Análisis de CoD Modern Warfare 3, el colmo de la saga Call of Duty

CoD Modern Warfare 3 parece el típico chiste sobre cuál es el colmo de las distintas profesiones. Es como si Activision se hubiese hecho un roast a sí misma. ¿La gente se queja de la duración del modo historia? Pues hacemos la campaña más corta de toda la saga. ¿Dicen que reciclamos assets de una entrega a otra? Pues no creamos un solo mapa multijugador y usamos los del Modern Warfare 2 de 2009. ¿A nadie le convence la idea de meter los juegos en el mismo launcher que Warzone? Pues insistimos e introducimos el modo battle royale a la fuerza en el singleplayer y los zombies. Sí, definitivamente, Modern Warfare 3 es el colmo de Call of Duty.

Una de las peores campañas de la historia de la saga

En la campaña no profundizaremos mucho más de lo que ya hiciéramos en su respectivo texto, el análisis del modo historia de Modern Warfare 3. Resumiremos sus problemas en que dura tres horas, su trama deja todo en el aire y se compone de niveles que, en vez de ofrecer las trepidantes secuencias de acción de siempre, nos proponen tirar de sigilo en mapas abiertos y plagados de soldados con IA tramposa. No se siente como el chute de adrenalina que esperábamos, sino como un pastiche experimental. No se siente como la campaña de un Call of Duty, sino como una partida de Warzone. Armas de colorinchis repartidas por el escenario, perks y placas de blindaje, vehículos insulsos… Juego o DLC, esa es la cuestión.

Un modo zombies para los que no les gustan los zombies

Con el modo zombis ocurre exactamente lo mismo que con el modo campaña. En vez de lo de siempre (es decir, un mapa de diseño y ambientación brillantes, laberíntico y pensado al detalle), Modern Warfare 3 nos planta un escenario descartado de Warzone y nos lanza a grindear desafíos genéricos en él y a luchar contra toda clase de amenazas en espacios abiertos. A veces zombies, sí, pero muchas otras los vampiros de Redfall o las mutaciones de GTFO. Lejos quedan las partidas cortas y desafiantes en plan arcade. Se acabaron las estrategias para sobrevivir más. Tiene más de MMO que de modo horda / oleadas.

Es verdad que tiene una ingente cantidad de contenido y que hay momentos en los que el número de enemigos impresiona (durante los rescates o las batallas finales), pero más que un modo zombies, Modern Warfare 3 ofrece un cooperativo como el del primer Dead Island, es decir uno donde no importa tanto lo que se hace, sino con quién se hace. Si quieres partidas largas y relajadas en las que repetir siempre las mismas mecánicas monótonas, lo que te permite centrarte en chatear con tus amigos y ponerles al día de tus cosas, genial. En cuanto vas solo y buscas algo directo y con chicha, date por perdido. Es una experiencia radicalmente distinta y como fans de Der Riese, Kino der Toten y compañía, nos declaramos decepcionados.

Lo más importante, lo único salvable

Y llegamos al multijugador, lo único rescatable de esta entrega. Siendo el componente más importante de todo Call of Duty, casi que salva el resto de la experiencia. Casi. Empecemos por lo bueno. Al César lo que es del César. Aunque por ahora los 16 mapas de CoD Modern Warfare 3 son los mismos del Modern Warfare 2 original, el de 2009, hay más en camino y hemos de reconocer que el ejercicio de nostalgia funciona. El lavado de cara es más que aceptable y siguen siendo tan variados en lo visual como dinámicos en lo jugable. Su diseño era, es y será siempre buenísimo, por lo que da gusto volver a ellos.

A nivel jugable lo mismo. La saga lleva varias entregas levantando el pie del acelerador y librándose de exotrajes, ganchos y superpoderes. Desde lo ocurrido con Black Ops 4 se ha buscado recuperar la velocidad de movimientos y la respuesta a los mandos de toda la vida, pero no ha sido hasta la presente entrega que se ha dado con la clave. Ni tan pesada como los últimos ni tan vertiginosa como los de hace un lustro. Nos permite calibrar y desplegar una gran variedad de estilos de juego. La experiencia con las armas es buena, el time to kill más que correcto, no hay excesivos explosivos, los puntos de respawn están siendo vigilados... Hasta han vuelto los lobbies y la votación de mapa. Todo parece augurar un gran futuro.

Ha perdido lo que hizo grande a los Call of Duty

Entonces llegamos al menú y a los nuevos sistemas de desbloqueo y emparejamiento. Al ver ambos cabe preguntarse cómo es posible que se haya perdido por el camino el gran aliciente de la saga. Porque no nos engañemos, Call of Duty siempre destacó sobre sus rivales por lo accesible y directo que era. Cualquiera podía introducir la cabeza en su universo con un par de horas. Era intuitivo, fácil. Hasta el tonto del pueblo sabía consultar su ratio de bajas y muertes en los marcadores, ponerse un inhibidor de UAV como habilidad y comprobar qué desafíos tenía que hacer para sacarse la skin dorada. Ahora hay explicaciones infinitas y una interfaz engorrosa y fea en la que es imposible encontrar nada.

Cambiar los complementos de nuestro arma es como operar a corazón abierto y para dejarnos consultar nuestros progresos, al juego sólo le falta exigirnos la clave PIN. Eso por no hablar del nuevo y calamitoso sistema de desbloqueos (que nos empuja al grindeo), o de un sistema de emparejamiento insatisfactorio que tiende a buscar rivales por encima de nuestro nivel y del ratio k/d de la partida anterior. Es decir que la experiencia en general funciona, pero lo hace a base de reciclar y volver a los básicos, metiendo la pata cada vez que innova.