Uzumaki, de Junji Ito: el manga que traumatizó al mundo
Nuestra recomendación del día es Uzumaki, una de las principales obras de Junji Ito, el mangaka que dio forma de espiral a nuestras peores pesadillas.
De pequeños, cuando éramos niños y veíamos La momia, la película de Brendan Fraser y Rachel Weisz, siempre nos asustaba cierta secuencia en la que un montón de escarabajos perseguían a los protagonistas. Sentíamos una mezcla de terror y asco que nos obligaba a desviar la mirada y taparnos los ojos con una mano. Y aún así, perdimos la cuenta de las veces que vimos dicha película. Fueron muchas, muchísimas. Nos encantaba. Y sobre todo nos encantaba esa escena. Había un morbo imperante en ella, en esos vistazos fugaces que echábamos a través de nuestro improvisado antifaz. Era como si observáramos algo prohibido desde la rendija de un escondite, algo vetado, y como si los escarabajos fueran a venir a por nosotros en caso de descubrirnos. Aterrador, divertidísimo.
Todo el mundo tiene un recuerdo del estilo. Hasta el más inocente de nosotros pisa ligeramente el freno cuando va conduciendo y pasa junto a un accidente de tráfico. Miramos con el rabillo del ojo entre ambulancias y coches de policía. ¿Quién no recuerda la historia de sus cicatrices y alardea en cada cena de aquella vez en la que casi tuvo un susto? Los seres humanos somos así. La muerte, el peligro y lo paranormal son como espirales que nos hipnotizan, que nos cautivan y fascinan. No las queremos mirar, pero al mismo tiempo no podemos dejar de hacerlo. Y nadie comprende esto mejor que Junji Ito.
Uzumaki es uno de los mangas de relatos de terror más repulsivos que nos hayamos echado a la cara. A todas luces demasiado explícito, la mayoría de sus historias obligan a tragar saliva antes de pasar determinadas páginas. Cuenta con un buen número de viñetas de las que exigen mirar hacia otro lado, parpadear muy despacio y soltar un “os-tras” que nos insufle las fuerzas necesarias para poder continuar. En sus páginas se narra el día a día de Kurouzu, un pequeño pueblo costero de Japón que está rodeado por la niebla y maldito por las espirales. En sus calles, el viento forma remolinos con esa forma, las nubes y los tallos de las flores cobran el mismo aspecto y la gente se peina tratando de imitar esa silueta. Las hélices, vueltas de caracol, roscas, tornillos y bucles lo invaden todo.
A partir de una premisa tan irreverente y en principio inofensiva, Kurouzu y sus habitantes se van volviendo cada vez más tétricos y siniestros. Es un lugar que, espirales al margen, sólo produce dos cosas: vómitos y pesadillas. En nosotros, claro. Y aunque sus protagonistas parecen idiotas por no salir huyendo de semejante lugar, donde ocurren acontecimientos que traumatizarían a cualquiera, empatizamos mucho con ellos. El novio de la protagonista, por ejemplo, asegura que el pueblo le produce náuseas y sin embargo no hace amago de marcharse. Nosotros sentimos exactamente lo mismo por Uzumaki. Sabemos que está dando forma a terribles ideas que poblarán nuestros sueños de ahora en adelante. Sabemos que está ampliando el imaginario de monstruos que intuimos tras el armario o debajo de la cama. Pero aún así, no podemos parar de leer. Porque nunca hemos visto nada igual. Nada nada tan oscuro y repulsivo. Nada tan genial. Uzumaki es una obra maestra del género y nuestra recomendación de hoy. No hemos querido revelaro mucho para no estropear sus momentos y sorpresas, pero ojalá vosotros también tengáis la suerte de ser maldecidos por las espirales.
Por qué leerlo
Dónde encontrarlo
En cualquier librería (física u online) con sección de cómic y manga. El tomo integral de tapa dura ronda los 25 euros.