Sobre Bethesda y Xbox: la clave es Xbox Game Pass
La compra de ZeniMax Media por Microsoft garantiza un total de 23 estudios trabajando solo para Xbox; todos sus juegos el primer día en Xbox Game Pass.
Al final todo lo deciden los videojuegos. Nadie se veía esto venir, pero 7.500 millones de dólares han sido el detonante de la que es seguramente la noticia más importante del sector de los últimos años; no me atrevo a cuantificar cuántos. Aunque sí podemos cuantificar el número de estudios exclusivos que tiene ahora el sello Xbox Game Studios: 23. Microsoft ha dado un golpe sobre la mesa y se ha hecho con ZeniMax Media, se ha hecho con los ocho equipos de desarrollo de Bethesda.
En una época donde los 80€ por juego son ya una realidad tangible, Xbox dice no. Los de Redmond avalan que por el pago de una pequeña mensualidad podremos jugar a todo lo que tenga en camino esa engrosada cartera de Xbox Game Studios. Accesibilidad, que no se nos olvide. Nunca fue tan fácil dar el salto a una generación. Sony debe dar una respuesta con su ecosistema PlayStation.
Cuando hace tres años Phil Spencer ascendió a máximo responsable de Xbox supimos que su plan pasaba por dar entidad a la marca a base de videojuegos, nombres que asemejásemos con esas cuatro letras solo con escuchar los equipos al cargo. A veces decimos que un logo es capaz de venderte una consola, y es verdad; pero cuando lo que vemos en pantalla es una composición con The Elder Scrolls, Fallout, DOOM y compañía lo que vemos a es una apuesta de futuro que no tiene ningún tipo de precedentes. La compra de Bethesda por parte de Microsoft genera más certezas que dudas, esas que seguramente todos teníamos después del despliegue de exclusivos de Sony para PS5 y los retrasos en la casa americana. Las cosas han cambiado y, seguramente, aún no somos conscientes de la magnitud de este movimiento.
Porque las reglas las está poniendo el equipo de Phil Spencer. Microsoft quería eliminar fronteras y las han derribado con un caballo de Troya que nadie veía venir. En sus reglas estaba el juego en la nube, disfrutar de la marca Xbox en nuestro dispositivo móvil, en nuestro ordenador, en nuestra Xbox y en las consolas de la competencia. Querían jugadores y no necesariamente vender consolas. Así se fidelizan usuarios, con hechos. Xbox Game Pass es el eje angular de toda una estrategia cocinada a fuego lento. Ya no importan tanto los teraflops, la resolución o la memoria RAM y, aunque haya sido a golpe de talonario, se ha conseguido algo que parecía impensable.
Todos los caminos llevan a Xbox Game Pass
Mi reflexión es clara: ganamos todos. Las situaciones de predominio dan pie a prácticas anticonsumidor. La manera de contrarrestarlas es con prácticas proconsumidor. Por si había alguna duda, todas las licencias de Bethesda llegarán a Xbox Game Pass; tanto iteraciones anteriores como futuras. Sony, que ha ganado la pasada generación por goleada, debe ponerse las pilas y, sobre todo, adaptarse. Esto es una carrera de fondo.
Hagamos cuentas para lo que hemos conocido en un septiembre histórico: anuncio, fecha y precio para Xbox Series S y Xbox Series X; EA Play como nuevo miembro de la familia Xbox Game Pass; inauguración de xCloud en todo dispositivo Android y, como colofón, el anuncio de la compra de ZeniMax Media el día antes de la apertura de reservas de Xbox Series. Un guion idílico ejecutado con maestría, donde incluso los tropiezos de comunicación se han sorteado con autocrítica.
No sabemos cómo terminará este concierto, pero su director de orquesta es por todos conocido y, lo más importante, tiene un elenco de músicos capaz de levantarnos de la silla.
Que comience la función.