E3 2021, día 1: Ubisoft juega sobre seguro y Devolver, a lo suyo

Entre eventos previos, eventos de medios norteamericanos, pre-shows y charlas posteriores, podía hacerse difícil identificar cuando era el E3. Pues era hoy. Este sábado arrancaba la feria más grande del mundo del videojuego, que ha aparcado esa grandilocuencia y se ha pasado al formato digital, como era de prever. Dos eran los nombres más esperados de las conferencias del sábado: Ubisoft y Devolver Digital. Y lo eran por motivos distintos. Los primeros, como una de las grandes productoras de AAA del sector. Los segundos, los niños malos y a la vez simpáticos. Los rebeldes antisistema (pero dentro de él). Ubisoft jugó sobre seguro, y acabó con sorpresa; Devolver fue a lo suyo, y en eso son únicos.

Empezaba el show de la compañía gala con Extraction, que antes era Quarantine pero el nombre no era demasiado adecuado tras el 2020 y parte de 2021 que hemos vivido. Se nos presentaron los aliens como elemento argumental del juego (una idea que seguramente no era la prevista antes de la pandemia), pero eso era lo de menos. El juego lucía un extenso gameplay donde mostraba que quería ser el PVE de Siege. Y dejó buenas sensaciones (si se permite la falca publicitaria, lo pude probar durante dos horas).

Junto a él volvió de un largo letargo la serie Rocksmith –suscripción incluida- y acto seguido siguió Just Dance, que no falla a ninguna cita. Cuando decimos que Ubisoft jugó sobre seguro, es porque cuenta con una serie de nombres que conocemos o nos son familiares y siempre están listos para aportar. Far Cry 6 y nuestro nuevo villano favorito, planes para expandir Valhalla más allá de su primer año, lo que es una buena noticia para la saga que no parece ser que tenga nueva entrega en 2022 (con Assassin’s Creed, a veces menos es más y la nueva fórmula es mejor no quemarla), un Riders Republic del que seguimos necesitando ver más concreciones; y dos ases en la manga.

El filtrado –por la propia Nintendo- Mario + Rabbids: Sparks of Hope, que promete ser más ambicioso en muchos sentidos, y Avatar: Frontiers of Pandora. Dos golpes de efecto no menores. El primero, una demostración de que Ubisoft juega sobre seguro: secuela de un gran éxito que incluso han tardado demasiado en llevar a cabo. El segundo, una apuesta firme por el concepto blockbuster ahora que se vienen nuevas películas. Y con motor nuevo. Pocas conclusiones de la escena de vídeo, pero muchas esperanzas de que pueda ser algo grande. Ubisoft cumplió, no deslumbró, pero dejó destellos en una conferencia menos ágil que algunas de sus anteriores. No ser presencial seguramente ayudó poco.

La otra cara de la moneda era Devolver, que de blockbuster nada, pero conocimiento de la industria mucho. Con su estilo particular, y construyendo su propio lore con una presentadora que ya es historia del E3, criticaron el auge del modelo de suscripción y el gratis-pero-paga-dentro-por-todo al que buena parte de la industria se ha abocado. Con gracia para mí y para muchos, pero poca para otros tantos, y con un mensaje interesante pero superficial, pensado para la sonrisa fácil y el olvido rápido. Entre estas dosis de crítica y humor, juegos indies. No serán best sellers, pero nombres como Trek to Yomi –un Ghost of Tsushima 2D-, el atractivo Death’s Door, el inquietante Inscryption y la propuesta retro-desbocada de Demon Throttle son de esos que dan color al videojuego.

Fueron tan alternativos que el nombre más importante de la editora, Shadow Warrior 3, quedó fuera del show con un tráiler antes de empezar. Su parecido a DOOM y sus acabados habrían sido demasiado mainstream para la ocasión. Con menos expectativas y sin tanta parafernalia, horas antes Guerrilla Colective había dejado también nombres independientes a seguir de cerca: Aragami 2, Hunt the Night, FireGirl, Black Book y otros.

El E3 arranca con títulos conocidos, con otros de inesperados y con algunas propuestas convincentes, pero a ritmo lento, sin pisar el acelerador porque sabe que el plato fuerte viene mañana. Xbox, Bethesda, Square Enix y PC Gaming Show.