PlayStation y Jade Raymond, una oportunidad para arriesgar
La creación de Haven Entertainment puede permitir que PlayStation Studios recupere magia experimental con obras que se atrevan a ofrecer algo diferente.
A los grandes autores culturales les curten sus éxitos, pero también sus fracasos. Jade Raymond es una autora cuyas obras he seguido de cerca desde hace mucho tiempo. Me parece un perfil apasionante a nivel creativo, con una aportación inmensa al mundo del videojuego. Me alegro de esta nueva oportunidad con Haven Entertainment, un estudio independiente que trabaja en una nueva IP en exclusiva para PlayStation.
Es una decisión inteligente por parte del grupo liderado por Jim Ryan, que enriquece a PlayStation Studios. Mientras Xbox construye los cimientos de un rascacielos con vistas a dar sus frutos a largo plazo, la compañía japonesa no se achanta y apuesta por dedicar recursos a un nuevo equipo del que no me cabe duda que habrá mucho talento en el camino. Esta situación me recuerda al acuerdo de exclusividad temporal con Kojima Productions, donde un Hideo Kojima en busca de un nuevo capítulo en su dilatada carrera brindó el particular Death Stranding; que podrá gustar más o menos, pero para mí hizo avanzar el medio con su visión del mundo abierto.
Necesitamos que el videojuego ceda espacio a las obras de autor porque son muchas de esas obras las que permiten vislumbrar los nuevos frentes experimentales de este medio cultural. Los Josef Fares, Shigeru Miyamoto, Amy Hennig, Eric Barone, Hidetaka Miyazaki o la propia Raymond han demostrado, al margen de su talento, la capacidad para confiar en una idea y materializarla; buscar la mejor versión de sí mismos, sin necesariamente revolucionar nada. O sí.
Jade Raymond se merecía una oportunidad más. Van muchas, es cierto, con más de un tropiezo. No me importa de quién fue la culpa de las decisiones precipitadas de Google con Stadia ni el porqué del desmantelamiento del proyecto de EA Motive con Visceral Games. Hay decisiones empresariales por encima de la voluntad, y es por ese motivo que confío en que ese nuevo proyecto de Haven Entertainment será una obra ambiciosa en el plano creativo.
He tratado de leer lentamente el comunicado de PlayStation Blog para ver qué podemos sacar entre líneas. Se percibe un año 2020 difícil para ella, con reveses emocionales y un periodo de replanteamiento profesional. Me quedo con esta frase: “Necesito retomar lo que más me gusta y hacerlo de una manera que ofrezca al equipo libertad para explorar, inspirar y crear”.
Libertad. Es fundamental. Desconozco hasta qué punto esa nueva propiedad intelectual se verá regida por el lenguaje PlayStation, así que como jugador espero que en ese título se vean proyectadas las ideas frustradas de un proyecto que nunca verá la luz en Stadia; un proyecto cuyas entrañas tendrá que desvelar el periodismo a base de entrevistas e insistencia. Reconozco que me despierta un interés informativo especial lo que fuese que estaban preparando en Stadia Games and Entertainment. No me extrañaría que parte de ese equipo, con el que Raymond habrá estrechado lazos, sea ahora un elemento más de la ecuación de Haven.
¿Y PlayStation? He de reconocer que no me vi venir este movimiento y que, sin duda, califico de acertado. Supongo que esto no interrumpe los posibles planes de compra de Bluepoint Games en un futuro; algo parecido a lo que ha hecho Nintendo con Next Level Games.
Comienza una generación apasionante para todos, con las tres grandes preparando una artillería de juegos que todavía no conocemos y de los que solo pido una cosa: libertad a la hora de tomar riesgos. Llevo un tiempo pensando que la industria del AAA apuesta por proyectos muy parecidos entre sí. Estoy seguro de que merecerá la pena.