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La intrahistoria

Los nervios de Casey Stoner viajan ahora en coche

El piloto australiano se estrena este año en su nueva vida deportiva, el V8 Supercars, el Nacional de Turismos Australiano, algo así como un DTM en las antípodas.

Stoner no ocultó su alegría al presentar el Holden Commodore que pilotará.
Getty

Luce feliz de cuclillas junto a su Holden Commodore. Nos gustaría saber si su sonrisa sería mayor de estar en Sepang, rodando entre motos, pero seguramente Casey Stoner no soltaría prenda aunque le preguntáramos. El australiano se estrena este año en su nueva vida deportiva, el V8 Supercars, el Nacional de Turismos Australiano, algo así como un DTM en las antípodas. ¿Nervios? Todos y más, a tenor de lo que el propio bicampeón mundial de MotoGP (2007 y 2011) reconoce a sólo unas horas de buscar los límites al volante de un coche en la Clipsal 500 Adelaida. "Tendré más nervios, eso seguro, que cuando subí a la categoría de MotoGP. Pero estoy muy motivado", aclara.

El aterrizaje de Stoner en el campeonato ha quitado los focos de atención sobre James Courtney o Jamie Whincup, vigente campeón del certamen, pero hoy día no hay pastor que maneje a su antojo el redil del trending topic. "Hay expectación y estoy motivado, lógico. Esto es algo diferente para mí. Cuando das el salto a una categoría superior, normalmente lo haces a otra competición sobre dos ruedas, no se trata de algo tremendo, pero pasar de un deporte de dos a cuatro ruedas es algo que no había hecho antes. Es muy extraño para mí, no es algo que haga de una forma natural, pero quiero salir ahí y disfrutar. Para eso me animé a dar este paso", precisa el expiloto de Honda.

Muchos creen que la V8 Supercars sólo es un capricho más de Casey, pero quienes le conocen saben que no se trata de un pasatiempo. "Soy muy competitivo", anuncia él, como una cantinela, y eso basta para saber que aquí también, como en el Mundial de motos, intentará dar el 110%. Por lo pronto, la información deportiva de los telediarios australianos vuelve a contar con Stoner como protagonista.

Sólo hay una cosa evidente: hace tiempo que no veíamos en Stoner una sonrisa tan clara y abierta como la que ha mostrado al desvelar su coche para la V8 Supercars, con el patrocinio de Red Bull dando alas a quien ya las tiene. Ahí no hay trampa. Es feliz, da igual que el vértigo llegue sobre dos o cuatro ruedas.