Epsilon Euskadi, todo un gran sueño de la Fórmula 1 al juzgado

El sueño de Joan Villadelprat era llevar a un equipo español a la Fórmula 1. Para conseguirlo puso en marcha el proyecto de Epsilon Euskadi, incluyendo unas faraónicas instalaciones el Parque de Miñano, en Álava. Optó a una de las plazas convocadas cuando la parrilla de los grandes premios creció en tres escuderías, pero finalmente fue para otro proyecto español, el de Hispania (más adelante HRT).

Aquello supuso un serio varapalo a la viabilidad de Epsilon y la crisis financiera terminó por dar la puntilla a la idea de Villadelprat. En marzo de 2012 se vio obligado a solicitar un concurso de acreedores, con el fin de liquidar la empresa y satisfacer en la medida de lo posible las deudas contraídas hasta ese momento.

Sin embargo, según ha revelado recientemente el diario 'El Correo', la Fiscalía de Álava ha iniciado un proceso judicial contra Villadelprat y uno de sus socios, Phil Payne, por un presunto delito de alzamiento de bienes. La denuncia se basa en la venta que el catalán realizó del departamento de competición de Epsilon a la sociedad EPIC Racing, propiedad de Payne entre otros socios, sólo pocos días antes de solicitar el preconcurso de acreedores. El Gobierno vasco (que intervenía en el proceso después de haber concedido al proyecto créditos y subvenciones por valor de unos cincuenta millones de euros) ya había desestimado previamente esta solución, pero el gerente de Epsilon no lo tuvo en consideración y procedió a su traspaso a esta empresa creada un mes antes y por un precio muy inferior al que se había tasado (200.000 euros frente a 1,1 millones).

Según la Fiscalía, la maniobra podría suponer un alzamiento de bienes, un delito tipificado en el artículo 257 del Código Penal y castigado con penas de prisión de uno a cuatro años. Ahora Villadelprat (al que AS ha intentado localizar sin éxito para conocer su versión de los hechos) tendrá que explicar las condiciones de esta operación ante la Justicia.

Con todo, será el lamentable punto y final a un proyecto que nació con unas pretensiones muy por encima de la realidad para la que estaba concebido, tanto en lo económico como en lo deportivo.