Pol Espargaró confirma que es el gran favorito al campeonato

Pol Espargaró lo tiene muy claro. Desde que acabó el pasado Mundial, el de su subcampeonato, sabe que éste debe ser su año en Moto2. Todo apunta a que una MotoGP puede estar esperándole a partir de 2014 y no tiene ya tiempo que perder en la consecución de ese título que le haga acreedor de ella definitivamente.

Por eso es el favorito al título de la categoría media y acepta el reto con confianza y normalidad, no le asusta y se siente preparado para afrontarlo. Y en Losail, en el primer compromiso del año, lo ha demostrado sin medias tintas, excusas o concesiones. Se cayó el sábado, pero hizo la pole; en la carrera, el inicio parecía complicado, pero se repuso hasta anotarse un triunfo que suena a reivindicación. 'Aquí estoy yo y quien quiera ganarme se lo va a tener que currar', parece decir el catalán sin complejos.

Y eso que la carrera empezó con Nakagami desatado. El japonés, pese a no hacer la pole, se había mostrado muy fuerte durante todo el fin de semana en Qatar y arrancó como un auténtico misil. A su rueda se enganchó un invitado inesperado y que se iba a convertir también en protagonista. Y es que Redding superó a Pol y fue así como el español pasó en la competición de la pole a la tercera posición.

En la novena vuelta, el británico tomó el mando con una pasada a saco al japonés, que a partir de ese instante aseguró sufrir problemas de vibraciones en su moto. Por ese motivo o por cualquier otro, lo cierto es que en la siguiente vuelta fue Espargaró quien también le superó, lanzándose entonces a la caza del líder provisional. Dos sectores del circuito eran mejores para Redding, los otros dos para Pol. Pero décima a décima, el piloto del Team Pons se aproximó hasta su rival para rebasarle a falta de cinco vueltas para acabar la carrera.

Parecía que lo más difícil podía estar hecho, pero el enemigo era de esos que no se rinden fácilmente, sobre todo en un día como ayer, cuando creía que el triunfo estaba, por fin, al alcance de su mano. Y fue así como Redding no permitió a Pol escaparse e incluso tuvo un intento de adelantamiento que pudo acabar con ambos por los suelos...

Pero Espargaró aguantó y a su contrincante no le quedó más remedio que asumir que no le tocaba ganar a alguien con tantas ganas y con tanto talento. Fue la segunda victoria española en una jornada que ya apuntaba a inolvidable.