9 videojuegos de mundo abierto para explorar durante esta cuarentena

Los mundos abiertos son una constante en esta generación. Expandiéndose a toda velocidad con sagas como GTA y el género sandbox como primer gran precursor, este estilo de juego ha ido evolucionando y ofreciendo más y más opciones. Da igual el tipo de mecánicas que podamos ejecutar en su interior: los mundos gigantes con todo tipo de localizaciones para visitar con cierta libertad y eventos, misiones y extras que encontrar son legión. Como todavía quedan varios días para que acabe el Estado de Alarma, la última prórroga es hasta el 9 de mayo, nos hemos dispuesto a repasar 9 juegos de mundo abierto que actualmente se pueden disfrutar en plataformas actuales.

Títulos que han sido capaces de recoger el testigo de sus predecesores y de nombres que forman parte de un imaginario mucho más amplio. Seguramente sin los San Andreas, Oblivion, Assassin’s Creed II y muchos otros, los que repasamos hoy no tendrían demasiado sentido o no serían como son. Así que ahí van 9 juegos de mundo abierto que nos permiten respirar esa libertad -también peligros- que actualmente no tenemos por el confinamiento. Que no se diga que no podemos salir de casa, aunque sea virtualmente hablando.

No Man’s Sky

No Man’s Sky es un juego que ha roto moldes y esquemas. Y lo decimos en un sentido muy amplio. Un título que cuando salió, decepcionó por no cumplir muchas de las promesas que estaban encima de la mesa. Pero que, acto seguido, Sean Murray y su equipo empezaron a moldear, mejorar y reconvertir en ese juego soñado. Llegó muchos meses después como NEXT, una actualización que mejoraba el multijugador, la exploración y la construcciñon de comunidades sociales. También el combate. El juego mejoraba su interior y lo expandía. No se quedaron ahí, ya que siguieron llegando updates como poder explorar fondos marinos o con Beyond, que además de adquirir compatibilidad VR suponía añadir decenas de cambios. Y recientemente tenemos mechas. ¿Qué más queremos?

TES: Skyrim

No pasa el tiempo para el último The Elder Scroll que hemos recibido hasta el momento. Skyrim no solo supuso un punto de inflexión en la concepción de los mundos abiertos tal y como los conocemos, sino que es uno de los juegos que más se ha expandido. No solo a través de dos generaciones de consolas, incluyendo Switch, sino también en formato Realidad Virtual. Una obra que desprende épica por los cuatro costados, que es capaz de atraparnos a través de una trama principal potente y un sinfín de tareas, gremios y subtramas que te invitan a adentrarte más y más en sus profundidades. Por no hablar de la banda sonora. Solo podemos decir una cosa: ¡Fus Ro Dah!

Si hablamos de juegos por los que no pasa el tiempo, como Skyrim, también debemos hacerlo de aquellos que siguen rompiendo récords. GTA 5 no es solo el juego de los millones de ingresos sin fin.. Es también el juego que sigue perenne en las listas de los más vendidos como si fuera una novedad, aunque saliera originalmente hace cinco años y Rockstar haya sacado una bestia técnica a posteriori como es Red Dead Redemption 2. La quinta entrega numerada de la gran saga del estudio norteamericano quiso cambiar la perspectiva con el uso de tres protagonistas que, con sus problemas -muchos- y sus motivaciones, iban narrando una historia que se interconectaba. Los grandes golpes, inolvidable la primera vez que jugamos en la misión del banco, pudiendo cambiar de personaje para ver distintos momentos jugables, así como la preparación de los mismos, aportaban más riqueza a un mundo con más detalles que antes. Luego, claro está, tenemos GTA Online, que eso ya es simplemente otro universo en el que si entras y te encaja, ya no sales.

Forza Horizon 4

Si hablamos de mundos abiertos, lo primero que nos viene a la cabeza son juegos como los que ya hemos repasado, títulos de aventuras y acción con muchas cosas por hacer. Pero entre los mejores mundos abiertos también está un juego de conducción, sí. Que es a la vez de los mejores juegos de toda la generación. Forza Horizon 4 es el placer de conducir por conducir, de dejarnos ir carretera a lo lejos, o campo a través, por el simple hecho de hacerlo mientras, eso sí, por el camino nos encontramos desafíos, carreras, derrapes, competiciones con otros jugadores o, simplemente, un cambio de climatología que hace que esa carretera conocida pase a ser otra totalmente distinta. Son tantas las cosas que se pueden hacer en Forza Horizon 4 y están tan bien que es imposible no recomendar este mundo para quemar rueda y soñar con la libertad a más de 200 por hora.

Horizon: Zero Dawn

Guerrilla ha sido una compañía que nos ha dado una de cal y otra de arena. Lejos quedan sus años de Halo-Killer con un primer Killzone que no consiguió lo que quería, y luego un Killzone 2 que fue referente en PS3 por muchos motivos. La saga no consiguió consolidarse con las entregas siguientes, y el cambio de tercio del equipo con Horizon: Zero Dawn se miraba con ganas, pero también suspicacias. Todas disipadas con uno de los mejores juegos que nos deja Playstation 4. La aventura de Aloy es magnífica, con un sistema de combate y opciones jugables brillantes y con cierta estrategia de por medio. Un mundo repleto de naturaleza y bestias tecnológicas, con un argumento que se desboca totalmente en el tercio final y te atrapa como pocos, y repleto de misiones secundarias que, algunas de ellas, mantienen el nivel muy alto. Una de las mejores experiencias de esta generación en lo que mundos abiertos se refiere.

Assassin’s Creed: Odyssey

La saga de Ubisoft se tomó un descanso para replantear muchas de sus propuestas. Y le vino bien. Cuando volvió a la carga con Origins, se nos presentó un universo en el que el toque RPG era innegable e indivisible de la experiencia. Para nosotros, Odyssey supuso un paso al frente en esa fórmula, convirtiendo la historia de Kassandra (o Alexios) en una de las mejores de la franquicia. Nos encanta la antigua Grecia que se recrea en este juego por la relación que establecemos en diversos lugares, por el desafío de buscar enemigos o que te busquen ellos, y por la cantidad de secretos -algunos maravillosos- que nos podemos encontrar y que conectan con la mitología de esa civilización. Seguramente las secundarias no tienen el nivel medio de The Witcher 3 o las mejores de Horizon, pero la belleza que impregnan las islas griegas y sus gentes lo compensan con infinidad de eventos y tareas por realizar. Y una trama principal de las que calan hondo.

The Witcher 3: Wild Hunt

Han pasado cuatro años desde la salida de la tercera entrega del Brujo, tiempo en el que hemos podido quedar deslumbrados por dos expansiones, sobre todo la segunda, simplemente majestuosas y un pequeño milagro en forma de juego encajado en Nintendo Switch. Pero el máximo esplendor de Geralt de Rivia en PC, PS4 y Xbox One sigue plenamente vigente. Pocos mundos tienen tantas cosas por hacer y a la vez, éstas cuentan con tantos detalles de calidad y mimo en su trabajo. Un título incansable en su campaña principal que es capaz, además, de brindarte algunas de las mejores misiones secundarias que recordamos. Cada línea de diálogo, por insignificante que parezca un NPC, está trabajada, medida y cuidada. Y eso hace que nos adentremos en un universo medido a cada rincón. No falta la épica, los grandes enfrentamientos, los monstruos por doquier y los giros de guion para completar uno de los juegos de esta generación sin lugar a dudas.

Red Dead Redemption 2

Uno de los últimos 10 sobre 10 que hemos dado en Meristation, y que supone un nuevo hito en los desarrollos de Rockstar con Dan Houser despidiéndose tras tamaña obra. Red Dead Redemption 2 es una bestialidad en todos los sentidos: técnicos, narrativos y de construcción de un mundo orgánico. La gran historia de Arthur Morgan tiene mucho de contemplativa, de amor por el detalle. No se preocupa por recrearse en pequeñas cosas que te demuestran que a base de pequeños momentos y situaciones se puede construir algo gigantesco. Tal y como contamos en nuestro análisis, la climatología dinámica, la relación y necesidad de nuestro caballo son claves de su éxito. Todo con un desarrollo cinematográfico, con la construcción de personajes memorables y un mundon abierto vivo, completo y seguramente el más realista y variado que recordamos. Repleto de desafíos, extras y misiones. Un mundo para deleitar a cada pequeño sorbo hasta quedar impregnados de su brillantez.

The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Cerramos nuestro artículo sobre mundos abiertos memorables y que vale la pena visitar a día de hoy con Breath of the Wild, la última obra maestra de Nintendo y un juego disruptivo respecto a sus predecesores. El título que representa el cambio de signo en la saga, tan enfocada desde Ocarina of Time en buscar un sucesor a la altura (Wind Waker, Twilight Priness, Skyward Sword) hasta que decidió romper cadenas y buscar algo nuevo. Y eso se consigue con un mundo abierto radicalmente distinto al concepto de otros más prominentes, donde la exploración y los desafíos están detrás de cada montaña, donde cualquier misión se nos marca en el mapa en el punto que se nos habla de ella, pero no donde en teoría tendremos que realizarla. Orgánico y libre, con unas herramientas que nos permiten inventar caminos y soluciones para llegar más alto o para vencer a un enemigo. Buscar armas, buscar comida, buscar templos. Y mejorar para seguir explorando, combatiendo, y, cuando queramos, acabar con Ganon. Un juego, como dice su nombre, salvaje.