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Norco

Norco

Premio en Tribeca

NORCO, análisis. Excelencia narrativa

Analizamos una aventura gráfica de sabor añejo y guion sobrecogedor que además fue el primer juego en ser premiado en el Festival de Cine de Tribeca.

Actualizado a

Norco es el nombre de una ciudad del estado de Luisiana con algo menos de tres mil habitantes. También es el acrónimo de New Orleans Refining Company, la empresa petrolera que compró esas tierras hace más de un siglo y que aún las trabaja y opera. Pero a partir de ahora, NORCO se escribirá en mayúsculas y hará alusión a una tercera cosa. Una aventura gráfica ambientada en dicha región que ningún fan del género (ni de las buenas historias) debería perderse. Hoy en MeriStation analizamos el primer juego en recibir un premio en el prestigioso Festival de Cine de Tribeca y ya os adelantamos que se trata de una de las sorpresas más agradables de 2022.

NORCO: una ciudad, un modo de vida, un juego

Es importante comprender la magia de esa localización tan concreta porque sin ella no habría juego, al igual que no existiría ciudad de no ser por la refinería y del mismo modo en que ésta no tendría empleados si no fuera por la población autóctona. Las tres acepciones van de la mano. Claramente influenciado por Kentucky Route Zero, NORCO hace universal lo regional. Transforma una pequeña ciudad de la América profunda en el más fascinante y cautivador de los lugares. El escenario es el gran protagonista de la obra.

Yuts, el director de Geography of Robots (el estudio detrás de NORCO), nació y se crió en la ciudad y siempre ha creído que ésta es una de las muchas versiones que hay en la vida real de la Midgar de Final Fantasy VII, o de la Revachol de Disco Elysium. Avalado por el sello de calidad de una distribuidora como Raw Fury, ahora Yuts quiere demostrar que esos lugares no son sólo ficción y que, aún con todas sus peculiaridades, las emociones de sus gentes son universales. Este es su petroleum blues.

La tragedia real de la que parte el juego

En 1988, la ciudad de Norco se hizo famosa por una terrible explosión en la refinería que acabó con la vida de seis personas, provocó lesiones a más de cuarenta y obligó a evacuar la zona. El cielo ardió durante días y una espesa niebla de color oscuro lo invadió todo. La gente se perdía en ella, desaparecía y moría intoxicada. Pero lo peor vino después. Porque en la vida real no hay tantas Erin Brockovich. Ni se compensó ni se ayudó a nadie. Tras aquello, durante un tiempo sólo hubo pobreza, enfermedades y una fauna y flora envenenadas. El marco del apocalipsis.

El creador del juego, nacido y criado en la ciudad de Norco, quedó muy marcado por la refinería que explotó allí en 1988 y las consecuencias para la gente de la zona.
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El creador del juego, nacido y criado en la ciudad de Norco, quedó muy marcado por la refinería que explotó allí en 1988 y las consecuencias para la gente de la zona.

El juego se sitúa en un futuro no tan distópico en el que todos los habitantes de la zona detestan la fábrica, la compañía a su cargo y hasta la propia ciudad. Desde el insoportable olor a neumático quemado que recorre sus calles hasta ese constante ruido a sierra metálica con el que han tenido que aprender a dormir. Pero es una relación de amor odio. No se plantean abandonar su hogar ni conciben otra forma de vida. Es posible que ni siquiera haya sitio para ellos en el resto del mundo.

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La ambientación es memorable y los escenarios por los que viajaremos nos llenarán de melancolía.
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La ambientación es memorable y los escenarios por los que viajaremos nos llenarán de melancolía.

Amor odio y una divertidísima tristeza

En este contexto, nosotros nos ponemos en la piel de Kay, una joven de 23 años que ha vuelto a Norco tras la muerte de su madre y que tiene la intención de volver a conectar con su hermano. Kay huyó de la ciudad tan pronto como fue mayor de edad y lo hizo sin mirar atrás, ni cuando su hermano le dijo que se quedara, que la necesitaba, ni cuando su madre le informó tiempo después de que tenía cáncer. Hasta ese punto odiaba estar cerca de la refinería que le quitó la vida a su padre, la alegría a su madre y, a ella, la infancia. Menudo dramón, pensaréis, pero nada más lejos de la realidad.

Nosotros nos pondremos en la piel de Kay, una joven que regresa a la ciudad tras más de cinco años huyendo de ella, sus recuerdos y su familia.
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Nosotros nos pondremos en la piel de Kay, una joven que regresa a la ciudad tras más de cinco años huyendo de ella, sus recuerdos y su familia.

NORCO tiene momentos en los que dan ganas de llorar y de llamar inmediatamente a tus padres, incluso si estás jugando a las cuatro de la mañana, pero también es increíblemente divertido. Porque a toda esa atmósfera tan lóbrega y real no tarda en añadirle androides, cerebros que hablan, grandes conspiraciones, fiestas de furros como la de Monkey Island 2, sectas de adolescentes que quieren construir una nave espacial, fascistas patosos armados hasta los dientes y hasta referencias a los perritos calientes de La Conjura de los Necios. Por tanto, no tardaremos en estar buscando a un hermano desaparecido junto al detective privado más casposo y achuchable de la historia.

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Antes de que nos cortemos las venas, la tragedia se combina con situaciones surrealistas y diálogos brillantes.
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Antes de que nos cortemos las venas, la tragedia se combina con situaciones surrealistas y diálogos brillantes.

Son dos registros radicalmente opuestos. Del llanto a la risa y vuelta a empezar. A ratos asistiremos a una historia sobre las consecuencias de huir de los problemas, sobre el arrepentimiento y la culpa, sobre despedirse, pedir perdón o simplemente decir lo que se siente. En otras ocasiones, a una sátira desternillante sobre Estados Unidos y lo mejor de cada casa. Pero el guion de Norco está escrito que da gusto. Logra que, por una vez, agua y aceite se mezclen. Nos cuesta recordar unos diálogos tan brillantes.

Es un alarde continuo de formas de abordar la narración. Encima no deja títere con cabeza. No es sólo una reflexión sobre las grandes corporaciones y un ajuste de cuentas con esa caricaturización de la Estados Unidos sureña que ha hecho Hollywood. NORCO toca todos los palos y arrampla con la propia sociedad moderna. Religión, tecnología, trabajo, medio ambiente, ocio, relaciones. No se limita a mirarse el ombligo y recordar con autocompasión lo que pasó. Está repleto de temas de rabiosa actualidad tan profundos como exquisitamente reflejados. La realidad, con todos sus matices, permanece desnuda y a la espera del ojo crítico de cada uno. Es un pequeño milagro del que no queremos destriparos nada y del que cabe avisar que, por ahora, sólo está disponible en inglés.

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Que vuelvan las aventuras conversacionales

Si hablamos tanto de su ambientación, historia y trasfondo es porque, en lo jugable, NORCO resulta más terrenal. Una aventura gráfica en formato point and click que está repleta de escenarios en 2D con objetos que mirar y personas con las que hablar. Es un juego de leer (leer mucho) y reflexionar. De explorar y resolver problemas. De ritmo lento y pausado. Colirio para los ojos en estos tiempos de acción en vena y estímulos constantes. Siempre está de más decirlo, pero en casos así conviene recordar que ha de gustarte el género y has de tener tiempo y estar de humor.

Por momentos, y de nuevo influenciado por Kentucky Route Zero, el título se da el lujo de cambiar de estilo y hasta se transforma en una aventura conversacional. Puro texto sobre fondo negro y desafíos de lógica. En otras ocasiones, esta vez sin referencia clara, añade minijuegos más modernos e insulsos, en plan quick time events, realidad aumentada o Simón dice. Los hay que parecen un poco fuera de lugar, como los relativos al combate, pero se sobrellevan y permiten que, aún sin inventar nada, Norco sea lo suficientemente variado y más que capaz de sorprender durante las 6 horas que duran sus tres actos principales.

Está lleno de minijuegos, algunos más inspirados que otros, y cambios de estilo. Un homenaje al género muy influido por Kentucky Route Zero.
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Está lleno de minijuegos, algunos más inspirados que otros, y cambios de estilo. Un homenaje al género muy influido por Kentucky Route Zero.

Nuestra única pega no tiene que ver tanto con las mecánicas, sino con lo evidente, fácil y lineal que NORCO resulta a veces. Se echan de menos más secretos, posibilidades para superar las distintas situaciones y cambios en la historia en función de nuestras decisiones. A veces nos permite hasta repetir diálogos para que probemos los distintos tipos de respuesta. Esto acaba traduciéndose en una protagonista sin demasiada personalidad que no termina de desarrollarse y que desde luego, no destaca al lado del resto de personajes. Aunque, ¿quién puede destacar cuando tus compañeros son un pirata, un detective borracho, un androide de seguridad fugado y el mono de peluche de tu infancia?

Nuestros compañeros son un pirata, un detective borracho, un androide de seguridad fugado y el mono de peluche de tu infancia. ¿Hace falta decir más?
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Nuestros compañeros son un pirata, un detective borracho, un androide de seguridad fugado y el mono de peluche de tu infancia. ¿Hace falta decir más?

Todo un viaje AUDIOvisual

Artísticamente las imágenes y el tráiler hablan por sí solas. Amor por el pixerl art. Una road movie repleta de recursos que cuenta con las metáforas visuales de Lynch y la melancolía de Linklater. Sus creadores reniegan del término cyberpunk a pesar de la nebulosa de tecnología y objetos sci-fi que pueblan su mundo. Llámese como se quiera. Gótico sureño. Realismo mágico. Distopía punk. Es la visión más triste y decadente posible de la futura Estados Unidos rural.

Lo que quizás no se aprecie tanto y es igual de fabuloso (o más) es el aspecto sonoro. A la banda sonora de Gewgawly I, sacada de la escena DIY y perfecta dentro de su humildad, le acompaña un cuidado de los efectos de sonido muy poco habitual en el panorama indie. Es tremendamente recomendable disfrutarlo con cascos.

Conclusión

NORCO es un ejercicio de excelencia narrativa, una tabla de salvación para los huérfanos de Kentucky Route Zero. Heredero de aquel, el juego nos plantea una aventura gráfica (por momentos conversacional) de las de toda la vida. Un point and click plagado de sorpresas que sobre todo enamora por su ambientación, trasfondo y guion. Una sátira de la sociedad moderna y la América profunda en la que sería imposible acumular más personajes memorables, o combinar risas y melancolía con mayor destreza. Su arte y mimo en lo sonoro terminan de apuntalar una de las experiencias del año. Una en la que merece la pena sumergirse y bucear sin prisas ni distracciones. Bienvenidos a Norco.

Lo mejor

  • Escrito que da gusto. Diálogos brillantes. Capaz de sorprender, emocionar y hacer reír.
  • El trasfondo y la ciudad de Norco.
  • Artísticamente cautivador y cuidadísimo a nivel de sonido.
  • Largo y variado. 6 horas con múltiples mecánicas y situaciones.

Lo peor

  • Decisiones sin peso en la trama. A veces peca de evidente y lineal.
  • Algunos minijuegos, como los de combate.
  • Por ahora sólo en inglés.
9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.