Motociclismo | GP de España - 250cc
Otra avería priva a Bautista del triunfo
Se lo iba a jugar con Simoncelli en la última vuelta, pero se le rompió una biela que detuvo su Aprilia y ambos chocaron. Ganó Mika Kallio
Todo estaba listo para que el piloto con el dorsal 19 lograra la victoria española número 19 en Jerez, pero surgió cuando nadie se lo esperaba la incómoda compañía de Simoncelli, primero, y una avería en su Aprilia durante la última vuelta, después, que provocó su caída y la del italiano. Tal dorsal corresponde a Bautista, el mismo que parece gafado en este principio de campeonato, porque ya en el GP de Qatar un neumático trasero defectuoso le privó de optar a otro triunfo cuando rodaba en cabeza.
Ni Bautista ni Simoncelli partían desde la primera fila, pero sólo en tres vueltas ya rodaban primero y segundo. La batalla fue psicológica durante los primeros compases, a base de vuelta rápida de uno replicada inmediatamente por una vuelta rápida del otro. Lo cierto es que dada la fama de alocado que persigue a Marco, daba miedo verle tan encima de Álvaro. Al menos un par de veces tuvo que abrir su trazada para no comérselo y a cuatro vueltas del final, en plena recta, la rueda trasera de Simoncelli se rozó con la delantera de Bautista. No se cayeron de milagro y, a decir verdad, mejor que el destino reservara su caída conjunta para cuando vino, porque en la recta se hubieran hecho mucho daño a 240 km/h.
El arrastrón llegó en la última vuelta, mientras rodaban por la cuarta curva, sin nombre, la anterior a Sito Pons. De repente, Simoncelli se echó encima de Bautista, tocándose y revolcándose por el suelo. En un principio, desde Aspar hasta el último de los aficionados presentes criminalizó a Simoncelli, pero los pilotos aclararon después que el toque fue fruto de una avería en la Aprilia del español. Se le rompió una biela y se le gripó la moto, quedándose parado en medio de la trazada. El de Talavera lloró de rabia y se disculpó con su rival.
Simoncelli aceptó las disculpas a la vez que lloraba desconsolado y abrazado a Bautista le repetía varias veces: "Che bella gara!" (¡Que bella carrera!). Por cierto, la victoria se la encontró Kallio, que rodaba lejos, pero tercero, y el podio Pasini y Takahashi. El lunar negro lo puso Debón, que tras pasarse y repasarse varias veces con Barberá, perdió con él la quinta posición y se fue a buscarle a su box de manera barriobajera, insultándole y dándole un leve cabezazo intimidatorio.