Webber y Fernando Alonso se toman con humor la sanción

El episodio de la vuelta de honor del GP de Singapur sigue coleando en el mundo de la Fórmula 1. Mark Webber, después de que un coche igual de azul que el que había arrasado en Marina Bay le dejara tirado a dos minutos de la meta, tuvo que cruzar la pista con el brazo en alto como cualquier autoestopista para volver al box subido en el F138 de Fernando Alonso. Se saldó con una reprimenda para taxista y pasajero, era la primera para el asturiano pero Webber sumaba ya tres en todo el año, lo que conlleva una sanción de diez plazas en la siguiente parrilla.

Al parecer, lo que menos gustó al expiloto Derek Warwick, comisario de la prueba, fue la carrera de Webber por el asfalto antes de subirse al Ferrari y la parada del monoplaza en medio de una curva por la que pasaron los dos Mercedes a muy poca distancia. "Si se hubiera hecho de un modo más seguro lo habríamos visto de otra forma, pero fue peligroso. No puedes aparcar el coche en mitad de una curva", reconoció Warwick al 'Daily Telegraph', añadiendo que no quieren parecer unos "aguafiestas", pero que no pueden "poner en peligro a pilotos".

Regañinas y sanciones aparte, los dos implicados se lo han tomado con humor. Alonso colgó en su 'Twitter' un montaje sobre el cartel de la película 'Taxi' con su cara, la de Webber y la leyenda: "Uno averiado... el otro pasaba por allí". Por su parte, el australiano prefirió recordar con un collage en la misma red social a otros pilotos de F-1 que se han visto obligados a viajar de paquete tras sufrir algún tipo de avería. Ilustres, entre otros: Piquet, Senna, Mansell, Barrichello, Schumacher, Hakkinen, Alonso... y el propio Derek Warwick subido al Ferrari de Gerhard Berger, en el año 1988. "C'est la vie", escribía con ironía Mark Webber.