Los grandes ausentes del EA Play 2020: ¿qué pasa con Mass Effect, Anthem o Battlefield?
Algunas grandes franquicias de Electronic Arts pasaron de puntillas por el EA Play. ¿Qué sabemos de lo que está por venir al respecto de las mismas?
El EA Play de la pasada madrugada del jueves al viernes nos dejó algunos anuncios bastante previsibles, como el del imprescindible FIFA 21, el ya anunciado previamente Star Wars: Squadrons o el siempre sorprendente Josef Fares con su nuevo juego, It Takes Two. Sin embargo, tantos como los presentes en este evento digital son los ausentes, sobre todo el trabajo de Bioware, un estudio que no ha tenido la mejor generación de su historia precisamente y que ahora se encuentra enfrascado en dos –al menos- proyectos simultáneos y muy importantes ambos. A las propuestas roleras de Bioware hay que sumarle un nuevo Battlefield que, aunque confirmado que está en desarrollo, brilló también por su ausencia. ¿Qué pasa con todos ellos?
Bioware, con mucho trabajo por delante
Que uno de los estudios más prolíficos y populares de la historia del género del RPG no pasa por su mejor momento es un secreto a voces, y es que tras alcanzar cotas notables a principios de esta generación con Dragon Age: Inquisition, se sucedieron los tropiezos en forma de Mass Effect Andromeda, fuente inagotable de memes gracias a –o por culpa de- sus animaciones, y a Anthem. Era este último uno de los juegos más ambiciosos de Electronic Arts en la presente generación, pero una serie de malas decisiones, un desarrollo repetitivo y una falta evidente de contenido lo condenaron al ostracismo demasiado pronto, aunque por suerte aún no ha dicho su última palabra.
Dejando aparte que de Mass Effect no ha habido absolutamente ninguna noticia, su trilogía original remasterizada está en desarrollo y es cuestión de tiempo que sea anunciada oficialmente, pero esta parecía la ocasión perfecta para hacerlo, a no ser que se vaya a esperar a la próxima generación. Yendo directamente a lo tangible, en el terreno de la ciencia ficción sí es seguro que se está trabajando en un reinicio total de Anthem, ya que tras alguna pequeña actualización de contenido han considerado que una más grande en forma de expansión no es suficiente para revitalizarlo.
“A lo largo de los próximos meses, estaremos centrados en rediseñar la experiencia a largo plazo, trabajando específicamente en reinventar la jugabilidad principal con objetivos claros, desafíos motivadores y progresión con recompensas de calidad, al tiempo que preservamos la diversión de volar y luchar en una vasta localización de ciencia ficción”, dijeron en su momento. Pero sin embargo, por ahora no hay noticia ninguna de este relanzamiento, y no resulta optimista pensar en ello a unos pocos meses vista de una nueva generación. ¿Seguirán confiando tanto EA como Bioware en Anthem en PS4 y Xbox One?
Sí cabe mostrar un poco más de optimismo con Dragon Age 4, cuyo nombre ni siquiera es definitivo. Al menos sí pudimos ver un pequeño, pequeñísimo, atisbo en el EA Play 2020, y tiene que ser esperanzador pensando que Bioware volverá con la fantasía, lo que mejor se les da, por mucho que también hayan cosechado éxitos en la ciencia ficción no solo recientemente sino a lo largo de su historia ya veterana. Sabemos que, como pronto, llegará en 2022, y que no ha estado exento de recibir duros golpes en forma de ilustres abandonos, pero como Borja Ruete plasmó en un artículo de opinión publicado hace semanas, Bioware tiene que hacer un all in con esta nueva entrega si no quiere verse, de verdad, en serios problemas. En efecto, durante el pasado 2019, nada menos que Fernando Melo, productor ejecutivo con amplia experiencia en el estudio en juegos como Dragon Age Origins, Dragon Age 2 o Mass Effect Andromeda, decidió emprender un camino separado del estudio. Sin embargo, se fue dejando claro que este nuevo Dragon Age, con nombre en clave Morrison, avanza por buen camino.
El campo de batalla necesita un replanteamiento
Tradicionalmente Battlefield ha sido una franquicia que no solo ha renegado de una política de lanzamiento anual, sino que se ha tomado su tiempo para hacer acto de presencia. Aunque esa estrategia se haya mantenido de alguna manera en la presente generación, hay que recordar que durante el ciclo de vida de PlayStation 4 y Xbox One han aparecido nada menos que cuatro entregas: Battlefield 4 –con severos problemas de rendimiento en su lanzamiento-, Battlefield 1, Battlefield V y Battlefield: Hardline, este último a cargo del extinto estudio Visceral Games. Además, los suecos de DICE han cargado con el desarrollo de Star Wars: Battlefront y Star Wars: Battlefront II, tristemente célebres en su lanzamiento original, pero que supieron encauzar el rumbo, sobre todo una segunda entrega que puede considerarse sin lugar a dudas todo un éxito a pesar de su difícil y controvertido comienzo.
El caso es que, como decíamos, la franquicia tampoco ha tenido la repercusión que se esperaba en esta presente generación. Battlefield 4 formó parte del catálogo de lanzamiento de ambas consolas, y si bien a nivel gráfico probablemente era el listón más alto de las mismas, sus problemas de rendimiento eclipsaban cualquier virtud que pudiera tener. Además, el Levelution, lo que se prometía como una destrucción dinámica de los escenarios que los cambiaban por completo no eran sino meros scripts. Sin embargo, con el tiempo –hablamos de muchos meses- sí se convirtió en un shooter no solo jugable, sino seguramente el favorito de los fans de esta franquicia en esta generación.
Tras un casi irrelevante Battlefield: Hardline –a pesar de sus buenas ideas en el multijugador-, Battlefield decidió viajar hacia atrás en el tiempo, en contraste absoluto con el futurismo por el que apostaba su inmediato competidor, Call of Duty. Battlefield 1 y Battlefield V nos llevaron de vuelta a las dos grandes Guerras Mundiales con dos juegos con campañas individuales muy dignas y modos de juego online fantásticos, tales como Operaciones en el primero, que pasaría a ser ya Grandes Operaciones en el segundo.
Hay que dejar claro que en ninguno de los dos casos hablamos de malos –ni siquiera regulares- videojuegos, más bien todo lo contrario. Ambos superaron ampliamente el 8 de nota en esta casa, y en general cumplieron sobradamente con la crítica, pero seguramente sus problemas fueran otros, y no tuvieran nada que ver con los juegos en sí. Los derroteros por los que circula el género son muy diferentes, y si la seña de identidad de Battlefield siempre fueron las batallas multitudinarias, el jugador de hoy encuentra esa oferta en los battle royale más de moda como Fortnite, Call of Duty: Warzone o Apex Legends.
Battlefield 6 ya está en desarrollo, y a pesar de las tendencias actuales, DICE seguramente continúe con la propuesta que en su momento hizo celebérrima a esta licencia: grandes batallas, pero siempre dentro de una propuesta realista. A decir verdad, y aunque el mercado haya ido por otros derroteros, esa identidad nunca la ha perdido.