Renault comprará Lotus para poder rivalizar con Mercedes
El anuncio, que Autosport adelanta para la próxima semana, permitirá a la marca francesa, con la que Alonso fue campeón, volver a la Fórmula 1.
Seguramente es una noticia que caerá bien dentro del paddock. Porque de concretarse, tal y como apuntan desde la web Autosport, el inminente matrimonio entre Renault y Lotus permitirá a esa nueva escudería un presupuesto similar al de Mercedes o Red Bull, con lo que las fuerzas dentro del Mundial de Fórmula 1 se equilibrarían. Más igualdad, más espectáculo. Se supone.
Lo cierto es que la vuelta de Renault como equipo a la F-1, una vez que se defina la compra de una participación mayoritaria de Lotus (Autosport habla del 65%, unos 90 millones de euros), supone un cambio de escenario. Fue en 2010 cuando Renault, equipo con el que Fernando Alonso conquistó sus dos títulos mundiales (2005 y 2006), dejó la máxima categoría del automovilismo. Sería un compromiso de al menos diez años y Gerard López, copropietario de Lotus a través de Genii Capital, seguiría como accionista con un 25% del grupo, mientras que Alain Prost, embajador de Renault, adquirirá el 10% restante.
Lo que ahora falta por ver es qué dos pilotos se subirían a los monoplazas Renault-Lotus. Romain Grosjean y Pastor Maldonado tienen contrato para 2016 con Lotus, pero el nuevo panorama puede suponer cambios. Enstone, donde está la fábrica de Lotus, será el cuartel general y uno de los puntos candentes será cómo queda el actual trato de motores con Red Bull y Toro Rosso.
Según apuntan desde Autosport, hay tres opciones encima de la mesa: la primera, que Renault respete estos contratos para 2016 junto con los de su propio equipo. Aunque supondría un ingreso adicional, el contrato de Red Bull define que ellos tienen la prioridad; la segunda, que Renault, vinculada con Mercedes en los coches de calle, mantenga la potencia Mercedes un año mientras sus otros contratos expiran; y la tercera, que Renault se centre totalmente en su propio programa, pero, para no causar un perjuicio grave a Red Bull, ayudar a la marca de la bebida energética a encontrar un nuevo proveedor, y es ahí donde podría entrar Mercedes.