Cocoon
- PlataformaNSW8.8PCPS4XBOPS5XBS
- GéneroAventura
- DesarrolladorGeometric Interactive
- Lanzamiento29/09/2023
- TextoEspañol
- EditorAnnapurna Interactive
Review
Análisis de Cocoon, la última genialidad de los creadores de Inside y Limbo
Jeppe Carlsen y Jakob Schmid nos traen un nueva aventura donde el misterio, los rompecabezas, lo orgánico y lo tecnológico se fusionan en una nueva genialidad.
Jeppe Carlsen, junto a Jakob Schmid, dejaron una huella imborrable en la industria del videojuego gracias a sus dos obras maestras, primero con Limbo en 2010 y luego con Inside en 2016, dos formas muy concretas y singulares de entender el videojuego como obra cultural. Tras su salida de Playdead se pusieron manos a la obra para crear su propio sello, Geometric Interactive. Pues bien, tras seis años de trabajo ya tenemos entre manos su nueva genialidad con Cocoon para PC, Nintendo Switch, PlayStation y Xbox, un videojuego de exploración y rompecabezas que se ha convertido en una de las sorpresas de este año 2023 entre el panorama de corte indie o alternativo, aunque en este caso bajo el paraguas de una editora del calibre de Annapurna Interactive financiando el proyecto. Veamos hasta dónde es capaz de llegar Cocoon en nuestro análisis para la híbrida de Nintendo.
Las matrioshkas esféricas del multiverso
A grandes rasgos, Cocoon es un videojuego basado en constantes rompecabezas desde una vista aérea ambientado en un extraño mundo alienígena en el que avanzar gracias a las singularidades de unos misteriosos orbes, esferas que parecen contener otros mundos que iremos descubriendo a medida que avancemos. La aventura está protagonizada por un ser bípedo con ciertas similitudes con ciertos tipos de insectos. Como decimos, cada una de estas esferas -representadas por su propio color- tienen sus propios poderes gracias a los cuales podremos interactuar de un modo u otro con nuestro entorno y diferentes elementos que se cruzarán en nuestro camino. Desde activar pilares para ascender y descender a activar puentes, además de disparar rayos de energía o dar vida a ciertos seres que nos serán de gran ayuda en nuestro periplo multiversal.
Sí, porque Cocoon juega muy bien sus cartas en aquello de contener mundos en otros mundos, dando lugar a una serie de mecánicas y situaciones que parecen diseñadas por alguien con mucho coco. Desde luego, en este sentido, Jeppe Carlsen va unos cuantos pasos más allá a nivel de diseño de niveles respecto a sus anteriores y celebrados trabajos. Y todo ello a través de la sencillez por bandera, puesto que tan solo necesitaremos un botón para llevar a cabo las diferentes acciones que demanda Cocoon. Eso sí, lo que realmente es importante en el desarrollo de la aventura es que solo podemos transportar una esfera a la vez, por lo que constantemente tendremos que ingeniárnoslas para combinar sus habilidades y gestionarlas como es debido, proponiendo y solucionando puzles una y otra vez.
Como cabría esperar, al principio es bastante ameno y relativamente fácil dar con las soluciones. Pero a medida que avanzamos en tan misterioso, y a la vez, fascinante mundo las cosas empezarán a complicarse, al mismo tiempo que aumentamos el número de esferas que gestionar a la vez, hasta un máximo de cuatro. Aunque aquellos que no sean especialmente habilidosos con este tipo de desafíos no tienen por qué asustarse; en este sentido, Cocoon no se marca faroles y todas las soluciones se encuentran en espacios más o menos cerrados -también entre las propias esferas-, por lo que con un poco de lógica y paciencia podremos avanzar con bastante celeridad. No obstante, algunos puzles del tramo final pecan de ser demasiado complejos a pesar de que siguen ofreciendo sus resoluciones en ambientes o espacios relativamente contenidos.
Cocoon, siguiendo el halo de Inside y Limbo, nos deja caer en su propio universo sin más explicaciones o contexto del que propone a nivel audiovisual; no encontraremos diálogo alguno, ni mensajes de ningún tipo que pretendan explicarnos qué sucede o dónde estamos. Sus creadores siguen explotando la interpretación que cada uno podamos sacar de una trama que no existe como tal y que nosotros, como ejecutores de todo lo que sucede en pantalla, podemos interpretar según nuestras propio bagaje y experiencias. No esperéis un guion o una historia marcada; los mundos de Cocoon sugieren, no explican. Es gracias a la experimentación que el juego ofrece su mejor cara; ¡y menudas vistas!
Además, para los que esperen guiños al videojuego más clásico, cada mundo termina con un enfrentamiento contra diferentes jefes finales. Unos combates basados en las habilidades y mecánicas que vamos asimilando y que resultan de lo más sorprendentes. Todo ello a través de un afinado pentagrama que va soltando notas para que podamos jugar con ellas, siempre dentro de los límites que permiten sus viajes multiversales y el propio diseño de los niveles. Desde luego, la mecánica de salto entre esferas es una delicia, tanto visualmente como a los mandos.
Como nota discordante, algunos rompecabezas se sienten algo monótonos, ya que recicla mecánicas una y otra vez, de principio a fin. De este modo, ya sea intencionado o no, tenemos una visión más clara de cada objetivo, aunque puede hacerse repetitivo tras cierto tiempo. Una aventura que podemos completar en unas cinco o seis horas, siempre y cuando sorteemos cada desafío con agilidad; harina de otro costal será si nos atascamos de forma habitual, lo que puede alargar mucho su duración u obligar al jugador al desistimiento, algo que por otro lado no recomendamos si no queremos perdernos una maravillosa aventura. Como en muchos otros títulos de desarrollo similar, es poco rejugable y, una vez conozcamos la mayor parte de los puzles, podremos completarlo fácilmente en menos de tres horas.
Unos mundos de gran impacto audiovisual
Qué duda cabe de que otra de las grandes virtudes de Cocoon es su puesta en pantalla, todo un máster en dirección artística tanto en lo visual como en lo sonoro. Y es que a partir de una base gráfica que flirtea con el estilo low poly, se logra plasmar una serie de mundos de gran belleza con muy poco, dando sentido al “menos es más”. Lo mismo ocurre con una banda sonora sutil que juega con las acciones mostradas en pantalla de una forma brillante, apagándose por completo en muchos casos y apareciendo de nuevo para regalarnos unas melodías a base de sintetizadores de lo más sugestivas. En términos similares podemos hablar sobre los efectos de sonido, dando lugar a una ambientación sci-fi que le sienta como anillo al dedo. Un apunte sobre la versión de Nintendo Switch; sufre demasiado en muchos momentos a nivel de rendimiento, con caídas de framerate que pueden llegar a ser molestas por no mostrar la suficiente fluidez. En el resto de plataformas va como un tiro, además de estar disponible desde el primer día en Xbox Game Pass.
Conclusión
Cocoon llega como un soplo de aire fresco a una industria saturada de experiencias cortadas por un mismo patrón. Y lo hace de forma brillante, siguiendo las pautas marcadas por las anteriores obras de una dupla de creativos que no parece conocer límites a la hora de proponer y sugerir. Cocoon representa todo esto y más, una experiencia interactiva que atrapa y sorprende a través de un simple botón y un montón de buenas ideas ejecutadas de forma brillante. Una parada obligada para los que gusten de propuestas que rompan las reglas y que en su interior contengan mucho más de lo que uno esperaría de un simple título de exploración y puzles.
Lo mejor
- Diseño de niveles excepcional
- En lo audiovisual es una delicia
- Simplicidad y complejidad se dan la mano
- Ambientación sci-fi fantástica
Lo peor
- Algunas mecánicas se hacen algo repetitivas
- En Nintendo Switch sufre más de lo deseado en fluidez
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.