Rogue Legacy 2, análisis. Digno sucesor al trono y uno de los grandes juegos del año

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A finales de abril de 2022, Rogue Legacy 2 llegó a su versión 1.0 en PC para Steam y la Epic Games Store tras estar casi un par de años en estado de early access/acceso anticipado. A este lanzamiento oficial se sumó una versión de consolas para Xbox One y Xbox Series X|S. En nuestro análisis os contamos qué nos ha parecido la secuela del título que puso en el mapa a Cellar Door Games, aunque os adelantamos que estamos ante un metroidvania y roguelike/roguelite excelso:

Análisis de Rogue Legacy 2: más y mejor

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Mucho tiempo ha pasado desde agosto de 2020, momento en el que Rogue Legacy 2 estuvo disponible de forma oficial al público en estado de acceso anticipado. Desde entonces, Cellar Door Games ha ido añadiendo nuevo contenido a la par que depurando el conjunto parche tras parche hasta abril de 2022, que es cuando Rogue Legacy 2 ha sido lanzado ya como título completo.

Para los que no sepan de qué va la cosa: Rogue Legacy 2, tal y como ya hizo su primera parte, es un título de acción, aventura, plataformas y exploración en dos dimensiones. Tiene mucho de metroidvania (más que su predecesor), y bastante de roguelike/roguelite. Encarnamos no a un personaje, sino a toda una dinastía que debe adentrarse en un castillo cuyas habitaciones se generan aleatoriamente; el objetivo es ir explorando y obtener habilidades que nos permitan llegar a zonas previamente inaccesibles, derrotando a todo tipo de enemigos y jefazos finales durante el proceso.

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¿Por qué hemos dicho que manejamos a una dinastía y no a un único personaje? Porque, como ya estableció el primer Rogue Legacy, cuando nuestro personaje muere (y creednos, vais a morir mucho) acto seguido escogemos a uno de sus vástagos con los que empezar a jugar desde cero. Es un giro de tuerca curioso a la muerte permanente; es gran parte de la gracia de esta saga. Además, estamos sujetos a cierta aleatoriedad a la hora de escoger a nuestro nuevo avatar, especialmente teniendo en cuenta que tanto su clase (caballero, mago, e incluso repartidor de pizzas) como sus atributos (regordete, diminuto, daltónico...) son completamente aleatorios. Por regla general, cuanto más incapacitantes sean los rasgos de nuestro personaje, más dinero ganaremos.

El bucle de la jugabilidad de Rogue Legacy 2 es muy similar al del anterior título, y esto no es negativo precisamente, ya que incita al jugador a superarse a sí mismo. El clásico "venga, una partida más", hasta que se te hacen las cuatro de la mañana. Es decir, exploramos todo lo que podemos hasta que inevitablemente morimos (las formas de curarse son escasas, especialmente al principio del juego, por lo que los errores se pagan caro), y en la siguiente partida usamos el dinero para mejorar de forma permanente al sucesor de nuestro protagonista recientemente liquidado. A estas mejoras permanentes se suman las Herencias, habilidades que desbloqueamos tras superar pruebas diversas y que son necesarias para avanzar en el juego, como el salto doble.

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Este bucle también ayuda a que el propio jugador conozca las idiosincrasias de cada una de las zonas, como el tipo de enemigos que las habitan y su nivel, qué trampas hay, o qué posible botín podemos encontrar. A base de mucho ensayo y error, vamos refinando nuestra habilidad a los mandos. O podemos simplemente farmear dinero sin ton ni son y comprar mejoras con las que hacer los sucesivos intentos de limpiar el castillo mucho más asequibles.

La curva de dificultad es dura al principio, algo de lo que ya os hablamos en nuestras impresiones del juego en early access, aunque a medida que le vayamos midiendo el lomo y ganando destreza a los mandos, conseguiremos dominarlo y eventualmente incluso llegar a derrotar al jefe final. Si sabemos lo que hacemos, podemos conseguir que Rogue Legacy 2 se convierta en un paseo; la posibilidad de romper el juego de forma deliberada a base de adquirir ciertas mejoras es uno de sus principales atractivos, y algo tremendamente satisfactorio. Barrer el suelo con el trasero de un jefe que nos ha hecho sufrir de lo lindo en anteriores enfrentamientos es algo que te sube bastante la moral.

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La escala de Rogue Legacy 2 es bastante mayor que la del primero; no solo hay un mayor número de zonas, es que, además, la inclusión tanto de las Herencias como de las Revelaciones fomentan bastante la exploración. Podemos obtener piezas de lore para enterarnos de la historia y el trasfondo de este título y también bonificaciones como daño extra a ciertos jefes. Las Reliquias que podemos obtener al azar le dan más vidilla al juego aún si cabe, añadiendo aún más variedad.

Nuevas clases de personajes se unen a otras que vuelven tal cual del anterior videojuego. Hay una gran variedad de estilos de juego, y aunque es perfectamente posible completar la aventura con cualquier clase, es cierto que algunas situaciones como ciertos jefes se hacen más sencillos si nos enfrentamos a ellos con la clase "correcta". A base de ir probando vamos aprendiendo sobre los diferentes enfoques que tenemos para cada situación, lo cual engancha bastante.

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En cierto modo, podemos afirmar que la aventura comienza de verdad a partir del Nuevo Juego+, donde debemos sí o sí añadir modificadores de dificultad adicionales que van más allá de los típicos como que los enemigos tengan más vida o hagan más daño. ¿El juego se os hace demasiado simple? Sin problema; Cellar Door Games pone a nuestra disposición todo tipo de opciones solo aptas para masoquistas redomados. Que no se diga.

Rogue Legacy 2 trae consigo opciones de accesibilidad llamadas reglas caseras con las que podemos modificar la dificultad a nuestro gusto. Si bien es cierto que no hacen que automáticamente nos pasemos el juego, sí que pueden solucionarnos mucho la vida... o hacérnosla imposible, porque también podemos subir la dificultad mediante este menú de opciones adicionales.

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Hemos seguido la recomendación de los propios desarrolladores de no usar estos ajustes opcionales en ningún momento antes de, al menos, haber completado una vez la partida. Esto nos da una cifra en horas de juego: 30 horas y muchas muertes a nuestras espaldas. Mucho contenido adicional se desbloquea superando el juego numerosas veces, por lo que estimamos que si queremos exprimir al máximo Rogue Legacy 2, esta cifra se nos puede ir a las 100 horas perfectamente. Entre este contenido extra estarían piezas de equipamiento avanzadas, enemigos y jefes secretos, y logros.

Continuando con las opciones de accesibilidad: una vez que las usamos para reducirnos la dificultad al mínimo posible (incluyendo la posibilidad de que nuestro personaje vuele), es cuando comenzamos a verle las costuras al juego. Los enemigos que antes hacían que nos tirásemos de los pelos ahora caen de un mandoble, lo que provoca que avancemos por el escenario a una velocidad vertiginosa y arrasando todo a nuestro paso.

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Al trivializar su dificultad de tal forma, las partidas que jugamos de esta manera se nos hicieron tremendamente anodinas al despojar a Rogue Legacy 2 de su orgullo y a nosotros mismos de la sensación de avance y de estar realmente aprendiendo a dominar a la bestia. Como comentamos más arriba, romper Rogue Legacy 2 de por sí es relativamente simple si sabemos lo que hacemos; estas herramientas adicionales son echar más gasolina al fuego. Una pista: activad el vuelo y escoged a un bárbaro como personaje. Y que de fondo suene Let's Beyblade.

Rogue Legacy 2 se asemeja más a Nuclear Throne que a The Binding of Isaac en el tema dificultad; aunque podemos obtener mejoras al azar en cada partida explorando, nuestra supervivencia depende enteramente de nuestra habilidad. Estas mejoras para cada partida o run suelen ser una ayuda adicional más que un ganapartidas como comúnmente suele pasar en The Binding of Isaac.

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Otro cambio evidente y del que os hablamos en su momento entre Rogue Legacy y Rogue Legacy 2 es su apartado artístico y visual: mientras que en el primero se usaba un de enfoque pixel art, en la segunda parte se utiliza una estética mucho más estilizada y limpia. En realidad es un videojuego en 2,5D; los personajes son tridimensionales mientras que los entornos están dibujados a mano, aunque las técnicas a la hora de renderizar a los primeros hacen que también parezca que son 2D. El resultado final es bastante convincente y redunda en unas animaciones tremendamente fluidas.

Los problemas de rendimiento y estabilidad que comentamos en nuestro texto de impresiones de Rogue Legacy 2 en acceso anticipado han sido solventados de cara a la versión 1.0. Teniendo el mismo equipo que entonces (i9 3,60 GHz, RTX 2070 Super OC de 8 GB, 32 GB de RAM) ahora podemos jugar sin problemas a resolución 4K y a 60 FPS rocosos.

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La banda sonora de Rogue Legacy 2 es decente; cero peros en este aspecto. Hay algunas composiciones remezcladas y remasterizadas del anterior, aunque la mayoría de la música que suena es completamente nueva.

Otro aspecto a recordar es que el título está completamente localizado al español (cuando estaba en early access solo estaba disponible en inglés). Esto es de agradecer, ya que no solo nos permite conocer de primera mano la trama del juego; también hay mucho humor absurdo en las descripciones de las mejoras de nuestra mansión, o de los rasgos y debilidades de nuestros personajes.

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Para ir concluyendo, se trata de una secuela que supera en prácticamente todos los aspectos al original. No solo es uno de los mejores exponentes de su género; también es uno de los mejores juegos de 2022.