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DEBATE SOBRE LA SEGURIDAD EN LAS SALIDAS

Ángel Viladoms: "En las salidas lo hemos probado todo"

“Se puede dar una vuelta de tuerca, pero si en 500 metros se ponen a 200 km/h... es una barbaridad”, dice el presidente de la RFME.

Madrid
Viladoms recalca los riesgos del motociclismo.
RFME

—¿Tienen clara la razón del terrible accidente?

—Parece ser que la moto de Dani (Rivas) pierde potencia, él levanta la mano y cuando están todos acelerando, él está desacelerando con la mala fortuna de que un piloto que viene detrás se lo lleva por delante. Se puede dar el caso de que mire hacia delante o que, según mire el cuentarrevoluciones para cambiar rápidamente, no vea al piloto y choque. Hablamos de milésimas de segundo, y la fatalidad a veces ocurre. Y en este caso yo, que no soy de los que estaría de acuerdo con el Circuito de Laguna Seca, no tengo nada que decir, porque todo se debe al infortunio, a la mala suerte, a la desgracia... se alinearon unos astros esta vez para hacernos daño.

—¿Desde la RFME consideran correcto el protocolo de seguridad seguido en Laguna Seca?

—Podríamos preguntarnos, ¿en un campeonato AMA hubieran tenido helicóptero?, ¿hubieran dispuesto de tantos medios? Probablemente no, pero aquí los tenían por su categoría de Mundial de SBK. Y en eso, somos y son muy exigentes.

—El motociclismo es riesgo, pero siempre subyace la duda de si este tipo de accidentes en una salida son inevitables.

—Lo hemos probado todo. En estos casos es cuestión de visibilidad; normalmente, cuando un piloto levanta la mano, los dos que están detrás de él lo ven y lo esquivan, el que no lo ve es el tercero. Porque los dos que estaban delante lo estaban tapando. Y voy a recordar que hace años incluso llegó a haber cinco pilotos en la misma línea de parrilla. Luego bajamos a cuatro, a tres y así estamos. ¿Qué sucede? Que al bajar a tres, tienes la ventaja de que lo ves desde más lejos, pero cuando no lo ves, es mucho peor. ¿Por qué? Porque se distancian cada vez más, con lo que el que arrancó desde la fila 10, cuando los primeros van a 200 km/h, él va a 230 km/h. Porque, con la aceleración que tienen las motos, se llega mucho más fuerte, es el llamado efecto látigo.

—¿Nada se puede hacer?

—Lo primero que hay que aceptar es que es un deporte de riesgo y a veces no valoramos cómo se la juegan, cuando todos ellos lo saben. Y todos los que conocemos este mundo somos igualmente conscientes, Es, no sé cómo decir, como la montaña, lo amamos. Y desafortunadamente pasamos estos momentos tan dolorosos.

—¿Alguna lección aprendida?

—De todos los accidentes se aprende, no duden que vamos a sentarnos para intentar mejorar. Pero podemos pasar de cuatro pilotos por línea de parrilla a tres, a dos o a los que sean, pero el momento de la salida siempre es complicado. Y en la moto, como dicen los anuncios de la DGT, el chasis somos nosotros. Es un deporte de riesgo y obviamente intentaremos mejorar. Pero es complicado. Se puede dar una vuelta de tuerca y hacer cambios, pero cuando en 500 metros se ponen a 200 km/h... es una barbaridad.