Los Pitufos: Dreams
- PlataformaPC7.8NSWPS4XBOPS5XBS
- GéneroPlataformas
- DesarrolladorOcellus Studio
- Lanzamiento24/10/2024
- TextoEspañol
- EditorMicroids
Review
Análisis de Los Pitufos: Dreams, el mejor videojuego de ‘Los Pitufos’ de la historia
Microids confía esta vez en Ocellus Studio, creadores del notable Marsupilami: Hoobadventure, para traernos un plataformas 3D de los más agradable y satisfactorio.
Los célebres Pitufos, los simpáticos y diminutos personajes fantásticos creados por Peyo a finales de los años 50, llevan prácticamente desde los inicios de la industria del videojuego protagonizando infinidad de títulos, a través de todas las épocas y sistemas. Juegos que no han disfrutado de la mejor calidad en sus diferentes géneros -principalmente plataformas- en comparación a otras adaptaciones de franquicias infantiles, ya sean de cómic o dibujos animados. Sin embargo, ha tenido que llegar Ocellus Studio, creadores del más que recomendable Marsupilami: Hoobadventure, para elevar a Papá Pitufo y compañía al lugar que merecían en el sector, dándonos junto a Microids -editora que lleva años publicando títulos más o menos pitufantes como Los Pitufos: Operación Vilhoja o el más reciente Los Pitufos: Village Party- el mejor videojuego basado en ‘Los Pitufos’ de la historia reciente.
La aventura más pitufante de ‘Los Pitufos’ para PC y consolas
¿Qué ofrece Los Pitufos: Dreams para que seamos tan cristalinos en nuestra afirmación? Una aventura de plataformas 3D de las que apetece jugar y jugar hasta descubrir todos sus secretos. Un título agradable, que se controla fantásticamente y suficientemente variado e imaginativo como para engancharnos de principio a fin. Y si sumamos a la fórmula un modo cooperativo local para dos jugadores, tenemos como resultado el mejor juego basado en ‘Los Pitufos’ hasta el momento. De algún modo, estamos ante un Super Mario 3D World o Sackboy: Una aventura a lo grande en clave pitufante -salvando las distancias, por supuesto- que se disfruta gracias a su buen ritmo, vistosa puesta en escena y controles depurados. Y esto es todo lo que pedimos a una propuesta como esta; ni más ni menos.
La trama está sorprendentemente justificada con su llamativa e imaginativa dirección artística, a través de la cual visitaremos los mundos de los sueños de nuestros diminutos amigos y vecinos. Tanto es así, que Gargamel ha urdido un plan con el que dormir a toda la aldea de los Pitufos, para así capturarlos sin mayor preocupación. En la piel de un valiente Pitufo o Pitufa, debemos viajar al mundo de los sueños de los entrañables seres azules para despertarlos ante la inminente llegada del villano. A partir de aquí se sucederán una serie de niveles de lo más atractivos, desde un mundo basado en pasteles y chucherías a otro más lujoso basado en espejos; y así a través de diferentes ambientaciones con sus propias mecánicas y tipos de plataformas, basadas en los gustos de los propios Pitufos.
La aventura se desarrolla a través de pequeños mapas interconectados con los más variados saltos, plataforma, enemigos, coleccionables y secretos por descubrir, todo ello a través de un tono muy ligero y poco exigente en comparación a otras propuestas más duras. Desde luego, la dificultad no es su punto fuerte -a excepción de un último mundo más difícil, especialmente para jugadores no muy expertos en la materia- y se deja jugar y superar de la forma más amena que nos podamos imaginar. En esta ocasión vale la pena repetir los niveles para hacernos con todos los coleccionables o superar ciertos desafíos para hacernos con todos los trofeos.
Se trata de un título muy recomendable para jugar en modo cooperativo entre padres e hijos, la excusa perfecta para que los más pequeños de la casa se inicien de la mejor forma en los plataformas 3D. El control es directo y responde a las mil maravillas; podemos mantener el botón de esprintar constantemente para movernos de forma incluso más ágil, aunque tendremos que lidiar, eso sí, con unas inercias un tanto exageradas. Más allá de esta peculiaridad, tenemos la opción de sostener unos instantes el salto en el aire, así como crear una burbuja para flotar durante unos segundos y tratar de llegar más lejos con una suerte de dash. Por otro lado, podemos manipular ciertos objetos del escenario como rampas, plataformas o tachuelas para abrirnos paso entre enemigos que, eso sí, se repiten más de lo deseado durante este viaje de ensueño.
Aunque otra de las mecánicas más atractivas y que aportan variedad al conjunto son los gadgets que podemos usar en diferentes niveles, tales como un martillo con el que golpear enemigos y estructuras -las cuales también podemos reconstruir según convenga- o un farol con el que iluminar plataformas que desaparecerán ante nuestros ojos o aparecerán bajo su influencia. Todo ello hace que Los Pitufos: Dreams disfrute de un desarrollo sorprendentemente variado -mucho más de lo esperado- y que en muchos casos suponga un reto considerable superar ciertos segmentos. Además, también podemos recoger llaves para abrir ciertas cerraduras o frutas para lanzar a nuestros enemigos, además de descubrir el acceso a fases secretas o bonus. Como añadido, la personalidad collectathon se deja notar a través de los centenares de bayas que podemos recoger en cada nivel y que servirán para desbloquear, por ejemplo, nuevos atuendos.
Eso sí, a pesar de que el avance es bastante sencillo y directo, en algunas ocasiones nos podemos encontrar en mitad de un nivel sin saber muy bien qué hacer o hacia dónde ir, aunque a poco que exploremos y dediquemos algo de tiempo a visitar todas las esquinas de un nivel, rápidamente recuperaremos la senda correcta. En este sentido, los checkpoints están bien repartidos y nos obligarán a hacer bien las cosas para llegar al siguiente sin perder los dos corazones vitales de nuestro Pitufo. Cabe destacar que la cámara es siempre fija, por lo que no hay libertad para moverla a nuestro antojo; por otro lado, cada mundo tiene su propio jefe final que sigue la temática del mismo, aunque tampoco son nada del otro mundo, especialmente a nivel de desafío.
El vistoso universo onírico de ‘Los Pitufos’
A pesar de ser un título más pequeñito a todos los niveles en comparación a los grandes referentes del género, Los Pitufos: Dreams logra sorprender también en su puesta en escena. Los niveles están bien detallados, son coloridos y apuestan por elementos de lo más variados sin caer en la reiteración visual más de lo necesario. Además, Ocellus Studio ha apostado por un gran número de animaciones para los personajes; y están a un gran nivel, todo sea dicho. Sin embargo, el aspecto sonoro no está tan cuidado, con efectos solo pasables y melodías que, si bien recuerdan a los temas clásicos de ‘Los Pitufos’, pasan algo desapercibidas, sin que nos queden en la memoria para después tatarearlas; aun así, no se hacen pesadas. Los textos, por su parte, están convenientemente localizados al castellano.
Conclusión
Los Pitufos: Dreams es una de las sorpresas de este tramo final de año en el terreno de los plataformas puros, sin lugar a dudas, el mejor videojuego basado en 'Los Pitufos' de todos los tiempos. Se trata de un título ameno, divertido y que apetece completar de principio a fin por lo agradable de su jugabilidad y lo variado que resulta a través de las cinco o seis horas que podemos tardar en completarlo, con todos sus secretos incluidos. Además, el modo cooperativo local hace el resto, con la posibilidad de completar toda la aventura en compañía de otro jugador. Eso sí, algunos tramos son decididamente más flojos que otros, mientras que los que busquen un reto a la altura les puede saber a poco. Un título ideal para jugarlo en compañía de los jugadores más pequeños o menos experimentados en las plataformas 3D de toda la vida.
Lo mejor
- Encantador visualmente y a los mandos
- Desarrollo variado que llega a sorprender
- Todo un lujo en modo cooperativo junto a los más pequeños
Lo peor
- Los jugadores más exigentes necesitarán de un reto mayor
- Algunas fases -como las de sigilo- están por debajo de la media
- Puede hacerse corto sin mayores motivos para rejugarlo
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.