Adiós a las estufas: arranca el plan en Reino Unido de calentar las casas este invierno con 500 Raspberry Pi
Un innovador proyecto británico transforma el calor de pequeños centros de datos en energía térmica para el hogar, reduciendo costes y emisiones.
En un intento por hacer frente a la crisis energética y reducir la dependencia del gas, Reino Unido ha iniciado un experimento singular: calentar viviendas mediante el calor generado por 500 miniordenadores Raspberry Pi. La iniciativa, liderada por UK Power Networks y la empresa tecnológica Thermify, busca transformar el calor residual de los centros de datos en una fuente de calefacción doméstica eficiente y económica.
Calor digital
El proyecto surge como respuesta al fuerte aumento de los costes energéticos en los últimos años, un problema que golpea especialmente a los hogares con bajos ingresos. En lugar de seguir confiando en calderas de gas obsoletas y costosas, los británicos podrían pronto disponer de una alternativa mucho más moderna: los “HeatHubs”, pequeños centros de datos del tamaño de una bomba de calor que albergan unos 500 módulos Raspberry Pi CM4 o CM5.
Estos dispositivos realizan tareas de computación en la nube —procesando datos de clientes de Thermify— y, al hacerlo, generan calor. En lugar de desperdiciarlo, el sistema aprovecha esa energía térmica para calentar el agua o el aire de las viviendas. La idea es tan simple como ingeniosa: si los grandes centros de datos ya consumen electricidad y producen calor, ¿por qué no reutilizar ese calor donde realmente se necesita?
Ahorro significativo
La propuesta de Thermify no solo busca eficiencia energética, sino también aliviar la presión económica de los consumidores. Según las previsiones iniciales, los usuarios pagarían unos 6,60 euros al mes por el servicio, mientras que sus facturas de calefacción podrían reducirse hasta en un 40 %.
El proyecto se encuentra todavía en una fase piloto, que involucrará a cerca de 300 hogares durante los próximos cuatro años. Los resultados iniciales han sido prometedores, mostrando que el calor generado por los pequeños servidores es suficiente para mantener una temperatura confortable, especialmente en apartamentos bien aislados.
Contra la pobreza energética
Si el experimento tiene éxito, se prevé que 100.000 HeatHubs sean instalados en hogares británicos a partir de 2030. Con ello, el Reino Unido podría avanzar significativamente hacia sus objetivos climáticos y, al mismo tiempo, combatir la pobreza energética que afecta a miles de familias.
El plan representa una nueva forma de entender la calefacción en la era digital: una fusión entre la computación distribuida y la sostenibilidad doméstica. En vez de generar calor de manera independiente, los hogares podrían convertirse en parte de una gran red de procesamiento informático, donde cada cálculo no solo impulsa la nube, sino que también calienta el salón de casa.
En un país donde el gas ha sido durante décadas sinónimo de calor, esta iniciativa promete reescribir las reglas de la calefacción —con 500 diminutos ordenadores como protagonistas del próximo invierno británico.
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