Metal Gear Solid V: The Phantom Pain cumple 10 años, y Kojima lo recuerda con cariño pese a su ruptura con Konami

La ruptura entre Hideo Kojima y Konami fue uno de los episodios más inverosímiles de la historia del videojuego. La salida del creativo de la que fue su casa durante más de tres décadas influyó no solo en su carrera, sino también en la franquicia Metal Gear y en la percepción pública de la propia Konami. No obstante, en 2025, y diez años tras su lanzamiento, Kojima recuerda con cariño a Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, pese a que fue el juego que propició su marcha de su anterior empresa. Mediante varios posts en redes sociales, el afamado creativo nipón ha dejado claro que, pese a todo, recuerda con nostalgia el momento del lanzamiento y la época anterior a su salida de su antigua compañía.

Diez años después, Hideo Kojima recuerda con nostalgia el lanzamiento de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain

El 1 y el 2 de septiembre de 2025, Hideo Kojima subió un par de publicaciones a su cuenta oficial de X en inglés que revelan la nostalgia que siente ante una efeméride muy importante para su carrera. El primer día de este mes se cumplieron diez años del lanzamiento de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, título lanzado en 2015 en PS3, PS4, Xbox 360, Xbox One y PC. Fue un videojuego celebrado y polémico a partes iguales: mientras que se elogiaron sus mecánicas y su acabado técnico, fue duramente criticado porque era evidente que le faltaba contenido y sus dos enormes mapas estaban muy vacíos.

También fue el juego que marcó el fin de Hideo Kojima como trabajador de Konami. Por aquel entonces, la compañía estaba más interesada en abrir nuevas vías de monetización como juegos para móviles y máquinas de pachinko/pachislots, por lo que veían proyectos de gran envergadura como The Phantom Pain como un desperdicio de tiempo y dinero. Por esta razón, presionaron a Hideo Kojima para lanzarlo cuanto antes, lo que propició que la versión final quedase inacabada a todos los efectos y con contenido recortado. Pese a esto, Kojima atesora buenos recuerdos del juego, ya que ha querido rememorar la época del lanzamiento.

Al margen del post recordando la efeméride, una segunda publicación de una captura de ‘Nuclear’, de Mike Oldfield, también ahonda en lo que Kojima siente hacia el último título de la saga Metal Gear en el que trabajó. Esta canción de Oldfield se convirtió en una especie de himno no oficial del juego para los fans dada su temática relevante para el descenso a los infiernos de Venom Snake.

En ambos casos, se trata de algo muy significativo. Si bien es cierto que Kojima no ha tenido malas palabras hacia Konami tras su marcha a lo largo de esta última década, este acto parece indicar que su postura se ha ablandado con el paso del tiempo, y que no hay rencor alguno. En la actualidad, el autor japonés sigue gozando de fama y popularidad a nivel mundial, y su último lanzamiento, Death Stranding 2: On the Beach, bajo el sello de su nueva desarrolladora Kojima Productions, ha sido un auténtico éxito de crítica y ventas.

Diez años de The Phantom Pain... y de Konami sin Kojima

Diez años después, el fantasma de The Phantom Pain ya no pesa como una herida abierta, sino como un recuerdo que el propio Kojima puede rememorar con cierta paz mental. Quizá ahí resida su verdadera victoria: en haber transformado un capítulo doloroso y lamentable en una parte esencial de su propio legado, sin el cual tampoco existirían ni el creador libre y celebrado de hoy, ni la franquicia Death Stranding. Por su parte, Konami ha vuelto a ganarse el favor del público mediante el retorno de sus sagas clásicas como Silent Hill y Metal Gear gracias a Silent Hill 2 Remake y Metal Gear Solid Delta: Snake Eater.

Esto no va de vencedores y vencidos, sino de cómo el paso del tiempo convierte incluso las rupturas más dolorosas en capítulos necesarios para seguir adelante. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain fue el punto final de la era de Kojima en Konami —y por extensión, en Metal Gear—, y al mismo tiempo, el inicio de otra: la de un Hideo Kojima libre, capaz de reinventarse y seguir creando historias tan atrayentes como insólitas.