Xavi Foj y el reto del Dakar: "Las bromas allí salen caras"
El piloto barcelonés, con el Toyota Land Cruiser y Coopertires como aliados, afronta su 26ª participación en el raid más duro del mundo.
"Este año volvemos al Dakar". Lo dice Xavi Foj, en Madrid, y alguno podría pensar que el año pasado no lo corrió. Pero sí lo hizo y el que arranca el próximo 3 de enero en Buenos Aires supondrá la 26ª participación del piloto barcelonés (Molins de Rei, 5-11-1959). Y no es ese el verdadero éxito que esconde su palmarés, sino el hecho de haber finalizado las últimas once ediciones en el podio de su categoría. "Eso tiene un gran mérito. En el Dakar, el primer objetivo es ganar tu categoría, pero si no se puede, hay que acabar. Siempre que se pueda. Vale la pena intentar llegar, aunque no de cualquier manera. Las bromas salen caras allí", comenta Xavi, de nuevo unido a su Toyota Land Cruiser 150 y a Coopertires, neumáticos y patrocinio sin los que el Dakar sería una quimera.
Foj no pierde la sonrisa. Nunca. Ni siquiera aunque la experiencia de 2015 se convirtiera en un vía crucis con su estreno en la categoría T3 (creada gracias a él por los organizadores). No hubo un día tranquilo en carrera. "En once de las trece etapas tuvimos que estar parados en pista. Al ir detrás, la carrera deportiva desaparece, sólo te queda sobrevivir y no romper el coche. Pero la voluntad de acabar fue más fuerte y llegamos a meta", apunta Xavi, quien detalla que en ese desafío les "faltó tiempo, pruebas y, además, el coche no corría" lo que ellos pensaban.
Vuelve a formar tándem con el argentino Nacho Santamaría. Cuentan ahora con "un coche totalmente nuevo" que se sustenta en tres nuevos pilares: "Hemos reducido algo así como 40 kilos, que no son muchos pero ayudan. Además, disponemos de un nuevo filtro fabricado por Mann que supone un buen avance y tenemos unos nuevos neumáticos, la última generación de Cooper, que se adaptan mejor a un variado tipo de terrenos".
El rival es el mismo, está identificado para Foj: Auto Body. Se cae uno de sus pilotos tradicionales, Mitsuhashi, y Gibon encabeza el potentísimo arsenal de la fábrica japonesa. Pese a ello, Foj está listo para una batalla que ya ganó en 2012 y 2013, cuando se convirtió en campeón del Dakar en T2 (vehículos de serie). Pese a que esa es su lucha, Foj no pierde ojo de lo que será la batalla por el título. Y así la ve: "Hay grandes pilotos y tres coches cada uno con sus características. El Mini actual viene del BMW X5, que luego fue el X3 y dio paso a la primera versión del Mini. Ese coche no se para. El Peugeot, por su parte, estuvo en los tiempos en Marruecos, pero Loeb rompió el turbo y Sainz tuvo problemas. Hay que ver su fiabilidad. Y Toyota ha mejorado, está ahí, ya en tiempos, y cuenta con Al-Rajhi, que aprieta, y De Villiers, que es muy regular, ha sido campeón y no falla".
Ese es el panorama que aguarda en apenas dos semanas. El 3 de enero arranca todo en Buenos Aires, con la meta el 16 en Rosario y el propósito de Foj de superar de nuevo ese tremendo desafío que supone el Dakar, aderezado en esta edición por el fenómeno climatológico El Niño, que puede brindar mucha lluvia y temperaturas muy altas en la segunda semana de carrera. Para ello se ha "preparado a conciencia", dice estar "listo" para el reto. "Hay que prepararse, esto no es ir de excursión", sentencia.