Mejor prevenir que curar

La equis ha desaparecido temporalmente de la incógnita. Convendremos en que este escenario es indeseable para Microsoft: Halo Infinite se retrasa a 2021. No por sorprendente es menos comprensible; de hecho, cuanto más pasan las horas más entiendo que 343 Industries haya tenido esa seguramente compleja conversación para decirse los unos a los otros que noviembre era un plazo demasiado precipitado.

Estamos hablando de Halo, no es un título cualquiera.

Recuerdo cuando Project Scarlett se puso sobre la mesa en The Game Awards 2019 con nombre y apellidos, rodeada de luces y cientos de miles de personas aconteciendo desde sus casas quién se llevaba más estatuillas. Entre tanto, Phil Spencer salió al escenario y presentó lo que iba a ser la nueva generación. La idea sigue sonando de maravilla a largo plazo, pero todo quedaba lejos; lo único que parecía más cerca, más real, era Halo. Aunque no hubiésemos visto nada, en cada entrevista, cita, nota de prensa o comunicado se hablaba de Halo Infinite como el estandarte principal de lo que ahora conocemos como Xbox Series X.

El papel de Xbox Series X en noviembre queda perjudicado

El Jefe Maestro vende consolas. Si no está en noviembre dando la mano a este nuevo ciclo generacional de Microsoft, me temo que el lanzamiento se va a resentir sobremanera. Las ventas iniciales, irremediablemente, también.

Una nueva generación es algo que sucede una vez cada siete años. Tanto Sony como Microsoft son conocedoras de lo que es aparecer al mercado con un tibio catálogo de juegos y un mal precio. Volver a tropezar con al menos una de estas piedras es como empezar una partida de ajedrez con menos fichas que tu rival. Por eso no me vale que Microsoft diga que Xbox Series X va a salir con “miles de juegos” de lanzamiento, porque como usuario de la marca que soy había asumido que Halo vale más que miles que juegos cuandoquiera que entre en mi hogar una unidad de esta imponente máquina.

Lo siento, de veras, por el equipo de planificación de Phil Spencer. Están haciendo un grandísimo trabajo a la hora de poner por delante al jugador. Project xCloud es una golosina para los entusiastas del juego en modo portátil; Xbox Game Pass sigue pareciendo algo del futuro y, al mismo tiempo, la comunicación de la compañía a veces sigue anclada a malas prácticas del pasado. El chiste de Craig, el Brute convertido en meme, fue considerado como “la mascota de Xbox” por el propio Spencer. Ha resultado ser una broma con fecha de caducidad.

¿Y ahora qué? El retraso de Halo Infinite es de carácter indefinido. Puede salir en marzo que puede llegar en octubre de 2021. Cancelar la versión de Xbox One sería una solución en beneficio de la versión de Xbox Series X, limitada por la necesidad de ver la luz en todo el ecosistema. Eso conllevaría, al mismo tiempo, un perjuicio para quienes se hicieron con una Xbox One en su momento agarrados a la promesa de poder jugar al sexto episodio principal de la licencia fetiche de la marca.

Me pregunto ahora cuál será el precio entonces, si la ausencia de Master Chief se traducirá en una cifra más atractiva de lo previsto o si desde Redmond tienen alguna sorpresa bajo la manga. Quiero confiar en que aún hay partido.