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Fórmula 1 | GP de Singapur

Sebastian Vettel a un punto de la gloria

Novena victoria de la temporada para el piloto alemán de Red Bull, que será campeón dentro de dos semanas en Japón. Alonso acabó cuarto con un Ferrari muy pobre y Button es ahora segundo del Mundial.

<b>EL GRAN PROTAGONISTA. </b>Vettel celebró la victoria en Singapur y tiene el título en el bolsillo.
afp

Eran las doce y veinticuatro minutos de la noche cuando Fernando Alonso, camiseta roja, gorra hacia atrás, como los escaladores de antes, gesto serio y cuerpo ligeramente arqueado, como si llevara una pesada carga, pasaba por delante de cientos de fotógrafos camino de la salida del circuito. Se escuchan algunos clic, salta algún flash. Pocos. Esta vez esperan a otro. En unos minutos inmortalizarán la celebración de Red Bull, de Sebastian Vettel, por su novena victoria de la temporada, porque ahora ya sí se puede decir que es el nuevo bicampeón del mundo. Ayer ganó en Singapur de principio a fin saliendo desde la pole, porque está demostrando que puede ocupar un hueco en ese lugar de la historia donde viven los mejores.

Mientras el alemán posaba para ruidos que se repetían a cada pulsación en las cámaras, Alonso ya estaba en el hotel con sus amigos. Quizá a ellos les diga la verdad, lo que realmente se siente después de llevar un coche más allá del límite para terminar cuarto, lo que pasa después de dejarse la vida en el intento de subir por cuarta vez consecutiva a un podio imposible. Él, un ganador, uno de esos grandes. Como Vettel.

Hace seis años, un día como ayer, en Brasil, este asturiano universal gritaba al cielo brasileño el ¡tomaaa! más desgarrador y famoso de la historia del deporte español. Primer título vestido de azul. Aquel día, mientras el añorado Flavio Briatore pedía tranquilidad en el muro con el corazón desbocado, aun estaba en la pista el primero de los Red Bull, Christian Klien, que terminó sexto en su mejor resultado de la primera temporada de la escudería energética. Aquel año, un niño alemán se llevaba el título al mejor debutante en las F3 Euroseries que ganó otro genio, Lewis Hamilton, y probó por primera vez un Fórmula 1. Ahora, seis años más tarde, la relación de fuerzas ha cambiado, los hombres de Mateschitz mandan en la mayor competición automovilística del planeta y aquel Sebastian Vettel niño, aunque lo sigue pareciendo, está a punto de proclamarse como el bicampeón del mundo más joven de siempre.

Le falta un punto. Jenson Button, ese piloto que está ganando más prestigio en sus dos años en McLaren que con su título de Brawn en 2009, demostró una vez más que es el mejor cuando los neumáticos se desgastan, su pilotaje fino y delicado de violinista en el tejado le sirve para llegar más allá, donde otros sueñan. Terminó segundo, a 1,7 del campeón. Es el único del resto que conserva opciones. Imposibles, eso sí. A Vettel le vale con un punto para ser campeón en Japón, Jenson tendría que ganar todas las carreras y que el pequeño germano no puntuase en ninguna...

La carrera de ayer sólo fue de detalles que pasaban por detrás mientras el número uno de Red Bull ganaba el campeonato. Una salida impresionante de Alonso, una vez más, un choque de Michael Schumacher, esta vez en modo piloto de otra época, unos cuantos adelantamientos de Hamilton... Poco más en la noche de Singapur, donde brilla la sonrisa de empollón travieso de un alemán que vive tranquilo en la victoria.