Mejores momentos en The Game Awards: rivalidad con los Óscar y una maquinilla de afeitar andante

Cada edición de The Game Awards nos ha guardado una sorpresa a todos los niveles. Los premios por un lado, las grandes World Premiere por otro… hay mucho salseo en las más de tres horas que dura el evento. Pero lo que sin duda sirve de combustible para seguir viéndolo son los momentos inesperados, que a veces forman parte de un guion, mientras que otras ocurren por la magia del directo. Hemos visto de todo desde sus inicios en 2014. Para abrir el apetito ante lo que está por llegar en la madrugada del 7 al 8 de diciembre, repasamos algunos de los mejores que se han visto sobre el escenario.

Fuck the Oscars, el mensaje de un antiguo cineasta a la industria

The Game Awards 2017. Josef Fares, desconocido por aquel momento entre el gran público, salía junto a Geoff Keighley para presentar su próximo trabajo. Tras Brothers: A Tale of Two Sons, su estudio se dirigía hacia A Way Out en su empeño por exprimir el potencial del videojuego cooperativo. El gameplay fue lo de menos: él mismo se hizo sombra con un discurso que ya ha pasado a la historia de la gala. Su “fuck the Oscars” y el alegato en pos del entretenimiento interactivo caló para siempre entre los jugadores. Curioso mensaje de un tipo que precisamente nación creativamente en la industria del cine.

Las microtransacciones se cuelan en los ganadores

El 2017 fue sin duda un año de emociones para todos los públicos. Creednos si os decimos que todavía tenemos momentos top que recordar. Uno de ellos se encuentra sobre estas líneas. El actor Zachary Levi fue el elegido para entregar el premio a mejor juego de acción del curso, que se lo llevó Wolfenstein 2: The New Colossus. Para conocer al ganador hizo un gesto realmente gracioso. Sacó una tarjeta de crédito de su bolsillo y rompió la pegatina del sobre. Entre risas comentaba que para saber el ganador había que pagar una microtransacción. El meme sigue vivo.

Kratos puso a prueba nuestra paciencia

La última edición estuvo cargada de situaciones delirantes. La primera y más evidente, con permiso del polizón que se coló junto a Hidetaka Miyazaki, fue el intérprete de Kratos. Cristopher Judge recogió de manos de Al Pacino el premio a la mejor interpretación por su trabajo en God of War: Ragnarök. Para él fue un momento muy especial, tanto es así que se encargó de dar un discurso sin guion durante algo más de 8 minutos ininterrumpidos. En Europa nos cogió de madrugada; una interrupción así te manda directo a la cama.

Pearl Jam, Future Days y el sello de The Last of Us Parte 2

El 2020 fue un año duro para todos. La época fuerte de la pandemia cambió por completo nuestras vidas. Juegos de tanto impacto como The Last of Us Parte 2 aparecieron entonces como una distracción potente de lo que ocurría al otro lado de nuestra ventana. Por ello, la interpretación de Future Days por parte de Eddie Vedder, el rostro principal de Pearl Jam, supo diferente. La canción iba más allá de los recuerdos en cascada de Joel, Ellie y cía: era un canto de esperanza a que podíamos salir de aquellos malos momentos. Y pudimos.

Xbox Series X y el salto a la next gen

Microsoft depositó su confianza en Geoff Keighley para mostrar al mundo el primer vistazo a la sucesora de Xbox One. Antes de The Game Awards 2019 la conocíamos como Project Scarlett, pero tras ella ya le pusimos nombre y rostro: Xbox Series X. La consola tomaba un diseño vertical y compacto. Para demostrar su capacidad, el equipo desveló Senua’s Saga: Hellblade 2 como principal caballo de batalla en los primeros momentos de generación. Por las cosas del destino, estamos en 2023 y todavía no tiene fecha de lanzamiento.

El “tío de la flauta” en la orquesta

En 2022 surgió un meme en internet importante. En la orquesta que repasaba los títulos a juego del año había un músico que lo dio todo por la interpretación. En la parte de Xenoblade Chronicles 3 tomaba protagonismo al tocar la flauta característica de su banda sonora. Sus aspavientos y su graciosa manera de moverse le hicieron ganarse el cariño del público.

La maquinilla de afeitar del futuro

Todo hay que decirlo: los anunciantes que aparecen en The Game Awards han ido mejorando conforme han pasado las ediciones. En 2016 llegamos al pico de cringe con el Hydrobot de Schick, una maquinilla de afeitar que apareció entre el público como un asistente más. Eso derivó en un guiño a Mortal Kombat que no sabemos muy bien cómo describir…

Cuando Geoff anunció el bloqueo de Konami a Kojima en la gala…

Si por algún casual no conoces la historia, debes saber que la relación entre Konami e Hideo Kojima no terminó precisamente de la mejor manera. Durante la fase final del desarrollo de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, ambas partes decidieron romper su colaboración a la fuerza. Esto tuvo como consecuencia que Kojima no pudiera participar en la promoción de su último trabajo. Geoff Keighley, en la edición de 2015, salió a la palestra a confirmar el bloqueo por parte de la editora (Konami) a la intervención del creativo en el evento. Por ello, no pudo recoger su premio a icono de la industria. Stefanie Joosten cogió el micrófono en solitario para dar presencia a un juego que ya no contaba con el abrigo de su creador.

…y su regreso triunfal un año después

“En los últimos años he presenciado de primera mano este punto de inflexión en su vida. Es una de las personas con más principios, leal y ética que he conocido nunca. Estoy tan honrado de poder llamarte amigo por encima de todo, Hideo”, decía Keighley en su discurso de introducción a Kojima un año después. El japonés pudo ir hasta Los Ángeles en 2016 para recoger el premio, ahora ya desligado completamente de Konami y bajo el paraguas de su nuevo estudio: Kojima Productions. El rostro emocionado del productor y presentador lo dice todo.

Regginator en escena

Los más jóvenes no conocerán demasiado la figura de Reggie Fils-Aimé. Durante 13 años fue el presidente de Nintendo of América, un puesto que le permitió ser una de las grandes figuras de la compañía en todo el planeta. El ejecutivo mostraba una imagen fresca del típico hombre de negocios. Era un tío que sabía de videojuegos, que abrazaba la cultura pop y reconocía a internet como el principal medio de comunicación de las nuevas generaciones. Uno de sus primeros memes fue durante la presentación de Wii Sports Resort. En una tanda de minijuegos, al ganar dijo “¡por eso me llaman el Regginator!”. Su imagen como Terminator fue un momento que quiso volver a revivir en 2019, ya retirado de su labor en Nintendo.

Norman Redus y un bebé en el lugar menos esperado

Debemos confesar que todavía se nos escapa alguna carcajada al recordar el gran momento de Death Stranding en The Game Awards. En 2017 Geoff logró mostrar al público un extenso tráiler del primer trabajo de Hideo Kojima tras dejar la saga Metal Gear Solid. Ver a Norman Redus con un traje futurista era lo más normal de todo el vídeo. Los entes invisibles atosigando a una patrulla, la gravedad cero… y el gran momento de la noche: un bebé en el esófago del actor. Ver ese tráiler durante la madrugada en directo fue todo un espectáculo. Nadie se lo podía creer.

El emotivo homenaje a Satoru Iwata

“En mi tarjeta soy presidente ejecutivo de Nintendo. En mi cabeza soy un desarrollador de videojuegos, pero en mi corazón soy un jugador”. El 11 de julio de 2015 se apagaba la luz de Satoru Iwata. El entrañable presidente de Nintendo durante buena parte de inicios de Siglo XXI se ganó un hueco en los corazones de los jugadores. Es parte de la historia de la empresa desde todos los departamentos que tuvo que recorrer en su trayectoria. Su fallecimiento no pasó inadvertido para la gala, que le homenajeó en un precioso momento que puedes rememorar a partir del minuto 52:14 del siguiente vídeo.

Un mensaje a Bill Clinton se cuela en el GOTY a Elden Ring

En las últimas galas producidas por Geoff Keighley se ha visto una brecha sensible. Entre Hidetaka Miyazaki y su equipo, que se encontraban agradeciendo el GOTY a Elden Ring, aparecía un joven que se comportaba de una manera extraña. Al terminar las intervenciones agarró el micro para “agradecer este premio al reformado rabino ortodoxo Bill Clinton”. Un mensaje que fue aparado en cuestión de segundos cuando la seguridad se dio cuenta de que algo no iba bien.

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