Sifu
Sifu, análisis Switch. Un 'yo contra el barrio' también imprescindible en portátil
El celebrado beat'em up de artes marciales de Sloclap llega a Nintendo Switch tras su lanzamiento original en PC y consolas PlayStation; analizamos el port.
A estas alturas, qué podemos decir del genial Sifu que no se haya dicho ya. Y es que tras analizarlo a principios de este año y concluir que se trata de uno de los videojuegos más destacados del año tanto en PC como en consolas PlayStation, ahora este beat'em up de artes marciales que nos hace sentir como protagonistas de una de aquellas películas de kung-fu de los años setenta, llega a Switch a través de uno de tantos ports que llegan a la híbrida de Nintendo tras un tiempo prudencial. Uno de esos ports que renuncian a ciertos aspectos gráficos y de rendimiento para garantizar unos mínimos que se presuponen a finales de 2022 en videojuegos ya contrastados. Y Sifu no es ajeno a un tratamiento especial para acomodar sus no pocas virtudes en Switch, dando lugar a una experiencia de juego prácticamente calcada a la original aunque con algunos “peros” que pueden llegar a condicionar el disfrute a los mandos. Veamos cómo le sienta a la excelente propuesta de Sloclap su aterrizaje en los chips de la consola de Nintendo.
Artes marciales a menos revoluciones
Como es habitual en este tipo de análisis de ports, vamos a centrarnos en qué ofrece exactamente Sifu en Switch y la experiencia de juego a sus mandos; aquellos que quieran profundizar más en la original y desafiante propuesta de Sloclap pueden leer nuestro análisis para PC, PS4 y PS5 a través del siguiente enlace. Y es que si venimos de jugar a una versión tan fluida y vistosa como la de, por ejemplo, PlayStation 5, es evidente que Sifu se ha dejado por el camino varios aspectos técnicos en su llegada a Switch, tanto a nivel de rendimiento como de calidad visual. Pero es precisamente la posibilidad de disfrutar de Sifu en modo portátil el principal atractivo de esta versión hecha a medida. Aunque también debemos reconocer que los poseedores de Steam Deck pueden jugar a Sifu con condiciones muy similares a las versiones de sobremesa originales. Y desde hace meses...
Sifu es de esos juegos en los que la fluidez es básica a la hora de abordar los constantes combates cuerpo a cuerpo que propone su aventura; tanto a la hora de garantizar tasas elevadas como de mantenerlas estables. Todo para poder esquivar, propinar ese golpe certero en el instante adecuado o clavar un parry que puede salvar una endeble barra de salud contra los constantes rivales. Y tras unos pocos segundos a los mandos, salta a la vista que Sifu en Switch no se mueve igual, aunque el resultado no es tan negativo como podríamos esperar. Así, el título rinde a 30 frames por segundo en lugar de los 60 de versiones superiores, manteniéndolos durante la mayor parte de juego a excepción de ciertos momentos en lo que se aprecian pequeñas caídas hasta los 20, frame arriba, frame abajo.
Curiosamente, el rendimiento a 30 fps se mantiene en los combates, algo que se agradece enormemente; cuando se aprecian bajadas más bruscas es en transiciones entre secciones o al acceder a espacios más abiertos, probablemente, por la carga poligonal que conlleva -más en modo portátil que en el dock-. Sea como fuere, y siempre teniendo en cuenta las diferencias con las primeras versiones de Sifu, en este sentido el juego es igualmente disfrutable en Switch. A nivel visual, el juego mantiene también un nivel notable a pesar de la evidente bajada de resolución, en parte gracias a un diseño muy particular marcado por una apariencia que roza el low poly, aunque sin llegar a la sencillez de otras propuestas similares en lo artístico.
Si bien es cierto que las texturas se ven mucho más planas o que los modelados se antojan más sencillos -especialmente en elementos del escenario-, el resultado general luce bastante bien. Eso sí, en el modo televisor se aprecia un filtro con un gradiente que no termina de convencer, dando una apariencia un tanto extraña; desde luego, como se disfruta más Sifu en Switch es en modo portátil -con la opción de suspender partida en cualquier momento y seguir después en ese mismo punto- a pesar de las ya comentadas ralentizaciones en ciertas transiciones. No podemos obviar otros recortes que se dejan notar como el popping de elementos del escenario o algún que otro artefacto o glitch que pueda observarse en la lejanía, especialmente en distancias de dibujado mayores, que a su vez se han visto menguadas.
Aunque quizás lo más molesto del port de Sifu en Switch sean sus numerosas y largas pantallas de carga, muchas de ellas superando los 40 segundos, rozando el minuto en algunas ocasiones. Estas cargas se dejan notar especialmente al inicio de cada nivel. Como apunte llamativo, la vibración de los Joy-Con -no tanto en el mando Pro- se deja notar más que nunca con cada golpe recibido, mucho más que en otros títulos de acción. Por último, esta versión de Sifu hecha a medida de Switch no aporta novedades o contenidos adicionales a la aventura original, con las mismas actualizaciones que irán recibiendo el resto de versiones a lo largo de los próximos meses.
Conclusión
Sifu propone un beat'em up único que nos hace sentir como auténticos especialistas en kung-fu, como si protagonizáramos nuestra propia película de artes marciales a lo Bruce Lee. Tanto por su marcada personalidad como por su propuesta a los mandos, bastante más técnica y profunda que otros arcades similares, a lo que debemos sumar otros elementos como la progresión, su original sistema de vidas, la historia o una dificultad bastante exigente, especialmente en los modos estándar y difícil. En el caso del port para Switch, más allá de los evidentes recortes gráficos y de rendimiento -que pueden molestar a aquellos que vengan del resto de versiones-, estamos ante la misma aventura de principios de año, un juego totalmente disfrutable que encuentra en la portabilidad de Switch una ocasión más para llegar a un mayor público.
Lo mejor
- Profunda experiencia de artes marciales, ahora también en portátil
- Desafiante y exigente, incita al jugador a aprender
- Sistemas de progresión y vidas muy acertados
- Posibilidad de llevarnos sus combates allí donde queramos
Lo peor
- Recortes gráficos y de rendimiento a 30 fps
- Pantallas de carga demasiado largas y presentes
- Sin novedades o extras respecto al título original
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.