The Outer Worlds
- PlataformaPS48NSW6.5PCXBO8
- GéneroRPG, Acción
- DesarrolladorObsidian Entertainment
- Lanzamiento25/10/2019 (PS4, PC, XBO)05/06/2020 (NSW)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorPrivate Division
Un característico RPG espacial
Análisis de The Outer Worlds, lo nuevo de Obsidian
Analizamos en profundidad el nuevo título de Obsidian Entertainment, The Outer Worlds, disponible el día 25 para PS4, Xbox One, PC y más adelante en Switch.
Despertamos de un estado de criogenización después de 70 años y lo primero que vemos es a un científico loco golpeando el vidrio de nuestra cápsula. Nos aporta unas pocas indicaciones y nos manda a un planeta exótico en el que tenemos que aprender a defendernos de salvajes merodeadores y criaturas misteriosas mientras entendemos cómo funcionan las cosas allí. Grandes corporaciones comerciales lo controlan todo en un sistema espacial que presenta escasez de alimentos y diversos problemas que iremos descubriendo. Estará en nuestras manos el decidir si cumplir los encargos que nos ordenan los líderes o si enfrentarnos a ellos y tratar de cambiar el destino de los mundos que controlan.
Así es The Outer Worlds, la nueva obra de Obsidian Entertainment que llega el próximo 25 de octubre a Playstation 4, Xbox One, PC y más adelante en Nintendo Switch. Lo hemos jugado en profundidad y ya os podemos contar qué nos ha parecido en cada uno de sus apartados. Blancos y negros en un completo título de rol que innova en algunos aspectos y se queda algo justo en otros.
Una combinación de 15 años de trabajo en Obsidian
Fue hace menos de un año cuando acudimos a las oficinas de Obsidian en Irvine (California) con motivo de la primera presentación de The Outer Worlds. En aquel momento el CEO de la compañía, Feargus Urqhart, aclaró que el proyecto es una combinación de lo que el equipo ha trabajado durante sus 15 años de historia. Y así lo notamos al embarcarnos en la aventura que nos propone el juego, aunque el género haya cambiado desde la fantasía hacia la ciencia ficción en el espacio.
Lo primero que debemos decir antes de adentrarnos en el detallado análisis es que no estamos ante un juego tan grande como lo fue Fallout: New Vegas. Es una comparación que hemos escuchado mucho en las últimas semanas, a medida que se iba sabiendo más del título que nos ocupa: “El sucesor espiritual” de una de las obras más reconocidas de Obsidian. Debido a que estamos ante un doble A en lugar de un triple A, algo que el equipo del juego se ha encargado de remarcar en más de una ocasión, debemos ir con la idea de que The Outer Worlds estará algo limitado antes de empezarlo.
Es algo que podemos ver en la extensión de los mundos por explorar. En los primeros compases del juego obtenemos una nave espacial propia y gracias a ella podemos viajar por los distintos planetas que componen el sistema en el que se centra la trama del juego. Por ello, no se trata de un gran mundo abierto sino de diversos escenarios semi-abiertos con características y biomas propios que podemos explorar a voluntad. Eso sí, cabe señalar que no están disponibles para visitar todos los mundos que vemos en el mapa estelar, al menos por el momento (algo que podría indicar la existencia de DLC futuros).
Un detalle que ya comentaremos con mayor profundidad en el apartado técnico pero que podemos mencionar aquí es el hecho de encontrarnos con excesivas pantallas de carga cada vez que queremos acceder a un edificio que tiene cierta complejidad en su interior. Esto genera situaciones en las que tendremos que esperar un buen rato debido a, por ejemplo, realizar un viaje rápido hasta una gran ciudad y aparecer a sus puertas, por lo que debemos sumarle otra segunda pantalla de carga. Eso sí, la espera se ameniza gracias a los carteles con el característico arte del título y los consejos jugables que aparecen en pantalla.
Volviendo al juego en sí, nos encontramos con una gran cantidad de misiones secundarias, encargos de facciones y demás más allá de la línea de misiones principales (que no es demasiado extensa). Como en otros juegos de rol, disponemos de diversas facciones con las que aliarnos, enfrentarnos o bien ser neutrales y todo ello repercute en un sistema de karma particular con cada una de ellas. A través de nuestras decisiones y acciones se desplega un abanico que hace brillar al juego, ya que nos proponen diversas situaciones en las que usar nuestro dominio de la palabra o bien nuestras habilidades de combate.
Un elaborado sistema de atributos y talentos
Otro de los puntos fuertes de The Outer Worlds es la gran cantidad de opciones que encontramos en el sistema de talentos, atributos, aptitudes y habilidades. Desde el primer momento, en el que creamos a nuestro protagonista, debemos escoger una serie de parámetros que nos definen y señalan aquellos puntos en los que destacamos y aquellos otros en los que presentamos flaquezas. A medida que progresamos y subimos de nivel, obtenemos puntos para repartir entre diversas categorías entre las que encontramos, por ejemplo: tecnología (medicina, ciencia e ingeniería), diálogo (persuasión, mentira e intimidación), sigilo (infiltración, pirateo y cerrajería) y “a distancia” (pistolas, armas largas y armas pesadas), entre otros.
Todo ello nos hará estar más o menos preparados para una serie de situaciones conversacionales, de acción y de combate que se irán sucediendo a medida que progresemos por la aventura. Sobre todo para las primeras, las conversaciones, debemos disponer de un nivel alto en diversas competencias si pretendemos salir airosos y engañar a nuestros interlocutores para persuadirlos y llevarlos a nuestro terreno. Todo irá en función de nuestras preferencias personales y el modo en que queramos llevar cada misión, encuentro y situación.
Otro de los apartados en los que innova The Outer Worlds es en su sistema de sigilo. Además de agacharnos, avanzar cuando los guardias no miren, hackear terminales para abrir puertas y demás, también dispondremos de “sudarios”. Se trata de una especie de disfraces que se activan automáticamente cuando cruzamos a una zona restringida y nos permiten camuflarnos entre los guardias que patrullan ese lugar. Se agotan al transcurrir un tiempo determinado y si en ese instante nos detectan, debemos pasar una prueba de mentira, persuasión o soborno a no ser que queramos iniciar un tiroteo (y eso de sigilo tiene poco).
Por otro lado, se ha implementado un sistema de flaquezas. A medida que avanzamos en la historia y superamos diversas batallas, nos proponen sacrificar algunos atributos a cambio de un punto extra de ventaja. Un ejemplo es la robofobia (miedo a los robots), la cual nos quita 1 punto en destreza, percepción y temperamento pero a cambio nos deja escoger entre diversas bonificaciones. Depende de nosotros el aceptar estas flaquezas o bien seguir una ruta con menos ventajas pero con los atributos inalterados.
Gunplay con innovaciones y algunas carencias
Si entramos en el terreno de las armas y el gunplay, nos encontramos con una variedad bastante amplia de opciones para accionar el gatillo: pistolas, fusiles, escopetas, lanzagranadas, lanzallamas y otras armas cuerpo a cuerpo como guadañas, lanzas, cuchillos y martillos. Eso sí, los objetos arrojadizos como granadas y derivados se quedan fuera de la ecuación. También cabe señalar que en The Outer Worlds no se busca el realismo milimétrico a la hora de disparar, sino la originalidad en los efectos de sus armas.
Esto lo vemos potenciado en las “armas tecnológicas” de la facción de los científicos. Las encontramos ligadas a una misión secundaria y cada una de ellas dispone de unas características especiales y únicas. Algunos ejemplos de ello son el rayo reductor, la pistola de pringue (que produce un efecto anti-gravitatorio a sus objetivos) y el rayo de control mental.
La mayor parte de las armas las podremos mejorar, reparar y añadirles mejoras (estabilidad, más daño, efectos corrosivos, etc.) gracias a los bancos de trabajo que encontramos en diversos asentamientos y en nuestra propia nave. No es un sistema complejo, pero sí le añade un grado más de personalización a nuestro armamento, algo de agradecer con tal de montarnos el equipo que queramos y experimentar con todo tipo de combinaciones.
En cuanto al control de las armas, en general, funciona bien en el plano jugable y al poco de empezar la aventura ya nos acostumbramos a su sistema. Además, disponemos de una habilidad llamada “dilatación táctica del tiempo” que permite ralentizar el tiempo con tal de apuntar al enemigo y descubrir sus debilidades y efectos que le podemos producir si le disparamos en una u otra zona (confusión o ceguera por ejemplo). Por otro lado, esta habilidad también sirve para ser tácticos y pensar bien nuestro próximo movimiento en caso de vernos en apuros: curarnos, escondernos, etc.
Los tipos de enemigos que podemos encontrar se dividen en tres principalmente: humanos, robots y animales mutados. Estos últimos son los más comunes en las zonas abiertas, los robots suelen estar en áreas abandonadas y restringidas y en el caso de los humanos abundan los merodeadores y los forajidos (o cualquier ser al que cabreemos demasiado). Además, recordamos el hecho de que nos podemos saltar varias peleas directas si logramos convencer a nuestros interlocutores de una forma pacífica.
Una tripulación que podría haber dado más de sí
Tal y como hemos mencionado al principio del análisis, al empezar la aventura nos otorgarán nuestra propia nave espacial: la Falible. Esta funciona a modo de base personal y dispone de varias estancias en las que encontramos camarotes con camas para descansar y un baúl para guardar objetos, salas de máquinas con un banco de trabajo para modificar nuestras armas y más. Todo ello está controlado por la ingeniosa IA a bordo: ADA. Podemos hablar con ella en todo momento para que nos explique su punto de vista en determinadas situaciones o, simplemente, para seleccionar el rumbo que vamos a tomar a continuación hacia otro planeta o satélite.
Eso sí, para que una nave funcione correctamente necesitamos a una tripulación. En el caso de The Outer Worlds los encontramos y reclutamos a medida que progresamos por la aventura. Son un total de tres mujeres, dos hombres y un robot: Parvati, Ellie, Nyoka, el Vicario Max, Félix y SAM y cada uno de ellos dispone de su propio trasfondo argumental. Éste lo descubrimos realizando sus misiones de personaje, gracias a las conversaciones que mantenemos con ellos, los comentarios que realizan en cada situación y demás. Recordamos que no hay sistema de romance, por lo que no debemos entrar en el juego esperando algo similar a Mass Effect (a pesar de que haya similitudes entre ambos).
Allí es dónde los compañeros brillan, ya que en el apartado jugable han quedado reducidos a una sencilla habilidad en combate que podremos activar mediante un botón de acceso rápido en medio de la batalla. Sin embargo, a pesar de que cada uno disponga de una profesión ligada a su trama (cirujana, mecánica, contrabandista y demás), no podemos enviarlos a que desbloqueen un terminal ni abran una puerta con ganzúas, por ejemplo. Esto es algo que sí vemos en algunos títulos de la saga Fallout y habría sido un buen añadido en el título que nos ocupa.
Lo que sí nos aportan los compañeros son bonificaciones a nuestras propias habilidades (como un +10 en medicina si llevamos a Ellie en el equipo) a medida que desbloqueamos sus ventajas al subir de nivel. También podemos cambiarles las armas y armaduras a voluntad, además de decidir en cualquier momento si queremos que abandonen el grupo de forma definitiva. Cabe señalar que se trata de una decisión que podrán tomar ellos mismos en caso de que nuestras acciones sean demasiado radicales y no vayan acorde con su moralidad, pero tan solo ocurrirá en casos extremos.
Apartado técnico, gráfico y sonoro
The Outer Worlds no destaca especialmente en el apartado técnico. Desde una carga de texturas lenta a algunas caídas puntuales de frames, nos encontraremos con diversos pequeños errores que no entorpecen la partida pero sí pueden suponer una barrera para aquellos jugadores que llegan al título esperando un rendimiento técnico cuidado al detalle. Como hemos comentado en los primeros párrafos, encontramos excesivas pantallas de carga cada vez que transitamos de una zona a otra, algo que resta fluidez al título.
En cuanto a lo gráfico, lo nuevo de Obsidian conserva la esencia especial del estudio, algo que podemos observar en sus detallados escenarios, el arte de los carteles y alimentos e incluso en el diseño de personajes y sus expresiones faciales. Aun así, la calidad de las texturas y de algunas animaciones es mejorable, algo que ayudaría a elevar al conjunto a un nivel superior.
El apartado sonoro no destaca tanto como esperábamos, ya que no encontramos una gran cantidad de temas musicales como ocurrió con la característica radio de Fallout: New Vegas. Sin embargo, dispone de buenos actores y actrices de doblaje (tan solo en inglés), buenos efectos de sonido y de música ambiente adaptativa en función de la situación.
En definitiva, si llegamos a The Outer Worlds con la idea de que se trata de un doble A en lugar de un triple A (con las limitaciones que eso conlleva) y nos gusta el género RPG y el estilo de Obsidian, disfrutaremos de su nueva obra a pesar de las carencias mencionadas. Una serie de faltas que podrían solventarse al llegar parches que arreglen la parte técnica y DLC que extiendan la historia y nos permitan explorar aquellos mundos a los que todavía no hemos podido viajar. A lo largo de unas aproximadamente 20 horas (que pueden disminuir o aumentar en función de la cantidad de tareas secundarias, exploración y personalización que realicemos) descubriremos un sistema estelar que merece la pena visitar y gentes con las que interesará hablar, además de tener en nuestras manos el destino de todo ello. De nosotros depende si lo llevamos por la vía diplomática, cedemos ante las corporaciones capitalistas o bien lo hacemos explotar todo por los aires (casi literalmente).
Análisis realizado la versión de PS4 del juego, proporcionada por Private Division.
Conclusión
The Outer Worlds es una nueva aventura RPG de ciencia ficción de la mano de Obsidian Entertainment, maestros en el género del rol. Lo notamos tan solo al empezar y descubrir la ingente cantidad de opciones de personalización que tenemos en lo que a atributos y talentos se refiere. La historia y ambientación del juego resultan interesantes y nos proponen viajar por diversos planetas, con biomas y diseños particulares, en los que hallamos un amplio abanico de misiones principales y secundarias que nos invitan a exprimir el título y sus aproximadamente 20 horas de juego. Cabe señalar la rejugabilidad que presenta debido a los múltiples desenlaces que puede tener cada conversación y situación en función de nuestras decisiones. En cuanto a gunplay, resulta divertido y encontramos diversas armas con efectos originales, pero echamos en falta que los tripulantes que nos acompañan dispongan de más opciones más allá de su habilidad de combate particular. <br><br> En lo técnico encontramos algunos problemas como una carga lenta de texturas, excesivas pantallas de carga y ciertos bajones de FPS. Por otro lado, gráficamente mantiene un estilo característico y atrayente y en lo sonoro no encontramos una BSO especialmente destacable pero sí un buen reparto de voces en inglés y efectos de sonido cuidados al detalle. En definitiva, The Outer Worlds gustará a los que vayan con la idea de que se trata de un doble A (con las limitaciones que eso conlleva) y disfruten de un buen título de rol con una historia que merece la pena ser vivida tal y como decidamos vivirla.
Lo mejor
- Una gran cantidad de opciones de personalización de atributos y talentos
- Rejugable: diferentes rutas y formas de proceder en cada conversación y situación
- Gunplay con diversas opciones y las armas tecnológicas
- Un buen guion, con misiones secundarias para el recuerdo
- Los personajes y sus historias particulares
- El humor característico de Obsidian
Lo peor
- Carga lenta de texturas y algunas de ellas de baja calidad
- Excesivas pantallas de carga
- Las habilidades características de la tripulación podrían haber dado más de sí
- El no poder explorar todos los planetas que aparecen en el mapa estelar
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.