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The Outer Worlds

The Outer Worlds

Un port poco virtuoso

The Outer Worlds, análisis Switch

Analizamos lo último de Obsidian para Nintendo Switch y despejamos las dudas sobre el port que ha realizado Virtuos. ¿Vale la pena el resultado?

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The Outer Worlds, el celebrado juego de Obsidian en PC, Xbox One y PS4 estrenado en el último trimestre de 2019, llegó a los medios internacionales para su review en Switch días antes de su salida. La percepción del port fue desastrosa, con un análisis técnico a cargo de Digital Foundry que ponía los vellos de punta. Aquí hemos dispuesto del juego con la integración del parche del día 1. Se hablaba de seis gigas que arreglarían el precario framerate, la maltratada funcionalidad portátil y las texturas a una bajísima resolución. ¿Ha funcionado bien el parche? ¿Se han cumplido las promesas? ¿Se puede jugar en Switch sin que te sangren los ojos o, simplemente, sin que los fps colapsen durante segundos la pantalla? Respondemos a estas y otras preguntas en nuestro análisis de The Outer Worlds para Switch.

Un Fallout con naves

Obsidian es un estudio adorado por sus juegos de rol. A ellos pertenece New Vegas, una de las entregas más queridas de la franquicia Fallout. Cuando Bethesda ya estaba en otros menesteres ellos se encargaron de continuar el éxito de Fallout 3 con un juego donde la mayor diferencia estaba en la paleta de colores. O mejor dicho, del color. Se pasó del tono grisáceo a uno más marrón. El resto ahondaba con acierto en los hallazgos de la tercera entrega. El particular humor de los guionistas de Obsidian hizo el resto.

Si en su momento se dijo que Fallout 3 era un Elder Scroll con pistolas, podríamos decir igualmente que The Outer Worlds es un Fallout con naves. La formula se traslada al espacio con grandes similitudes. Tenemos las largas conversaciones que se disfrutan por bien escritas; las difíciles decisiones que, sabemos, inutilizarán horas y horas de ramas de la historia en pos del camino elegido; una cantidad ingente de absorbentes misiones secundarias que, además del premio del disfrute, nos embulle del mundo que nos rodea. Hasta los encuadres de los personajes y su propio aspecto en las conversaciones son muy parecidos a los que vimos en el yermo. Se diría que se ha aprovechado aquí muchísimo del trabajo ya hecho.

No disponemos del fantástico V.A.T.S. de Fallout. Según declaraciones de Bethesda en entrevistas sobre el desarrollo de Fallout 3, querían desarrollar un sistema de combate que los jugadores nunca se cansaran de utilizar. Y vaya si lo consiguieron. Aquella autoría no se reproduce en The Outer Worlds, que lo cambia por un más trillado Bullet Time. Tampoco aparece por ejemplo el minijuego de darle a las ganzúas para abrir cofres, aquí basta con mantener apretado un botón. Son diferencias mínimas pero muy significativas de cara a, suponemos, alejarse del calco total y eludir el plagio. Por lo demás, el nuevo título de Obsidian se siente, como decimos, muy Fallout. Y eso es bueno, por lo menos en la experiencia de juego. Porque también está aquí un apartado técnico sin alardes que se mueve en los límites intergeneracionales pasados más que en los siempre brillantes estertores de una generación, y nos referimos ahora mismo a las versiones para plataformas de sobremesa. Lo remarcamos porque vemos una relación directa con las críticas que podemos hacer al port de Switch.

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¿Qué ha pasado con el port de Switch?

Ya hemos profundizado en las bondades jugables de The Outer Worlds en nuestro análisis para PC, Xbox One y PS4. Podéis revisarlo tranquilamente para cercioraros de lo buen juego que es y volver luego otra vez aquí para ver hasta qué punto se compromete lo ya contado en una máquina de menor potencia. Aquí nos centraremos pues en lo que interesa más al usuario de la consola de Nintendo. Y si no habéis estado en una cueva en las últimas semanas, ya podréis intuir que hay más sombras que luces.

Había muchas esperanzas puestas en este port. Nuestras expectativas no salían de la nada, los datos oficiales nos habían hecho soñar. Virtuos, la experimentada empresa encargada del trabajo, había demostrado de sobra su solvencia con unas excelentes versiones de Bioshock y Borderlands para Switch. Pensaréis, bueno, pero esos son juegos de la generación pasada. Y sí, son responsables del port del viejo Dark Souls, pero también del más novedoso Starlink, y las declaraciones desde el estudio no eran una tontería en ese aspecto. Aseguraban que podían trasladar cualquier juego de esta generación a Switch. Es más, en un chute de autoconfianza declaraban estar listos para hacer lo propio con los próximos títulos de PS5 y Xbox Series X. Palabras mayores, tanto que parecen haberles quedado muy grandes.

¿Virtuos pecó de excesiva confianza? ¿Los justitos resultados con The Outer Worlds tienen que ver con el exceso de trabajo al haber lanzado en las mismas fechas los port de tres Bioshock y X-Com 2? ¿Cómo es posible que entregaran el juego con tan marcadas carencias a la prensa especializada? Son preguntas sobre hechos pasados que no está en nuestras manos responder. Pero sí nos gustaría realizar otras sobre posibilidades futuras: ¿Se seguirá trabajando sobre el juego para conseguir una mayor optimización? ¿Es de hecho posible mejorar el juego tras el parche del día 1? Depende del estudio y de lo que les importe su reputación. Si no existiera The Witcher 3 en la híbrida de Nintendo todo serían dudas. Pero es que sí existe. El mastodóntico juego de CDProjekt portado a Switch por Saber Interactive, tras un duro y entregado trabajo posterior al lanzamiento del juego es un título muy disfrutable en portátil. El esfuerzo ha sido encomiable, y el último parche ha terminado por afianzar el milagro con una serie de ajustes en el menú de opciones gráficas hasta ahora exclusivo de los juegos de PC. The Outer Worlds, como comentábamos al principio, no es un título puntero en la actual generación. La optimización es, más que deseable, absolutamente necesaria. Es posible que el futuro de Virtuos dependa de lo que hagan al respecto, en el sentido en que demuestren que pueden afrontar con garantías sus más que optimistas declaraciones y, por tanto, sus próximos trabajos.

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The Outer Worlds tras el parche del día 1

El objetivo inicial del port era llegar a 1080p de resolución en dock y a 720 en portátil, y todo a 30 fps estables. En definitiva, moverse en los topes técnicos de la consola. El análisis preparche de Digital Foundry ya nos dejó ver que el resultado estaba lejos de esas cifras, comprometiendo además seriamente en algunos momentos la jugabilidad. Ya no es que se viera muy desmejorado, es que la imagen directamente se podía congelar en los momentos de mayor estrés gráfico. No se nos va de la cabeza el hecho de que el estudio hiciera llegar a la prensa especializada un producto en estas condiciones. Resultaba evidente que los análisis iban a resultar demoledores (ahora mismo, con una media de 68 por parte de la prensa y, ojo, de 4’6 por parte de los usuarios). Pues bien, en España hemos probado el juego ya con el famoso parche del día 1 ¿Hasta qué punto se han arreglado las cosas?

The Outer Worlds es a día de hoy en Switch un título con carencias técnicas pero jugable. Hemos notado tirones en nuestras partidas, el framerate sigue siendo algo errático e incluso hemos sufrido algún breve parón de la acción en exteriores para que la pantalla cargara el entorno, pero no resulta tan dramático como antes del parche. Se puede jugar, y sobre todo se disfruta en interiores, donde la carga dinámica se relaja y es capaz de ofrecernos gráficos más detallados. Nos ha sorprendido para bien en portátil, donde los fallos se disimulan más de lo que pensábamos, y creemos que se debe a una optimización del rendimiento específica por parte del parche. Se agradece además que podamos modificar el tamaño de la fuente en los textos. Hay mucho que leer en este tipo de juegos, y podremos disfrutar del estupendo guión poniendo al máximo el tamaño de letra. Los usuarios de Switch Lite tendrán bastantes problemas para leer por ejemplo los consejos que aparecen en las pantallas de carga, pero por lo demás se soluciona este mal endémico que son los textos diminutos en estas dos últimas generaciones de consolas. Y hablando de pantallas de carga, pasar de una zona a otra lleva periodos de entre 30 y 40 segundos. Conforme avanzas en la aventura, es evidente que resulta más y más difícil aguantar parones tan largos.

La versión de Switch se beneficia de la utilización de los giroscopios de los Joycon. Podemos jugar con ellos desacoplados, pero el apuntado manual es igualmente efectivo jugando en portátil. Los que hayan utilizado este método desde los tiempos de Wii y su implementación en juegos de Switch sabrán ya de sus bondades a la hora de afinar el tiro.

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Entonces ¿Vale la pena jugar a The Outer Worlds en Switch?

Es una decisión de cada uno según varias variables. El juego se ve feote en exteriores, y dista de la resolución y fluidez de las versiones para plataformas de sobremesa. Si tenéis PC, PS4 o Xbox One, donde está además más barato, sería ahí la opción más óptima de compra. Si no es así o simplemente os tira poder jugarlo en portátil, se trata de un estupendo título que os dará muchas horas de aventuras, así que calibrad pros y contras. Su propia naturaleza de juego de rol con guion en formato de árbol lo hace inmensamente rejugable. Es un juego al que se puede volver varias veces tras terminarlo con la seguridad de encontrar una experiencia nueva. Se pueden explorar distintas vías, puedes asociarte a otras facciones, gestionar tu tiempo de otra manera con tu tripulación, explorar el armamento y tus atributos de forma radicalmente distinta… Y quién sabe, igual, tras volver a él tras un tiempo, te encuentras un juego más bonito y eficiente porque se ha estado trabajando en las sombras para su mejora. Si resulta que es así, subidle sin problemas un punto a la nota.

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*Las imágenes que acompañan a este análisis son capturas de nuestra partida con la consola en el dock.

Conclusión

The Outer Worlds es un juego notable en plataformas de sobremesa que resulta un juego de bien en Switch. El parche del día 1 evita que haya sido un aprobado raspado o que incluso suspenda en varios apartados. Tened cuidado con los análisis que han salido antes de esta actualización, porque no serán justos con lo que ha llegado en su lanzamiento. A expensas de futuros parches, que deseamos que lleguen y que aumenten aún más su valor, el juego de Obsidian se mueve con un framerate irregular en unos exteriores deslucidos por su baja carga gráfica. En interiores brilla algo más, también en portátil, donde se ha solucionado en parte su rendimiento. La posibilidad de jugarlo en cualquier parte y utilizar el apuntado por control de movimiento puede marcar la diferencia si eres capaz de obviar sus carencias, que llegan también a unos tiempos de carga entre fases algo desmedidos. El juego te ofrece un sistema solar que explorar con tu nave y compañeros de viaje bien definidos con los que interactuar de forma muy superior a Fallout. Y es que The Outer Worlds le debe mucho a la saga posapocaliptica, en la que Obsidian desarrolló la excelente entrega New Vegas. Aun así hay personalidad en la dirección artística y en un argumento que nos saca de este mundo. Su diseño de niveles brilla especialmente en interiores, y su lore de película de ciencia ficción de bajo presupuesto termina de adornarse con un efectivo humor. Si no dispones de plataforma de sobremesa donde jugarlo por un precio más ajustado y mayores niveles técnicos y visuales, The Outer Worlds en Switch resulta una buena opción dentro de los juegos de rol de corte occidental. Sabiendo del buen hacer de Virtuos con otros port para la consola híbrida y de la existencia en Switch de títulos muy optimizados como The Witcher 3 (mucho más exigente en lo técnico que el juego en cuestión), esperamos futuros parches que devuelvan a The Outer Worlds su carácter de juego notable ya presente en otras máquinas.

Lo mejor

  • Obsidian sigue en forma en la escritura de personajes y situaciones, así como en el diseño de niveles.
  • Muy personalizable en atributos y armas.
  • Su propia naturaleza lo convierte en un título muy rejugable.
  • Ajuste de apuntado por control de movimiento.
  • Poder jugar en cualquier parte. En formato portátil disimula más sus carencias.

Lo peor

  • Un port que no hace justicia al juego ni está a la altura de lo que ya hemos visto en Switch.
  • Se compromete la fluidez de los fps, hasta el punto de que se pueden dar parones.
  • En dock, demasiado apreciable el bajón técnico, que se traduce en escenarios deslucidos con texturas borrosas y popping.
  • Tiempos de carga entre fases de más de 30 segundos.
6.5

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.