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Fórmula 1 | GP de España

Alonso ya está aquí

El español de Ferrari terminó segundo tras el venezolano Pastor Maldonado en Montmeló y es colíder del Mundial empatado a puntos con Vettel. Kimi Raikkonen fue tercero y debacle del resto de favoritos.

<b>A HOMBROS. </b>Alonso y Raikkonen alzaron en el podio a Maldonado como sorprendente ganador del GP de España.
afp

"Hazme otra tío". Gerard Piqué, alto como un espárrago, gorra de béisbol y barba de varios días, posa junto al Ferrari de Alonso. La primera foto que le ha hecho Pedro, su compañero en el Barcelona no le debió gustar. Se hace dos. Pero el canario se queda sin foto, los campeones de fútbol se llevan un recuerdo del chico que hizo visible la F-1. Entre ellos se hacen felices y nos hacen felices a todos. Mientras, el asturiano regresa al lugar de la parrilla desde el que debe salir en busca de un milagro. No conoce a nadie en esos momentos. Mira al frente y sólo hacía delante el bicampeón español. La primera curva le martillea la mente. Ahí está la carrera, piensa.

Y sus planes se cumplen como precisión de metrónomo. Maldonado arranca delante, intenta echar al español hacia la hierba, casi junto al muro, Fernando roza esa zona, se sale de la pista pero aguanta con el pie pegado al acelerador, con las manos en el volante como si en ello le fuera la vida. Sale primero de la primera curva. Como se esperaba.

Como debía ser, como manda su talento y su clase. Ahí estaba la victoria. El podio... al menos. Después de ese adelantamiento, el jefe de Ferrari, no, no me refiero a Domenicali, se dedicó a ir lo más rápido posible intentando alejarse de Maldonado. Pero el venezolano le seguía como su sombra. Cerca, muy cerca. Así iban las cosas hasta la primera parada, cuando Fernando salió con casi cuatro segundos de ventaja sobre el de Williams.

Parecía que otra vez los de Ferrari iban a acertar en la estrategia. Parecía... En la segunda parada todo cambió. Alonso se quedó unas vueltas más que Maldonado, se vio perjudicado, también, por un despistado Charles Pic que intentaba mantener su coche en pista e ignoró las banderas azules. Un par de segundos, quizá, tres... quizá lo suficiente para que sucediera lo que iba a pasar después.

Alonso se acercaba y tras la última parada iba como un diablo rojo camino de esa victoria que llevaba impresa en los ojos antes de la carrera. Dos segundos, uno, seis décimas, a medio segundo llegó a estar el campeón español del venezolano. Persecución de película que terminó cuando los neumáticos del coche número cinco comenzaron a cansarse de estar en el asfalto. Maldonado, con aire limpio por delante y más respetuoso con las gomas en los instantes iniciales de su stint, conservó una posición con la que no podía soñar hace apenas unos meses. Pastor, después de ganar GP2 llegó a Williams el pasado año gracias al petróleo de Venezuela, pero algo más debía tener.

En 2011, con un monoplaza muy pobre, apenas logró un punto, pero este año Sir Frank llegó a un acuerdo con Renault y la alianza imbatible volvió. Primera victoria para Maldonado. Regreso al podio para Alonso y Ferrari. El coche rojo ha mejorado, sí, pero no tanto. Alonso dobló a Massa. Entre otros. Porque Vettel terminó sexto, Rosberg, séptimo, Hamilton, volando desde el último puesto y una estrategia a dos paradas, octavo...

La cosa es que Alonso esta aquí de nuevo. La victoria hubiera sido lo que habría hecho volar a la afición, pero es colíder empatado con Vettel y ahora todo empieza de nuevo. Ya piensa en Mónaco, lo tiene en la mirada, como la primera curva de Montmeló...