
La experiencia y la veteranía multiplican las posibilidades de forma exponencial. Como ocurrió en la 58ª edición con Denny Hamlin. El piloto de Tampa, al volante del coche 11 de Joe Gibbs, realizó una carrera inteligente. Lideró durante muchas vueltas, 95 nada menos, durante los primeros compases y evitó problemas en el centro del pelotón. Cuando la victoria se estaba jugando, Hamlin realizó una maniobra magistral cerrando el avance de Harvick que iba directo hasta la punta que en ese momento era para Kenseth. Hamlin salió por el sitio indicado y derrotó a Truex Jr. en el final más ajustado de la historia de la mítica cita: 0.011 milésimas. Ni un suspiro. Y, de paso, dio a Toyota el primer triunfo de su historia en la Daytona 500. Mucho que celebrar para el piloto de 35 años.