Alonso y Dennis se verán en una semana

Hemos sufrido algunos problemas, que todo el mundo conoce, dentro y fuera de la pista, pero amamos este deporte, hemos logrado algunas victorias importantes y, si volviera a repetirse, volveríamos a tomar las mismas decisiones". Esto es lo que dijo Ron Dennis en la fiesta del equipo posterior al GP de Brasil. Ante los ojipláticos representantes de los patrocinadores, no hubo ni la más mínima autocrítica. El dueño de McLaren piensa seguir con la misma mentalidad que le ha llevado al fracaso más absoluto esta temporada. Y ésa es una de las razones que aleja cada día más a Fernando Alonso de continuar en su actual equipo.

"Son muchas las cosas que tendrían que cambiar en la escudería", comenta el piloto asturiano. Hay más razones que le motivan a huir de McLaren, pese a que se trata de un coche ganador. Sobre todo personales, aunque resulta intolerable la desigualdad de trato también mecánico que se ha encontrado en su escudería. La próxima semana el ovetense se enfrenta a una semana decisiva. Desde el lunes estará en Inglaterra y tendrá allí una reunión clave con Dennis. No está determinada la fecha. Podría celebrarse el martes o el jueves. El próximo miércoles tiene un evento publicitario en Goodwood. Puede ser el último con su actual escudería.

El problema de marcharse es que no se va a encontrar, en ningún caso, un coche ganador. Renault, Toyota y Williams esperan ansiosos su decisión. Ninguna de ellas es una alternativa perfecta, y Fernando tendría que decantarse por aquélla que le deje más libre para poder terminar algún día (2009) en Ferrari. Por desgracia, el equipo italiano está cerrado para 2008. Deportivamente su ex escudería sería en teoría la mejor, pero el presidente Ghosn está empeñado en las tres temporadas. El equipo japonés tiene muchísimos medios, y le ofrece sin problemas sólo una campaña con opción a dos, aunque tendría que mejorar mucho en su organización interna.

Con Dennis atornillado al frente de las Flechas de Plata, la estrella española le hará saber de nuevo todas sus quejas y pondrá sobre la mesa su intención de marcharse. Si se hace caso a las quejas del dueño inglés, debería liberarle de inmediato como mucho en seis días. Así Alonso se marcharía de vacaciones tranquilo. Pero también puede tener la tentación de alargar la agonía hasta diciembre, para atar a algunos patrocinadores para el año que viene. Lo que sí parece complicado es que, en caso de marcharse, el ovetense pueda probar ya en diciembre con su nuevo equipo. Deberá esperar hasta enero. Sería un retraso muy perjudicial para las posibilidades del asturiano.