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6 meses, 6 recomendados

6 juegazos de 2022 que no debes pasar por alto

Porque hay vida más allá de nombres como Elden Ring, Horizon o Kirby, hoy destacamos otros que han brillado durante la primera mitad del año.

6 juegazos de 2022 que no debes pasar por alto

Estamos en julio, lo que significa que ya hemos entrado en la segunda mitad de 2022. También significa que es todavía es pronto para hablar sobre cuál será el mejor juego del año, incluso si Elden Ring ha cumplido o superado casi cualquier expectativa y otros candidatos teóricos de peso como Starfield o el nuevo Zelda se han retrasado a 2023. Porque por delante todavía quedan lanzamientos tan prometedores como Xenoblade Chronicles 3, God of War: Ragnarok o The Callisto Protocol, además de otros que quizá no sean tan seguidos por el grueso de jugadores, pero luego aparecen y dan la sorpresa a aquellos que deciden darles una oportunidad por el buen boca a boca.

Y precisamente de esa clase de juegos queríamos hablar un poco hoy. Aprovechar que hemos entrado en el séptimo mes del año para mirar los seis anteriores y recordar títulos que quizá no hayan gozado de un seguimiento mediático comparable al citado Elden Ring, a Horizon Forbidden West, a Kirby y la Tierra Olvidada o a Gran Turismo 7, por poner solo unos ejemplos; pero que a pesar de ello, han conseguido dejar su marca. Cosechar tanto buenas críticas como una considerable cantidad de fans. Así que, con el objetivo de aumentar un poco más su exposición e intentar que lleguen a más fans potenciales, aquí quedan nuestros seis destacados. Uno por cada mes.

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OlliOlli World

Empezamos por un juego que para muchos seguramente no necesitará presentaciones, ya que se trata de la tercera entrega de una saga de skateboarding indie en clave de auto-runner con origen hace ya ocho años. OlliOlli World, no obstante, ha marcado un punto de inflexión importante por moverse del sencillo pixel art de los primeros a escenarios mucho más detallados y coloridos, dibujados a mano y con tanto gran sensación de profundidad como multitud de bifurcaciones hacia rutas alternativas. Como el World del título adelanta, también dispone de un mapamundi con varias zonas temáticas, gobernadas por diferentes dioses del skate y repletas de niveles, retos y las misiones secundarias que plantea su intento de historia.

El control es lo suficientemente intuitivo como para iniciarse con rapidez, pero el juego requiere avanzar de nivel en nivel y practicar para dominarlo, para ejecutar con soltura las decenas y decenas de trucos y combos disponibles. Optimizar más y más los trazados en rejugados. Encontrar nuevos secretos y rutas. No faltan, por supuesto, opciones para personalizar a nuestro skater, tanto estéticas como jugables. Ni el componente online, para batir las marcas de otros jugadores en rankings o generar niveles nuevos. OlliOlli World quizá no reinvente la rueda, pero nos permite rodar, grindar y hacer piruetas sobre cuatro de ellas con más estilo que nunca.

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Sifu

Sifu es una historia de venganza. O mejor dicho, un juego sobre venganza. Lo que puede sonar a distinción obvia, pero es importante. Porque en un medio más pasivo, el precio de esa venganza nunca sería pagado de forma tan directa por el jugador: gracias a un amuleto mágico que permite a nuestro avatar revivir, las muertes en combate son diegéticas (es decir, ocurren también dentro del contexto del juego, no son simples regresos a puntos de control previos), pero envejecen de forma progresiva y permanente al personaje hasta que es demasiado anciano y esa misión para vengar a un ser querido se termina volviendo imposible también para nosotros.

¿Cuál es el truco, entonces? Mejorar. Repetir niveles una y otra vez. Desarrollar instintos para reaccionar a los grupos. Esquivar, hacer parries, usar el entorno a nuestro favor. Saltar a través de cristales o deslizarse sobre mesas para ganar espacio cuando nos arrinconan. Usar botellas, escobas o cualquier otro objeto al que podamos echar mano. Adquirir nuevas habilidades con la experiencia obtenida en combate. Y desbloquear atajos para llegar antes a los jefes; no solo porque son los enemigos más temibles, sino porque la edad que tengamos al derrotarlos será la más baja de partida en el siguiente nivel. Sean 30 años, sean 50. Sifu es un beat ‘em up extremadamente exigente, pero también una de las propuestas más originales del año.

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Tunic

Y hablando de propuestas con cierto aroma añejo, pero un desafío fuera de lo común, esta aventura con reminiscencias de tanto Zelda como Dark Souls también debe estar en cualquier lista de mejores del año que se precie. No porque beba de dos de las sagas más ilustres del medio y a la vez encuentre su propia personalidad, que lo hace y tiene mérito por ello; o porque su exquisita dirección artística sea una delicia para contemplar a pesar de la humildad del proyecto, que también. Su mayor genialidad es la forma en la que trata la información. O mejor dicho, la falta de.

Porque aquí, tan o más importante que conseguir armas, ítems o mejoras convencionales, es encontrar las páginas de un manual. De los de la vieja escuela, de los que venían con sus ilustraciones, mapas y pistas en las cajas de los juegos antes. Tunic es deliberadamente críptico, a veces hasta el extremo, e incluso utiliza un idioma inventado para carteles y descripciones. Así que aunque sus enemigos puedan ponernos contra las cuerdas, la necesidad de resolver rompecabezas que realmente son eso, enigmas donde el jugador tiene que poner de su parte y atar los cabos entre lo que ve en el etorno y lo que le sugiere dicho manual, es el verdadero desafío.

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NORCO

Porque en la variedad está el gusto, también hacemos sitio a una aventura gráfica point and click con gran impacto narrativo. Un viaje hacia la ciudad homónima, Norco, ubicada en Luisiana, donde la refinería de petróleo local —real y lugar de una explosión con consecuencias catastróficas en la década de los ochenta— ha contaminado de forma literal y figurada un ambiente donde dramas familiares, fanatismos religiosos, ciencia ficción, sátira y el humor más desternillante se dan la mano sin que nada parezca más fuera de lugar que todo lo demás. Un cóctel que funciona gracias a un excelente guion (en inglés, eso sí) y una estética visual muy personal.

En el ámbito jugable, NORCO también combina el point and click más tradicional, donde los fans de la LucasArts clásica se sentirán como en casa, con momentos de auténtica aventura conversacional, mucho más densa en texto, e incluso minijuegos. No es siempre la parte mejor resuelta, pero difícilmente lastra una experiencia tan deliberadamente ecléctica, con capacidad de emocionar para justo después arrancarnos una carcajada. Las decisiones que alteran la trama también dan pie a rejugados si la primera partida nos deja con ganas demás, aunque un solo viaje a esta visión alternativa de la Norteamérica profunda es más que suficiente para dejar huella.

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Rogue Legacy 2

Tras un par de años en Early Access, la secuela de uno de los mejores roguelike de la década pasada alcanzó hace poco su versión final (además de port a consola) y el resultado difícilmente podría haber salido mejor. Al igual que la entrega original, Rogue Legacy 2 combina con destreza acción y plataformeo. Y también al igual que el primero, o cualquier otro roguelike que se precie, genera de forma procedural escenarios cada vez que muere un personaje y empezamos otra ronda con el siguiente sucesor en línea (a elegir entre tres con diferentes clases, generados al azar) para intentar llegar más lejos con él gracias a las mejoras adquiridas.

Pero Rogue Legacy 2 no se limita a ser “lo mismo, pero mejor”. Esta secuela ofrece mejores gráficos, mayor variedad estética y jugable en los niveles, más habilidades y nuevas clases, pero además añade reliquias con ventajas temporales, que aparecen en forma de disyuntiva entre dos opciones y no son heredables por el personaje posterior como las permanentes, así que personalizan más cada partida en vez de simplemente apilarse sobre las demás. A pesar del inevitable componente azar, Rogue Legacy 2 es un roguelike excelente, muy bien equilibrado (todas las clases tienen ventajas y desventajas propias), que invita a jugar una y otra, y otra vez.

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Neon White

Neon White es, sin lugar a dudas, una de las mayores sorpresas en lo que llevamos de año. También es el nombre de su protagonista, un asesino fallecido que busca su oportunidad de quedar en el cielo exterminando demonios. La premisa es intrigante, y su narrativa le hace justicia con montones de diálogos, personajes memorables y un diseño visual muy estilizado. Pero la cosa se pone incluso más interesante cuando de verdad toca jugar, ya que Neon White es un First Person Shooter muy sui géneris. Aquí no vamos pistola en mano explorando los niveles. Aquí nos lanzamos por el aire y usamos cartas para acabar con los demonios en tiempo récord.

El juego es en realidad tan o más un plataformas con espíritu speedrunner que un shoooter, aunque apuntar bien y gestionar los recursos sea vital. Las fases son extremadamente cortas, de menos de un minuto, así que los reintentos y la optimización del movimiento resultan esenciales. Las cartas que encontramos no solo ofrecen diferentes armas para usar (pistolas, escopetas, fusiles, etc.) con usos limitados, también doble función para consumirlas a cambio de embestidas que acaban con los enemigos al instante y abren nuevas posibilidades tácticas para la rejugabilidad. Como en el caso de OlliOlli, el punto de entrada es sencillo, pero la motivación para superarnos a nosotros mismos y a los demás (también cuenta con clasificaciones online) lo pueden terminar volviendo casi infinito.

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Sifu

  • PC
  • PS5
  • NSW
  • PS4
  • XBS
  • XBO
  • Acción

Sifu es un videojuego de acción beat'em up a cargo de Sloclap para PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Switch, Xbox One y Xbox Series en el que controlamos a un joven aprendiz de kung-fu en su particular camino de venganza. Sifu cuenta la historia de un joven estudiante de kung-fu con sed de venganza, que busca a los asesinos de su familia. Uno contra todos: no cuenta con ningún aliado y tiene innumerables enemigos. Depende de su dominio único del kung-fu y de un colgante misterioso para perseverar y preservar el legado de su familia.

Carátula de Sifu
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