Fórmula 1 | La intrahistoria
De Villota vivió la fatídica tarde de Zolder
Emilio de Villota llegó al GP de Bélgica 82 en Zolder con el sueño de calificar para carrera el March Ford 19. No lo logró, pero el enfado dejó paso a la tristeza. Gilles Villeneuve fallecía tras su accidente con Mass, que llevaba el mismo coche del español. De Villota recuerda con AS esa fatídica tarde: "Fue un día muy triste, yo estaba en boxes cuando regresó Mass del accidente, porque sí volvió, y estaba consternado y destrozado. La muerte de Gilles fue una locura desde el punto de vista de los sentimientos en el paddock. Era una persona muy admirada y querida y su pérdida fue difícil de aceptar".
El expiloto no duda de lo ocurrido: "Si hubo un culpable fueron los neumáticos de clasificación", y no olvida al 'Aviador', al que define: "Se distinguía por su coraje, era jovial y apasionado. Era el piloto en estado puro. Para él no había más que Ferrari, su familia y su trabajo. Vivía con su mujer y su hijo en un 'motorhome' en Maranello. Sus facultades eran extraordinarias y dominaba el sentido del riesgo. Sólo podría compararlo con Senna, Rindt, Peterson o Clark. La tecnología y la aerodinámica han ensombrecido las facultades y ahora cuesta ver el talento salvo en lluvia o condiciones especiales. Posiblemente Alonso tenga algo del espíritu de Gilles, tiene un coco que no es normal".