Lavigne: “Si no hubiera trampas esto no sería el Dakar”
El director del raid garantiza la dureza pese a las bajas de Chile y Perú en una edición en la que cuenta con Marc Coma como director deportivo.
Dijo en la presentación de la carrera que no iba a ser un Dakar "de saldo" pese a las ausencias de Chile y Perú. ¿Lo mantiene?
Sí, no lo va a ser, en absoluto. Va a ser duro, porque esa es siempre nuestra filosofía. Este año hemos empezado a trabajar junto a Marc Coma y cuando nos hemos topado con todos esos problemas, con la renuncia de Chile primero y la de Perú después, hemos sido capaces de reorientarnos y finalmente contamos con un recorrido desafiante, de nueve mil kilómetros, incluidos cinco mil de especiales. Por eso creo firmemente que afrontamos un verdadero Dakar, con el mismo espíritu de las ediciones anteriores.
Pero no sé si renuncias como la de Perú, que llegó a última hora, a finales de verano, pasan factura al corazón de Etienne Lavigne...
(Risas). No solamente al corazón de Etienne Lavigne, también al de Marc Coma. Fue un contratiempo, es cierto, muy importante, porque el recorrido ya estaba definido, pero se ha sabido solucionar. Estamos en cierto modo acostumbrados, porque la cultura de trabajo del Dakar lleva intrínseco que podemos encontrar problemas. En África, por ejemplo, sabíamos que la capacidad de adaptación de nuestro equipo de trabajo era fundamental. Y este año, con mucho entusiasmo, trabajo y rapidez hemos logrado crear este Dakar de catorce etapas, realmente apasionante.
Me nombra África y es lógico que le pregunte por ello. Ustedes se fueron de allí en 2008 por las amenazas terroristas, ¿existe preocupación al respecto en la edición que ahora empieza?
La seguridad del evento Dakar siempre es una prioridad. Trabajamos mucho en la seguridad de la carrera, la seguridad del público, pero este año, obviamente, vamos a contar con un dispositivo de seguridad global aún mayor, porque sabemos que las autoridades de Argentina y Bolivia están trabajando en esta dirección para garantizar la seguridad del evento, incluida, lógicamente, la seguridad contra un ataque terrorista.
Este año hay menos participantes. ¿Se debe únicamente a la ausencia de Chile y Perú, que aportaban muchos pilotos, o a la crisis económica en sí?
A los dos aspectos. Para un equipo, competir en el Dakar sin contar con los patrocinadores de su país, también de la prensa de su país, resulta más complicado. Hay menos pilotos chilenos y peruanos, es cierto, pero la crisis económica afecta a todo el mundo y eso se ha notado también. Aun así, el Dakar sigue siendo el reto más grande del mundo de los raids, con más de 350 vehículos en competición.
Mirando un poco más allá, Perú es la puerta para subir a otros países de Sudamérica o incluso de Centroamérica. ¿Perú y Chile, que han sido protagonistas los últimos años, estarán en el Dakar 2017?
Obviamente lo que ahora nos ocupa es el Dakar 2016, pero hemos creado muchos contactos para restablecer las negociaciones con Perú y con Chile. También viajamos a Uruguay en diciembre para presentar un proyecto vinculado el Dakar. Es temprano para saber el recorrido, pero caminamos para trabajar de nuevo juntos.
¿Y Norteamérica? ¿Hoy por hoy es ciencia ficción organizar un Dakar allí?
Si hablamos de un proyecto en Norteamérica, realmente no es la noticia, no es la actualidad, de momento vamos a seguir trabajando más en el Dakar sudamericano.
Volvamos al Dakar 2016. ¿Cuándo se le pasó por la cabeza que Marc Coma fuera el director deportivo?
Lo pensamos a finales de enero de 2015. Y empezamos los contactos con Marc en febrero. Fue, como si dijéramos, una intuición mía, un impulso mío, el de intentar que Marc cambiara su vida deportiva para integrarse a la organización del Dakar.
Vayamos con una radiografía rápida de la carrera. Coches. ¿El Mundial de rallys se ha pasado al Dakar?
Para nosotros, para un organizador, es fabuloso poder recibir a pilotos de este nivel de excelencia. Estamos ilusionados porque vamos a contar con una competición de coches fantástica, con incertidumbre deportiva seguramente hasta el final. En mi opinión puede haber entre 12 y 15 pilotos capaces de subir al podio en la carrera.
En motos el título de la película podría ser: 'Aquí no hay jefe'.
Exactamente. No lo hay. Por primera vez desde hace diez años nos vamos a encontrar con una carrera muy abierta, porque hay muchos pilotos jóvenes, con ganas, que van a dar el máximo para tratar de ganar el Dakar. Aguardo una pelea muy dura en este cambio generacional, si así lo podemos decir. Asistimos, al igual que ocurre en los coches, a un panorama muy abierto. Seguramente hay ocho o diez pilotos que aspiran a ganar el título.
En camiones, ¿se puede ganar a los rusos?
Seguro, hay más marcas, más pilotos, creo que vamos a disfrutar.
¿Y en quads?
Vuelven los hermanos Patronelli, y ahí están el chileno Casale o el polaco Sonik como grandes rivales a batir. Quizá hay menos pilotos capaces de ganar el Dakar en comparación con las otras categorías, pero obviamente contamos con el mejor nivel mundial de la especialidad.
Pese al cambio de última hora del recorrido, pese a los problemas para armar un reto atractivo, ¿habrá trampas?
Siempre hay trampas, si no las hubiera no sería el Dakar. Y este año hay etapas muy largas, etapas maratón, muchas jornadas de dunas en la segunda semana. Y además vamos a encontrarnos con una meteorología muy adversa, con arena, lluvia, nieve... Hablamos de muchos lugares conocidos, tradicionales del Dakar en Sudamérica, pero entre los dos campamentos hemos hecho el máximo para cambiar la ruta y sorprender a los pilotos.
¿Cómo podemos hacer que el futbolero Mauricio Macri, expresidente de Boca Juniors, quede cautivado por el Dakar?
Se han establecido recientemente esos contactos, porque hace nada que salió elegido presidente, pero estoy seguro de que va a disfrutar.
¿Cómo le vendería el producto Dakar?
Puedo decirle que será un Dakar albiceleste, con más de diez etapas en territorio argentino, incluidas la salida en Buenos Aires y la llegada en Rosario. El presidente va a venir a disfrutar del evento con nosotros. Seguro que se engancha.