Victoria y lección de pilotaje de Sainz Jr.

Cuando empieza a llover, la figura de Senna se eleva sobre el asfalto". Esta frase la oí tras el GP de Europa de 1993 y resumía el talento y las excepcionales manos del, posiblemente, mejor piloto en mojado de la historia de la F-1. El genial brasileño demostró que según van cayendo gotas de agua la importancia mecánica pierde valor ante la valentía, el riesgo, la anticipación y la inspiración. En resumen, ante el talento puro. Por eso, si un piloto es bueno bajo la lluvia casi seguro lo será también en cualquier otra condición.

Ayer, en Monza (Italia), un madrileño de 17 años, Carlos Sainz Jr., dio una auténtica exhibición en la Fórmula 3 Británica. Primero, de inteligencia al no arriesgar más de la cuenta y conformarse con un octavo lugar cuando no tenía nada más que rascar tras salir décimo. Y después, en la carrera que cerraba el meeting, con una clase práctica de pilotaje en lluvia. El fuerte aguacero obligó a dar la salida tras el safety car y el español, que salía en pole, tardó en ganar la carrera unos instantes. Sabía que nadie podía acercarse a su ritmo y como un martillo golpeó vuelta tras vuelta para sacar al final 16.711 al puertorriqueño Serrallés y 27.424 al británico Lynn... en 19 vueltas.

"Ha sido un fin de semana de los que no se olvidan. En la primera carrera no se veía nada, había mucha agua y no te podías ni acercar al coche que te precedía. En la última he tenido muy buen ritmo y aunque no he tomado muchos riesgos iba muy rápido. Me he sentido muy cómodo con el coche y estoy feliz con estos resultados, pero hay que ir carrera a carrera, quedan 24 por delante, y debo seguir aprendiendo y acondicionándome al Fórmula 3", afirmaba satisfecho el madrileño.

El piloto de Carlin, novato en el campeonato, ya ha enseñado sus armas y tras dos pruebas es líder con 74 puntos, por los 66 de Serrallés y los 65 del malayo Jaafar. La próxima cita, 12 y 13 de mayo en el circuito urbano de Pau (Francia).