Lords of the Fallen

  • PlataformaPS58XBSPC
  • GéneroAcción, RPG
  • DesarrolladorHexworks
  • Lanzamiento13/10/2023
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorCI Games

Review

Análisis de Lords of the Fallen, uno de los alumnos aventajados de From Software

El nuevo RPG de acción de Hexworks se inspira en Dark Souls III y nos invita a saltar entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

Un día más, abrimos un texto hablando de Dark Souls. No queríamos ser pesados, pero es que no nos queda más remedio que hacerlo, ya que mientras esperamos la llegada de Shadow of Erdtree, el DLC de Elden Ring, la fórmula que From Software comenzó a convertir en fenómeno hace una década no hace más que expandirse, y en esta ocasión lo hace con un juego sorprendente, de esos sobre los que hay muchas cosas que decir.

En MeriStation nos hemos puesto a los mandos del nuevo Lords of the Fallen, una obra independiente que no es una secuela del título homónimo que Deck13 lanzó allá por 2014. Un intenso y desafiante RPG de acción que llega con la intención de ocupar un puesto en lo más alto de la clasificación de los soulslike, una palabra que hace diez años no existía y ahora usamos para definir a todo un género. Hace unos días decíamos que apuntaba muy alto, así que vamos a lo que de verdad importa: ¿está a la altura de las expectativas?

Dark Souls III, el modelo a seguir

Siempre que llega un nuevo soulslike, es lógico que pensemos en qué juegos se inspira. Porque más allá de la evidencia de que la fórmula de From Software es la principal influencia, hay casos como el de Lies of P, claramente inspirado en Bloodborne o el Lords of the Fallen de 2014 y su intento de copiar a Dark Souls. Pues en este caso, hemos encontrado muchas similitudes con el fantástico Dark Souls III, y eso es una muy buena noticia.

El mundo, separado por zonas interconectadas y muy extensas, es lo primero que nos ha llamado la atención. Bosques, catedrales, cavernas, desfiladeros... y pantanos, sí. Repletos de lodo, trampas, enemigos colocados a traición y todas esas cosas. El diseño de niveles está a un gran nivel y se sitúa por encima de lo visto en otros soulslike, pues la exploración es sumamente satisfactoria gracias a una serie de escenarios profundos, verticales y repletos de secretos.

Como decimos, la experiencia es muy cercana a la que nos brinda la saga Dark Souls, sobre todo en la tercera entrega. No falta el nexo o zona de descanso en la que numerosos personajes se reúnen para ofrecernos sus servicios (herrería, compra-venta de objetos, restablecimiento del personaje) y ofrecernos alguna que otra misión. Un lugar cambiante, pues conforme avanzamos, conocemos a nuevos personajes y tomamos decisiones, es muy probable que encontremos novedades cada vez que lo visitemos. Menos mal que aquí no podemos matar NPC...

Lords of the Fallen es un juego críptico, y a pesar de que se sirve de numerosas escenas de vídeo para contarnos una historia más fácil de seguir que en las obras de From Software, a menudo nos vemos en la situación de no saber hacia dónde ir, encontramos una llave que a saber qué puerta abre o ver tantos caminos posibles que acabar en lo más profundo de una caverna en la que cualquier enemigo es capaz de matarnos de un solo golpe. A veces es confuso y no es fácil avanzar, pero es adictivo como pocos y cada paso que damos resulta muy pero que muy gratificante.

Volviendo al diseño de niveles y antes de abordar el sistema de combate, tenemos que decir que hay algo que no nos ha gustado: la distribución de los enemigos en algunas zonas. En líneas generales, estamos ante un videojuego muy desafiante, así que no entendemos la razón por la que la dificultad se eleva de manera completamente artificial en ciertos niveles. Luchar contra media docena de monstruos en un túnel de metro y medio de ancho no es ni divertido, ni satisfactorio. No es algo constante, pero es realmente molesto cuando sucede.

Por lo demás, a estas alturas ni siquiera es necesario decir que hay una serie de vestigios que hacen las veces de hogueras, en los que podemos descansar para restaurar viales de salud, subir de nivel, viajar a otras regiones o acceder al modo multijugador. Por cierto, aquí no hay almas, sino vigor, que es el nombre que recibe la divisa del juego. Lo obtenemos derrotando enemigos o consumiento ciertos objetos y podemos usarlo para mejorar al personaje o comprar objetos a los mercaderes.

La mejor defensa es un buen ataque

El género soulslike ha crecido mucho desde los últimos años y cada desarrollador decide abordarlo a su manera. En el caso de Hexworks, la inspiración en la trilogía Dark Souls es clara y el sistema de builds, personalización del personaje y posibilidades a la hora de combinar son prácticamente idénticas. Espadas, hachas, dagas, arcos, talismanes, báculos, mazas... El arsenal es muy generoso y en lo que a piezas de equipo y armaduras respecta (yelmos, guantes, anillos...), también. En cuanto juegues un par de horas comprobarás que tienes un buen puñado de objetos que a buen seguro estarás deseando probar.

Los inventarios con muy amigables gracias a su simpleza, algo que también se aplica al desarrollo del personaje, ya que no hay demasiadas estadísticas y en cuestión de segundos nos queda claro cuáles son los que nos conviene subir en función de nuestro estilo de juego. ¿Quieres hacer daño masivo con una daga en cada mano? Eleva la agilidad. ¿Deseas ser un poderoso mago capaz de dominar el fuego? El infierno es tu aliado. En MeriStation hemos probado varios estilos: personajes rápidos, hechiceros, el clásico tanque con armadura pesada y espadón... y la verdad es que no hemos notado desequilibrio alguno; todos nos han parecido igual de válidos.

Para triunfar en el mundo de Lords of the Fallen hay que ser rápidos a la hora de luchar, porque los bloqueos y parrys no evitan que suframos daño, sino que convierte nuestra vitalidad en salud atrofiada. Esto se traduce en que una porción de la barra se colorea en gris: si asestamos un golpe rápido podemos recuperarlo, pero si recibimos cualquier tipo de daño lo perdemos para siempre. Es una mecánica bastante interesante, ya que incentiva a bloquear, pero solo si tenemos claro que acto seguido es necesario atacar para restaurar la salud perdida.

La ventana para hacer parry ante los golpes del enemigo es bastante generosa, aunque solo tiene sentido hacerlos si estamos convencidos de que somos capaces de realizar varios seguidos con éxito, momento en el que nuestro rival quedará aturdido durante varios segundos en los que podremos ejecutar una acometida funesta (un ataque especial, vamos). Si somos capaces de dominar el parry, tenemos mucho terreno ganado.

Por lo demás, el juego se comporta muy bien a la hora de luchar y nos brinda múltiples posibilidades para salir airosos de cada situación: ataque rápido, pesado, golpe cargado, combate a distancia, movimientos especiales... Hay muchas opciones y es un título muy satisfactorio a los mandos. De hecho, lo único capaz de ensuciar un poco las batallas es que a veces abusa de colocar varios enemigos en espacios reducidos, y ahí el reto se convierte en injusticia. En cualquier caso, lo que más nos ha gustado es que a pesar de ser una experiencia dura y muy desafiante, la sensación al progresar es muy gratificante. Por cierto, hay pantanos. Con veneno, enemigos que disparan a distancia y esas cosas. Miyazaki estaría orgulloso.

Mención especial merecen, por supuesto, los temibles jefes finales. Destacan tanto por su diseño como por su ferocidad, ya que son realmente poderosos y muy rara vez conseguirás acabar con uno de ellos en el primer intento. Hay un buen puñado de ellos y aunque es cierto que algunos son un poco flojos, también lo es que hay varios que dan lugar a batallas memorables. Si comparamos con los títulos de From Software, no están a su altura, pero si lo hacemos con otros soulslike, son superiores a los de la gran mayoría de ellos.

El mundo de los muertos

Un buen souslike tenía que ofrecernos una visión particular de la muerte, y Lords of the Fallen se lo toma tan en serio que nos lleva directamente al otro lado. Sí, nos referimos al mundo de los muertos, ya que aquí no solo podemos decir que nos convertimos en huecos, sino que cruzamos directamente hacia el Umbral, que es el nombre que recibe este plano del mundo.

Era uno de los principales reclamos del juego y tenemos que decir que nos ha sorprendido gratamente las cotas de ambición de sus responsables, ya que no estamos hablando de algunas secciones concretas, sino de dos mundos que existen de forma paralela de un modo similar a lo que hace muchos años vimos en Metroid Prime 2: Echoes. Por supuesto, lo mejor es que podemos alternar entre ambos en casi cualquier momento. O mejor dicho: podemos acceder al Umbral desde cualquier lugar, aunque no sea tan fácil salir de él.

La misteriosa lámpara que portamos tiene el poder de materializar el mundo de los muertos en tiempo real, por lo que debemos echar un vistazo a menudo para descubrir qué hay más allá de nuestra realidad. Por ejemplo, una puerta cerrada en nuestro mundo podría no existir en el Umbral, o un lago quizá esté seco y nos permita cruzar la zona a pie. Hay muchas situaciones así, hasta el punto de que a veces es obligatorio pasar por el Umbra para solventar algunas zonas.

En el mundo real hay un lago, pero en el Umbral está seco y nos ofrece nuevos caminos

La jugabilidad cambia por completo cuando accedemos al mundo de los muertos, ya que podemos usar la lámpara para exorcizar a los enemigos, sacando a relucir su alma y descubriendo su punto débil, o para hacerlo con algunos elementos del escenario para desbloquear nuevos caminos. También tenemos la posibilidad de absorber energía astral para convertir salud perdida en salud atrofiada, entre otras acciones que debemos aprender lo más pronto posible si no queremos pasarlo mal.

Porque el Umbral tiene sus propias reglas y si miramos al cielo, un ojo del tamaño de la Luna nos observa constantemente, ya que no está contento con nuestra presencia. ¿El resultado? Un medidor de vigilancia que conforme se llena, hace que aparezcan nuevos y más fuertes enemigos, a cambio de un multiplicador que nos permite obtener más almas (perdón, más vigor). Como decíamos, es más fácil entrar al mundo de los muertos que salir, ya que no hay un botón para ello y debemos encontrar una serie de ídolos que hacen las veces de puerta de salida.

Sin duda, se trata de una apuesta tan original como ambiciosa, pero no siempre funciona del todo bien, ya que algunas secciones del Umbral se alargan en exceso y desembocan en largos minutos luchando contra una cantidad de enemigos desorbitada. Además, hay que añadir que el estrés añadido por los efectos gráficos de estas zonas da lugar a que el rendimiento técnico se resienta y el juego sufra caídas de FPS. La mecánica es genial y en algunos tramos da lugar a grandes momentos, pero debería haberse medido mejor.

¿Mejor con amigos?

Lords of the Fallen tiene una potente faceta multijugador, y aunque en líneas generales funciona de una manera similar a lo visto en los juegos de From Software, hay elementos que merece la pena destacar. Lo primero que debes saber es que podemos invocar a un jugador aliado de forma aleatoria, viajar a su mundo para ayudarle o llamar a un amigo mediante el sistema de invitaciones, algo que se agradece mucho en un título así.

El progreso no es compartido, ya que si derrotamos a un jefe final en el mundo de otro jugador, luego tendremos que hacer lo propio en el nuestro. Eso sí, el vigor, los objetos y las recompensas cosechadas durante la partida se mantiene. Algo que nos ha parecido muy interesante es que cuando el huésped muere, la partida no termina, sino que devuelve a ambos jugadores al último vestigio visitado para que vuelvan a intentarlo. Esto, a diferencia del funcionamiento del multijugador en Dark Souls, Bloodborne o Elden Ring, ahorra tedios a la hora de luchar de nuevo contra un jefe.

Otra cosa que nos ha resultado muy interesante es que el jugador invitado puede ser reanimado después de morir, siempre y cuando el huésped se acerque al cadáver e interactúe con él antes de perder la vida. El usuario resucitado regresa a la batalla y puede morir y volver de forma ilimitada, o al menos hasta que su compañero caiga derrotado. Todo esto da lugar a un componente estratégico muy útil en las peleas contra los jefes finales.

Por último, no podemos olvidarnos del PvP (jugador contra jugador), el cual nos permite invadir un mundo ajeno con la única intención de localizar y matar a su huésped, siempre teniendo en cuenta que tiene dos vidas y tras acabar con él la primera vez tendremos que volver a hacerlo en el Umbral. Tanto el juego cooperativo como las invasiones nos brindan diversos objetos que no están en el inventario, sino asociados al perfil; podemos usarlos como moneda de cambio con ciertos NPC que permanecen en el nexo para conseguir recompensas exclusivas. En definitiva, podemos decir sin miedo a equivocarnos que Lords of the Fallen ofrece el mejor multijugador que hemos visto en el género soulslike.

Conclusión

Lords of the Fallen es un juego muy recomendado para cualquier fan del género soulslike. La exploración, los combates y la dirección de arte están a un gran nivel y Hexworks ha sido capaz de crear un RPG de acción muy adictivo y satisfactorio, en el que destaca la cantidad de armas, armaduras y objetos que podemos emplear para crear todo tipo de builds. Por supuesto, el principal atractivo es la posibilidad de saltar entre dos mundos paralelos, una idea realmente ambiciosa, aunque no siempre termina de funcionar. En líneas generales, estamos ante uno de los títulos más destacados que podemos encontrar entre todos los que han intentado seguir la estela de From Software. Eso sí, los problemas técnicos que sufre, al menos en su versión para consola, no son precisamente anecdóticos y los responsables del proyecto deben hallar una solución con la mayor brevedad posible. No es el soulslike perfecto ni es capaz de ponerse a la altura de las obras en las que se inspira, pero es superior a otras alternativas que hemos visto durante los últimos años.

Lo mejor

  • Es uno de los juegos que mejor aplica lo de saltar entre dos mundos paralelos.
  • La cantidad de armas, armaduras y objetos; las posibilidades a la hora de crear la build son infinitas.
  • El diseño de niveles y la exploración están a un gran nivel.
  • El multijugador es de lo mejor que hemos visto en el género.
  • Algunos jefes finales son memorables.
  • La dirección de arte es una maravilla.

Lo peor

  • Los problemas de rendimiento son realmente graves en algunas zonas.
  • Algunas secciones del Umbral se antojan demasiado tediosas.
  • La distribución de los enemigos en ciertas zonas da lugar a picos de dificultad absurdos.
8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.

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