La editora de Devotion pierde la licencia de negocio en China
La desarrolladora taiwanesa publicó un póster en el que se parodiaba al presidente chino, Xi Jinping, por lo que el juego desapareció de Steam a finales de febrero y no ha vuelto.
Indievent ya no puede publicar videojuegos en China. La editora del videojuego de terror Devotion ha sufrido las represalias del gobierno chino, que ha decidido revocar su licencia para hacer negocios (y, por lo tanto, publicar títulos) en el país asiático. Aunque el ejecutivo no ha comunicado las razones específicas de esta decisión, sí han sostenido que Indievent ha violado “leyes relevantes”, según ha declarado Ian Garner, fundador de Another Indie, a PCGamesN.
Todo comenzó hace unos meses, cuando Devotion desapareció de Steam. Entonces, Red Candle Games, la desarrolladora, comentó que querían arreglar una serie de bugs. Sin embargo, se asumió que se hizo para eliminar un póster de Xi Jinping, presidente de China, pues no solo lo relacionaban con Winnie the Pooh, sino que también le llamaban tonto. Con todo, desde su retirada en febrero, el título no ha vuelto a salir a la venta y el estudio no ha publicado ningún comunicado al respecto.
En esas fechas, las dos editoras, Indievent y Winking Entertainment, decidieron abandonar el proyecto y romper el contrato para publicar las versiones de consola de Devotion. Por el momento, se desconoce si Devotion volverá a las tiendas digitales algún día, pero lo que está claro es que no lo tendrá nada fácil en China.
Wolfenstein se libra de la censura
Todos los videojuegos se tienen que acoger a las leyes de los distintos países en los que salen a la venta. De este modo, hasta la fecha, Alemania mantenía un férreo control sobre todos los títulos que incluyeran iconografía nazi. Aun así, gracias a un cambio en el código penal, la nueva entrega del título de MachineGames saldrá a la venta sin censurar. Wolfenstein Youngblood es el primer videojuego de la franquicia que consigue eludir la censura, pero Bethesda publicará las dos versiones en tiendas porque no han conseguido la luz verde hasta ahora.
Por su parte, Nintendo ha publicado recientemente que confía en los órganos que califican los videojuegos por edades y que prefiere no censurar los juegos de terceros.