Crisis Core - Final Fantasy VII Reunion, impresiones finales. Viejos recuerdos afloran

Crisis Core es uno de los nombres que conforman el universo Final Fantasy 7 y, seguramente, el que mejor parado salió de todos esos juegos que intentaron contextualizar la gran obra de PSX. Protagonizado por Zack, con una gran presencia de Sefirot y funcionando como precuela de la aventura de Cloud, fue uno de los grandes juegos de PSP. Y ahora llega en forma de remaster para las plataformas actuales como interludio para hacer la espera hasta la parte 2 del remake de Final Fantasy 7 un poco más llevadera. ¿Es un remaster? ¿es un remake? ¿Un poco de todo? Ya estamos con la versión final.

Hemos podido jugar a los tres primeros episodios de esta entrega para confirmar similitudes y diferencias respecto al juego original. Lo primero y más importante es que al menos durante estos tres primeros capítulos no hemos visto ningún cambio de guion ni de estructura que nos haga pensar que estamos ante una reimaginación como la que vimos en Final Fantasy VII Remake. Todas las escenas de vídeo, su orden y el desarrollo de combates y diálogos encaja 1:1 con lo que ya conocimos de la entrega original. Hay algunas mejoras en la traducción al castellano e incluso algunos momentos que el sentido de lo que se dice cambia ligeramente, pero el resto sigue el mismo camino.

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Eso significa que empezaremos con Zack, el soldado de segunda clase que quiere serlo de primera, entrenando y mejorando sus aptitudes de la mano de su amigo Angeal, con cierta admiración absoluta por un Sefirot que ya sobresale respecto a los demás y todo mientras intentamos dar caza a Génesis, un personaje que parece haber traicionado a la corporación. Por el camino, jugaremos la parte que ya os comentamos en el impresiones de Londres hace algunos meses, con batalla incluida ante Ifrit.

A nivel argumental no hay mucho más en estos inicios, salvo el hecho que salta a la vista de que la gran espada de Cloud, que recibió de Zack, en realidad no era de éste sino de Angeal. Una capa de lore nueva, realizada a posteriori y que reescribe encima de los eventos de Final Fantasy 7 como muchos que nos encontraremos en el juego. ¿Necesaria o no? cada uno tendrá su opinión, aunque la nuestra al respecto es clara.

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No diremos mucho más de la trama, más allá que de momento todas las escenas de vídeo son calcadas, y que a pesar de la mejora visual evidente, es cierto que hay animaciones, gestos y movimientos que se ven muy encorsetados y con las limitaciones de su época: se ha trasladado la coreografia de PSP a las plataformas actuales y claro, comparado con el Remake, se nota que no tiene el mismo nivel de pulido.

Un desarrollo muy marcado, un combate esperanzador

El desarrollo del juego es tal y como lo recordábamos en PSP. Eso significa que estamos ante un título que avanza de forma lineal y muy marcada en casi cada momento. Tendremos escenas de vídeo, un avance sin pérdida en línea recta, combates, y vuelta a empezar. De hecho, el sistema de misiones secundarias o de acceso a las tiendas para comprar objetos están en ambos casos integrados en el menú principal cuando encontramos un punto de guardado, demostrando que no hay momento para la exploración o para detenernos a comprar nada, así que se ha añadido de esta manera. Si quieres dejar estar un rato la trama principal, debes entrar en el menú y mirar qué misiones extras tienes para realizar. Sin más.

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Este desarrollo, que funcionaba bien en portátil, queda un poco anquilosado en los tiempos actuales y nos da poco margen de maniobra, sobre todo cuando visitamos lugares que se han visitado y disfrutado en el remake y que aquí acaban siendo meros lugares de paso. En todo caso, la otra mirada que nos ofrece Zack, el personaje de Sefirot y los matices que ofrece y la presencia de viejos conocidos como Aeris o incluso Cloud (y un papel que desarrollarán más adelante en el juego principal) compensan este avance sin pérdida. Al final, cuando venimos a Crisis Core fue precisamente por ser lo que era: la precuela.

Ante la disyuntiva sobre si estamos ante un remaster o un remake, lo que queda claro es que estamos ante una versión que es más jugable que la original a día de hoy. En el título de PSP hubo decisiones muy discutibles, pero una sobresalía por encima de las demás: la ruleta de la suerte que nos permitía conseguir ataques devastadores, invocaciones y extras en combate que podían cambiar el signo de los mismos. Esto sigue estando presente en esta entreg, aunque no corta el ritmo como en PSP-

Lucharemos en tiempo real como en el original, dando espadazos con un botón y pudiendo lanzar hechizos, ataques de habilidad o consumir objetos. Todo esto mientras nos movemos libremente por el escenario, esquivamos y bloqueamos ataques. Que salga Ifrit para invocar o el ataque especial de Sefirot nos puede dar una ventaja decisiva para ganar y dependerá de la ruleta, pero mientras no pase, tenemos opciones de bloqueo, esquiva y movilidad que nos permiten controlar el enfrentamiento.

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A pesar de ello, en ciertas luchas con jefes finales, la diferencia entre que la ruleta nos sonría y que no, es poderosa para conseguir extras (como invulnerabilidad a ataques físicos o mágicos, recuperar barra de magia o incluso que no la gastemos mientras la usamos durante un tiempo limitado) y poder ganar con más facilidad. Sigue siendo un sistema discutible, aunque no tenga tanto peso como antes. Gracias a ciertas misiones secundarias podremos ampliar los elementos que entren en juego en las ruletas, así que vale la pena ir mirando dichas misiones de vez en cuando.

En todo caso, y aunque es evidente que el sistema de combate se acerca al de Final Fantasy 7 Remake, es importante recalcar que ambos difieren, y aquí es mucho más fácil abusar de hechizos o ataques de habilidad porque el relleno de ambas barras es sencillo (ya sea por objetos que llevaremos en grandes cantidades o porque van cayendo potenciadores de la ruleta). Como es habitual, los enemigos tienen debilidades que deberemos explotar usando los ataques adecuados en cada momento. Profundizaremos más en esto de cara al análisis final.

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Los tres primeros capítulos no nos aportan mucha más información de lo que ya conocimos en las impresiones de hace un par de meses, pero sí que nos confirman lo evidente: mejoras gráficas y sonoras en casi todos los aspectos, un sistema de combate muchísimo más digerible y dinámico que en el original y, de momento, la esencia intacta de la trama principal. Hay más detalles que contar, pero son superados los tres primeros episodios y eso ya se hablará en el análisis final.