Sega demuestra con Sonic X Shadow Generations que ni se arrepiente de su pasado ni debería hacerlo

Sonic X Shadow Generations ya está aquí, y para quien escribe estas líneas resulta un enorme homenaje a la trayectoria y legado de Sonic the Hedgehog. Esta franquicia de Sega y el Sonic Team ha estado repleta de luces y sombras desde su dura transición a las tres dimensiones. El nuevo título del erizo azul merece reconocimiento por atreverse a hacer algo que otros no harían: mirar con orgullo al pasado y abrazarlo, incluidos sus fallos.

Sonic X Shadow Generations sirve para recordar con cariño el accidentado pasado de Sonic

La llegada de Sonic X Shadow Generations es una muy buena noticia para los fans de Sonic. Es un título que, aunque no es perfecto, tiene el mimo suficiente como para representar un homenaje con garantías del enorme legado de la franquicia.

A grandes rasgos, estamos ante un dos por uno: un remaster 4K del Sonic Generations de 2011 y Shadow Generations, un juego completamente nuevo en el que manejamos al gran rival de Sonic. Este personaje no protagonizaba un título desde Shadow the Hedgehog (2005), considerado uno de los peores videojuegos de la saga.

Shadow Generations es el complemento perfecto para Sonic Generations: no solo añade varios niveles extra al conjunto que quedaron “olvidados” en el original, sino que extiende el homenaje hasta la época más reciente de la franquicia, siendo Sonic Frontiers (2022) el título principal más cercano a la actualidad antes de Sonic X Shadow Generations. Esta nueva aventura de Shadow no solo profundiza en el legado de la saga, sino que también explora el universo de Sonic con nuevo lore e interacciones entre personajes inéditas hasta ahora.

Pese a lo polémico de la figura de Shadow como personaje, especialmente como un intento descarado de apelar a las audiencias más juveniles y macarras, Sega ha sido consciente del gran cariño que le tienen los fans. Especialmente de aquellos que apostaron con él en su momento comprando el videojuego que protagonizó aunque no se adhiriese a los estándares de calidad que se le presuponían a la saga.

Considero que Shadow Generations es una nueva redención tanto para la franquicia como para el personaje, en sentido literal y figurado. Una merecida recompensa para todos aquellos que nunca dejaron de creer en él, y un recordatorio de que el Sonic Team ha aprendido de sus errores. Algo muy apropiado en una historia que va de segundas oportunidades y avanzar aprendiendo de los errores del pasado, teniendo cierto toque de metanarrativa.

En definitiva, retomar un gran clásico del pasado como Sonic Generations, aprovechar para darle un lavado de cara y además lanzar Shadow Generations como complemento es una muy buena jugada que denota buenas intenciones por parte de sus responsables. Veremos qué le depara el futuro tanto a Sonic como a Shadow.

La apuesta nostálgica de Sonic X Shadow Generations, una opción tan arriesgada como valiente para Sega

El enfoque nostálgico que ofrece Sonic X Shadow Generations es digno de elogio. Lo sencillo habría sido hacer la táctica del avestruz, jugar al trilero con los usuarios y hacer como que ciertos títulos nunca existieron debido a su recepción extraordinariamente negativa. Esto es precisamente lo que hizo Sega cuando retiró de las tiendas las ediciones físicas de Sonic the Hedgehog (2006) en 2010, si bien es cierto que ha estado disponible para su compra en formato digital en Xbox 360 hasta el cierre de su tienda en 2024.

Dado que el Sonic Generations original fue lanzado en 2011 e incluía un nivel que homenajeaba al Sonic de 2006 —Crisis City—, parece sensato pensar que Sega se arrepintió de este intento de sepultar su pasado solo un año después.

Como comento más arriba, los dos títulos más problemáticos referenciados tanto en Sonic Generations como en Shadow Generations son dos en particular: Shadow the Hedgehog (2005) y Sonic the Hedgehog (2006).

No pretendo hacer aquí un revisionismo de la historia: como videojuegos eran simple y llanamente malos por factores como un desarrollo confuso, elementos de la trama problemáticos como Sonic teniendo un romance con una humana (no, no es broma) y una gran cantidad de bugs, lo que los convirtió en grandes decepciones dentro de la franquicia, y un blanco fácil para burlas y todo tipo de memes.

Pero insisto: es digno de elogio no solo que Sega los recuerde, sino que además los homenajee. Otra compañía habría optado por barrerlos debajo de la alfombra, pero reconocer su influencia y detalles concretos de sus tramas en títulos del presente es positivo por dos razones principales: por un lado respetan a los fans a los que estos videojuegos sí les gustaron, y por otra parte también respetan la inteligencia de sus seguidores no ocultando deliberadamente una época no demasiado buena para la franquicia.

Títulos como este Sonic X Shadow Generations, Sonic Origins Plus o Sonic Mania demuestran que el erizo azul y sus amigos todavía tienen mucho que ofrecer al panorama actual de los videojuegos. Con Sonic X Shadow Generations, Sega demuestra que ha aprendido de su pasado, no para ignorarlo, sino para celebrarlo y trabajar para mejorarlo, y eso hace que los fans podamos mirar el futuro de la saga con optimismo.