Shiki, el anime de terror que lo tiene todo: muertes memorables, vampiros, dilemas morales...

Ya lo decíamos en nuestra recomendación de Uzumaki (el manga que traumatizó al mundo) y de Agujero negro (el cómic capaz de transmitir enfermedades). A los seremos humanos nos obsesiona la muerte, el peligro y lo paranormal, lo grotesco. Por eso pisamos el freno al pasar junto a un accidente de tráfico, para echar un vistazo rápido, y por eso aunque nos tapamos la cara con las manos al ver una película de terror, también nos empeñamos en seguir mirando a través de los dedos. En el mundo del manga y del anime, Junji Ito es el rey a la hora de generar esa repulsiva fascinación que nos obliga a pasar una página más y a ver otro episodio, pero no es el único. Ryo Fujisaki es otro de los grandes nombres del género y lleva más de 15 años publicando historias de miedo en la revista Jump Square de la editorial Shueisha. Y la mejor forma de conocerle es a través de Shiki, el anime que adapta su obra tan bien como para darnos pesadillas durante una buena temporada.

Shiki nos lleva a un pequeño pueblo de poco más de mil habitantes donde un caluroso verano empiezan a producirse un sinfín de muertes de lo más extraño. El doctor Toshio Ozaki será el encargado de buscar respuesta a las mismas y para ello tendrá que mirar más allá de la ciencia y la medicina. Como no tardará en comprobar, los muertos también regresan para atormentar a los vivos y no lo hacen como zombies ni fantasmas, sino como shikis, una nueva entidad sobrenatural que parece relacionada con lo misteriosos dueños de la mansión del pueblo, recién llegados a la región. Con reminiscencias a Twin Peaks, la serie clava la incertidumbre, el miedo y la desesperación que se va apoderando poco a poco de los habitantes de la zona, planteando cuestiones morales, filosóficas y sorprendentemente dramáticas viendo el tono adolescente del resto del conjunto.

Pero sin duda, la gran atracción de Shiki son las muertes de sus personajes. Un catálogo de lo más amplio y gore que roza lo excesivo. Pasaremos de preguntarnos quién será el siguiente en caer a cuestionar si acaso alguien va a sobrevivir. Y aún viendo cada episodio por ellas, aún estando a la expectativa, a menudo son capaces de sorprenderte y pillarte con la guardia baja, siendo de lo más imaginativas. Pero lejos de caer en lo desternillante, en lo paródico, lo tétrico y cuidado de su oscura ambientación las vuelve de lo más crudas y expone que si seguimos mirando es por el morbo de la matanza. Además gozamos de un buen número de personajes con los que es fácil empatizar y cuidados al detalle. Son decenas de ellos y hasta los secundarios cuentan con su propia historia y momento de lucimiento. Vienes por las muertes y te quedas por los personajes y por esa banda sonora memorable, capaz de erizarnos la piel sólo con recordarla.

Shiki es un anime la mar de recomendable y con el que, eso sí, hay que tener algo de paciencia, pues al principio resultará lento y confuso a muchos espectadores. Pero superada la barrera inicial, la ambientación, la música, los dilemas morales, las muertes, los personajes, los giros de guion... en definitiva hay tanto por lo que quedarse a disfrutar que bien merece la pena. Una serie cortita y distinta de las que da gusto descubrir y recomendar.

¿Por qué verlo?