Saints Row, impresiones. Las apariencias engañan
Volvemos a Santo Ileso para conocer todos los motivos que respaldan la candidatura del reboot de Saints Row a estar entre los mejores juegos de 2022.
Pongamos las cartas sobre la mesa. El primer tráiler de Saints Row no era muy atractivo que digamos. Estaba protagonizado por unos críos cuyo diseño parecía un estereotipo bastante cringe de lo que se considera moderno hoy en día. Intentaba con tanto ahínco eso de “molar” que al final pasaba lo contrario y generaba rechazo. Sólo faltaba ver a los personajes haciendo bailecitos de Fortnite (spoiler: el juego final los tiene). Encima el tráiler era una cinemática y suponía el reinicio de una saga apreciada y sin aparente necesidad de reseteo. Era un cúmulo de malas decisiones que desencadenó una lluvia de dislikes en Youtube y obligó a Volition a sacar un gameplay extendido que se reservaba para fechas posteriores. Es una pena que muchos ya hubieran saltado del barco y puesto agua de por medio. Aquel gameplay constataba algo de lo que tratamos de avisaros en nuestras impresiones iniciales: Saints Row regresa cambiado como nunca, pero tan divertido como siempre.
Gracias a Koch Media, en MeriStation hemos tenido una segunda aproximación al juego y cómo ha cambiado la película. Se nota que esta vez hay ganas de despejar dudas y callar bocas. El público pudo llevarse una mala primera impresión, pero esta vez no van a permitir que sea así. Para que os hagáis una idea del cambio de enfoque, este nuevo gameplay coge el toro por los cuernos y empieza reconciliándonos con sus protagonistas. La solución que propone es fácil: si no os gustan, cambiadlos. A cualquiera de ellos. Saints Row contará con el editor más completo y profundo de la historia de la saga (y esto son palabras mayores). El editor ha sido históricamente una característica tan importante que, en anteriores entregas, hasta se ha lanzado por separado antes que el juego para que fuéramos trasteando con él y compartiendo nuestras creaciones online. Esta vez no funcionará así, pero las opciones son infinitas.
Hemos visto un personaje que se parecía a Shrek, otro con el aspecto de Tony Soprano, un tercero con las cicatrices del Joker y así podríamos seguir hasta mañana. ¿Os gustó sentiros como un cirujano al elegir el tamaño de vuestro pene y tetas en Cyberpunk 2077? Tranquilos que aquí también contaremos con voz y voto en lo que a nuestras partes púdicas se refiere. Y ojo porque no sólo hay editor de personajes. Tenemos otro igual de completo para coches y armas. Incluso la base de nuestra organización criminal se puede remodelar al gusto de cada uno.
Pensaréis que exageramos, pero el garaje parecía sacado de Need for Speed Underground y la armería ya la quisiera para sí la saga Call of Duty. Las pistolas, por poner un ejemplo, permiten escoger una skin diferente para cada una de sus piezas. Las mesas de trabajo ofrecen combinaciones tan alocadas como un bate de béisbol que usa luces de navidad como clavos (y por supuesto, estos brillan al golpear a los enemigos). Por no hablar de la variedad de vehículos: el hoverboard de Regreso al Futuro, un puesto de perritos calientes, food-trucks con forma de tiburón o unicornio, asientos eyectables, wingsuits... etcétera, etcétera. A nivel de personalización, Saints Row juega en otra liga.
Solucionado el tema estético, Volition también ha abordado esta vez las dudas jugables. O más que dudas, incógnitas. Hasta ahora teníamos muchas promesas y poco material. “El mejor sistema de conducción que hemos hecho nunca”, decía la desarrolladora. “Variedad, variedad y variedad. La clave es divertir y sorprender de manera constante”. Sonaba genial, pero… ¿en qué se traducía aquello? Pues bien, se acabaron los castillos de arena en el aire. La desarrolladora se ha explayado y nos ha mostrado Saints Row en detalle. Y sí, la propuesta sobrevive a sus promesas.
Burnout meets John Woo
En lo que a conducción respecta, estamos ante un juego de lo más arcade. Las persecuciones policiales están a la orden del día y al verlas es imposible no pensar en Burnout. Se nos invita abiertamente a chocar con los vehículos rivales para echarlos de la carretera y hacer que se estrellen. Explosiones, sistema de daños, castañazos a cámara lenta y saltos imposibles, todo a gran velocidad. Y si nos cansamos y buscamos algo más pragmático, podemos romper de un codazo la ventana en cualquier momento y sacar la UZI de turno para abrir fuego mientras conducimos. O mejor aún, ponemos el piloto automático (o pedimos al compañero que coja el volante) y trepamos al techo del coche o al capó, como en el mítico Pursuit Force de PSP. Una vez allí nos convertimos en John Woo y disparamos tumbados boca arriba o saltamos a otros vehículos en marcha. ¿Físicamente imposible? Quizás. ¿Visualmente espectacular? Sin dudas.
Fuera del coche, movernos resulta igual de rápido, fluido y ameno. Ni el Spider-Man de Insomniac en sus paseos por Nueva York. El mundo de Santo Ileso es enorme (el mapa más grande de cualquier Saints Row), pero viajar por él no puede ser más divertido (¿o queremos decir disparatado?). Existe un botón para salir eyectados de nuestro coche y a continuación desplegar un wingsuit con el que volar y avanzar a toda velocidad. ¿Perdemos impulso? Bajamos hacia algún ciudadano y rebotamos encima suya como si fuera un goomba para volver a proyectarnos hacia arriba. O llevamos a cabo la opción B: subimos a un coche en marcha, robarlo sin que llegue a detenerse y continuar con él desde ahí. Gamberrada tras gamberrada.
Acción en vena, divertida y sin pretensiones
¿Y qué hay de la acción? ¿Qué hay de los “muchos perks y habilidades distintas” de los que hablaba Volition? En el reboot de Saints Row nuestro personaje ganará experiencia, subirá de nivel y podrá desbloquear nuevos movimientos y ventajas. El árbol de habilidades no será igual que el de anteriores entregas, sino una mezcla de varios de ellos. Entre los poderes desbloqueables, por ejemplo, hemos intuido un ataque como el hadoken de Ryu o el red hawk de Luffy D. Monkey (una bola/puñetazo de fuego, vaya). Otro permitía humillar al adversario tirándole de la oreja y haciendo que se arrodille, como en el Canis Canem Edit de Rockstar (Bully para los amigos), y había uno que servía para pegar una granada a los enemigos y después lanzarlos lejos de nosotros para que estallen a distancia, al estilo de Nathan Drake en Uncharted. Un completo repertorio de acciones que sumará habilidades pasivas como puedan ser una mayor resistencia al fuego y las explosiones. A la espera de conocer el número total, por ahora pinta variado y vistoso.
Pero si en este reboot hay un niño mimado, ese es nuestro arsenal. Tan loco como el de entregas pasadas o como el de un juego de Borderlands. Hemos visto fusiles que desplegaban un escudo y permitían ver y disparar a los malos a través de las paredes, o piñatas explosivas que sustituían a las granadas. Nos cruzábamos con enemigos que movían varias armas blancas a tal velocidad que se confundían con el General Grievous. Por no hablar de cierta arma que, al golpearnos, provocaba en nosotros los efectos de un viaje de LSD. Nos quedábamos ciegos, el mundo a nuestro alrededor quedaba a oscuras y, de vez en cuando, como si fuéramos un sónar, volvíamos a ver el contorno de las cosas, pero con colores chillones y llamativos. Ojalá el broche de oro lo ponga el regreso de las favoritas de los fans.
Primeras dudas y miedos
Con todo, hemos de admitir que la puesta en escena se intuye un poco simple y machacabotones. No es algo que podamos corroborar sin ponernos a los mandos, pero en lo que hemos visto, los enemigos eran esponjas de balas que no caían ni con varios disparos a la cabeza. Tampoco había opción de cubrirse (y si la había, no importaba). El cuerpo a cuerpo, por más que se haya rediseñado inspirándose en Uncharted, consiste en ir como un pollo sin cabeza de lado a lado mientras soltamos un puñetazo por aquí y otro por allá sin dejar de correr. Es una propuesta arcade y alocada, pero nos genera dudas a medio, largo plazo, cuando pierda el factor sorpresa y la carcajada inicial.
Por su parte, el batiburrillo de nombres citados en estas impresiones permite vislumbrar lo que podemos esperar: un cóctel de ideas y propuestas ya vistas con antelación. Saints Row no inventa la rueda. Ni la rueda ni la pólvora ni nada. Es una experiencia bastante conservadora y clásica dentro de su propia locura. Es como volver a los sandbox de principios de siglo. Hay momentos en los que se agradece, en los que se echa de menos la fórmula y apetece un juego directo y sin pretensiones. Más en plena sequía del género. Sin embargo, esto mismo provoca que haya otros momentos en los que en realidad lo que echemos de menos sean algunos de los pasos que ha dado el género en los últimos años. Es el caso del mapa lleno de iconos o del relleno genérico y repetitivo en sus secundarias. Ya podemos funcionar sin ambas cosas. El 100% de Saints Row será una labor titánica que además de tiempo exigirá paciencia.
Creando nuestro imperio
Todo dependerá de cómo funcione la piedra Rosetta de este nuevo Saints Row. La gran novedad del juego es la posibilidad de montar distintas start-ups criminales por los nueve distritos diferentes de Santo Ileso. Negocios que os sonarán de las entregas originales. Podemos abrir un garaje como tapadera para robar coches, levantar una cadena de food-trucks en los que en vez de hamburguesas se vende droga, montar una clínica sanitaria que sirva para timar al seguro o fingir que somos un campamento militar para trapichear con armas. Hasta 14 criminal adventures diferentes, cada una con 4 fases de progresión y sus propias secundarias y mecánicas jugables asociadas. Por ejemplo, el garaje viene acompañado de un minijuego que consiste en hacer explotar el mayor número de coches en el menor tiempo posible, como el modo espectáculo de Burnout Paradise.
Estos negocios turbulentos se pueden instalar allí donde nos apetezca y lo decidimos desde nuestra base de operaciones, personalizable con más de 100 coleccionables diferentes. Se trata de una iglesia abandonada en mitad de la ciudad desde la que podemos desarrollar a la banda y relacionarnos con nuestros compañeros. Provoca reminiscencias a lo planteado por Assassin's Creed en Valhalla, o salvando las distancias, a Red Dead Redemption 2 y sus campamentos. Al margen de la mesa de mando, el modo de funcionar será puro GTA. Sacamos nuestro móvil, navegamos por la agenda y vamos seleccionando opciones. Será desde el teléfono desde donde por ejemplo invitemos a otros jugadores a nuestro mundo, pues recordemos que absolutamente todas las actividades de Saints Row pueden hacerse en multijugador cooperativo para dos personas.
Si estas mecánicas empresariales logran ser lo suficientemente profundas y diversas como para mantener la experiencia en constante evolución, Saints Row podría dar el campanazo y convertirse en uno de los juegos del verano. Ya sabéis lo que dicen: las apariencias engañan. Os gustara más o menos aquel primer tráiler, el juego ha ido desplegando ante nosotros un elenco de posibilidades encomiable. Su mundo, su editor y su jugabilidad merecen una segunda oportunidad sin prejuicios.
Nosotros estamos deseando bucear en sus posibilidades para ver qué sensaciones produce con el correr de las horas. Hasta que llegue, y por si os habéis quedado con ganas de más, os recomendamos repasar la preview original, en la que profundizamos en su mundo, influencias, tipos de enemigo y razones que explican el reboot. Y si no, tranquilos que tampoco habrá que esperar demasiado. Los Saints volverán el 23 de agosto de 2022 a PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X.
- Acción
- Aventura
Saints Row es una aventura de acción de mundo abierto a cargo de Volition y Deep Silver para PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series. Te damos la bienvenida a Santo Ileso, una dinámica ciudad ficticia en el suroeste estadounidense. En un mundo plagado de delincuencia, un grupo de jóvenes amigos emprende su propio negocio delictivo. Como futuro jefe o jefa, con Neenah, Kevin y Eli a tu lado, crearás a los Saints y te enfrentarás a los Panteros, los Idols y Marshall a medida que vayas levantando tu imperio en las calles de Santo Ileso y tengas que combatir por el control de la ciudad.