¿A qué juego hoy?
Owlboy, una aventura de más de 10 años de desarrollo
Auténtica magia 2D en un viaje repleto de propuestas, grandes jefes finales y unos gráficos brillantes en su estilo.
Aunque la tecnología evoluciona y los procesos de desarrollo deberían haberse vuelto más cortos, la realidad es que cada vez cuesta más crear un juego de alto calibre como God of War Ragnarök, Elden Ring o The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. Los desarrolladores independientes también tienen que pasar por esos procesos aunque sus juegos sean más simples, pero sus recursos limitados hacen que se eternicen o incluso cancelen. Es es el caso de Owlboy.
Un desarrollo largo pero muy cuidado
D-Pad estuvo casi 10 años desarrollando un juego que los fans llevaron esperando desde su mismo anuncio. La premisa de Owlboy era tan buena y escucharon tanto a sus fans y sus expectativas que el proyecto tuvo que reiniciarse varias veces antes de mostrarse en la PAX de 2013 y lanzado en 2016 para Steam. Pero la espera mereció la pena. No solo estábamos ante un gran juego, sino que Owlboy encandiló a la prensa y a la propia Meristation.
En esta aventura encarnamos a Otus, un búho sin voz que, sin quererlo, se ve enfrascado en un viaje lleno de amigos, emociones y aprendizaje en el que nuestro protagonista logrará superar todos sus miedos relacionados con la soledad. Owlboy está plagado de momentos épicos y emotivos con algún que otro giro de guion inesperado que os va a mantener enganchados en pantalla. Pero no todo es intensidad, porque los diálogos en la hoguera relajantes y los momentos divertidos también abundan en un juego lleno de momentos variados.
El protagonista de Owlboy tiene habilidades muy básicas, de hecho, solo puede agarrar objetos y embestir, pero son sus amigos quienes les ofrecen nuevas habilidades. Cada nuevo compañero nos otorga nuevas armas de fuego con las que atacar a nuestros enemigos, desbloquear nuevos caminos y descubrir nuevas zonas. Este elemento metroidvania se mantiene constantemente y nunca sabes qué puede depararte el siguiente lugar. Hay lugares más pasilleros donde los puzles abundan y otros en los tenemos que explorar el cielo para descubrir esas zonas nuevas que esperan ser exploradas.
Alma ochentera
Además, el pixelart de Owlboy es uno de los mejores que podáis encontrar actualmente. Es muy detallado y tiene una paleta de colores viva y muy bien contrastada para que los escenarios sean vistosos a la par que útiles en su diseño de niveles. De hecho, Owlboy fue uno de los juegos más bonitos de aquella época y esto junto a su nostalgíca música a lo 16 bits encandiló a los más veteranos jugadores de la industria.
Owlboy te coge de la mano y te transporta en un viaje nostalgico a aquella época de 16 bits con diálogos interesantes, aventuras emocionantes y compañeros que se quedan contigo para siempre. Uno de esos juegos en los que notas el mimo que han dedicado por la cantidad inmensa de detalles que hay, unas animaciones cuidadas y una duración más que aceptable. Además, tiene coleccionables, trucos y minijuegos para darle al jugador cierto momento de descanso y diversión simple con el que entretenerse.