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MotoGP

Jorge Lorenzo sigue dependiendo de sí mismo

El mallorquín ahora está a 14 puntos de Valentino Rossi, tras recortarle nueve en MotorLand, y todavía quedan cien en juego. La próxima cita: el GP de Japón.

Jorge Lorenzo sale reforzado de Alcañiz y el sueño del título se hace más posible.
Javier CebolladaEFE

La victoria de Jorge Lorenzo en MotorLand ha apretado el Mundial de MotoGP. Llegaba a 23 puntos de Valentino Rossi en la clasificación y sale de la cita aragonesa a 14 con 100 en juego. El que perdió casi todas sus opciones, aunque aún no de forma matemática, fue Marc Márquez tras su caída en Alcañiz. Jorge Lorenzo sabe que si gana las cuatro citas que quedan serán campeón haga lo que haga su único rival por el Mundial.

Quedan cuatro grandes premios y, por tanto, cien puntos en juego:

-Japón (11 de octubre)
Un circuito teóricamente Honda, y no sólo porque sea de su propiedad, pero en el que Lorenzo ha rozado la perfección en alguna ocasión, como en 2013. Es muy recordado el duelo que allí mantuvieron en 2009
entre Rossi y Jorge peleando por el tercero, con toques de carenado incluidos, saldados a favor del primero.

-Australia (18 de octubre)
Rossi llegó a pensar que nunca más volvería a ganar en Phillip Island, uno de sus trazados favoritos, pero lo hizo el año pasado al aprovecharse de la caída de Márquez. Es una pista en la que la climatología puede tener influencia y ahí Rossi suele sacar partido, como ya se vio en Silverstone.

-Malaisia (25 de octubre)
Sepang es un circuito muy físico, y no solo por el calor, y Lorenzo se encuentra en un gran estado de forma, probablemente el mejor de su carrera, tal como él mismo dice. Es una pista que, aunque no ha
ganado nunca en ella con la MotoGP, le trae buenos recuerdos, porque allí se coronó por vez primera campeón de la clase reina, en 2010.

-Valencia (8 de noviembre)
Rossi siempre ha reconocido que el Ricardo Tormo no es un circuito de su agrado, más allá de que en 2006 le regalara allí mismo el título a Hayden con una caída con la que nadie contaba. Para Lorenzo no es ni de los favoritos ni de los peores, mezclando en él buenos recuerdos, como la consecución de su primer título de 250cc, con otros peores, como su victoria de 2013 que no evitó el título de Márquez.