Wolfenstein y la censura hasta Wolfenstein: Youngblood

Alemania tiene una legislación extremadamente estricta con su pasado más oscuro, y exhibir o compartir en redes sociales cualquier símbolo que evoque al nazismo puede conllevar hasta tres años de cárcel. Esvásticas, símbolos de las SS, expresiones como "Heil, Hitler" están penadas y por supuesto censuradas duramente, ya que se consideran símbolos anticonstitucionales, pero hay excepciones, El arte, la ciencia, la educación -si es en contra de ello, evidentemente- pueden hacer uso de esta simbología, según el Código Penal germano, y de esta manera, películas como Malditos Bastardos, de Quentin Tarantino, u Overlord, por nombrar alguna de las obras más populares y recientes, se han librado del yugo de la censura. Esta excepción no había llegado a los videojuegos...hasta ahora, y es que Wolfenstein: Youngblood será el primer juego de la franquicia en que se plasmarán todos estos elementos sin recortes.

Sin embargo, y como siempre, esta legislación tiene muchos matices. Por ejemplo, sí es legal poseer objetos relacionados con el nacionalsocialismo alemán, siempre que los vean una cantidad muy reducida de gente. Así mismo, también es legal venderlos, siempre que se tapen los símbolos y sean modelos originales, es decir, anteriores a 1945. A pesar de ello, las consecuencias que pueden conllevar saltarse esta ley pasan de una multa a hasta cinco años de cárcel por delitos de odio, entre los que se incluye negar el Holocausto.

Como no podía ser de otra manera, Wolfenstein es la franquicia más afectada por la censura teutona, pero ni mucho menos la única. Call of Duty, South Park: La Vara de la Verdad y sus zombis nazis, Indiana Jones y la Última Cruzada, Hearts of Iron 4, donde la cara del Führer aparece difuminada, y una de las más curiosas y sorprendentes: Skate 2. Sí, hemos dicho bien, y es que como se puede ver en la imagen, uno de los iconos con los que podía personalizarse la tabla es exactamente igual que una letra S que, acompañada de otra idéntica, formaban el símbolo de este colectivo militar que comenzó como mera protección del Partido Nazi para terminar convirtiéndose en un cuerpo de élite del ejército germano.

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Hasta el momento estas restricciones se habían tomado extremadamente en serio. Tanto, que incluso se llegó a establecer un bloqueo regional en Alemania y Australia -donde también está prohibida la exhibición de simbología nazi- con Wolfenstein: The New Order, es decir, que ni los jugadores alemanes ni australianos podrían jugar a versiones de otros países del juego. De poco le sirvió a Bethesda asegurar que los hechos acontecidos en el título son ficción, ya que tuvo que tomar esta medida para que pudiera lanzarse a la venta en ambos países.

Y es que si ha habido una saga a la que la censura ha hecho cambiar múltiples aspectos esa es Wolfenstein. siendo la más reciente Wolfenstein: The New Colossus, donde las esvásticas aparecen sustituidas por triángulos o el logo del juego. Es más, en una escena en la que aparece y que no detallaremos para evitar spoilers, Hitler no es tratado como Führer, sino como "mein heiler" -mi sanador- o "mein Kanzler", es decir, "mi Canciller". Pero como sabemos, esto ha cambiado. ¿Cómo se ha conseguido?

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Realmente no hay una prohibición expresa para con los videojuegos. De hecho, la única respecta, según se puede leer en el portal Gameslaw, en relación -cómo no-, a Wolfenstein 3D (1992). Es decir, la grandísima mayoría de cambios en las versiones alemanas han sido con carácter preventivo, ya que el problema es que en el país germano nunca se ha tratado el debate sobre si los videojuegos deben ser considerados como arte, o simplemente estar al mismo nivel que el cine. Las evidentes similitudes entre ambos medios eran las principales razones que estipulaban las voces discordantes que consideraban esto como un agravio comparativo. Además, estas alegaban también que los símbolos nazis eran utilizados a modo de representación histórica, no como propaganda, amén de estar relacionados únicamente con el enemigo, en ningún caso con el jugador.

Wolfenstein se libra por fin de la censura

Sin embargo, y como hemos sabido esta semana, Alemania recibirá por primera vez la versión internacional de una entrega de la franquicia, en este caso Wolfenstein: Youngblood, así como Cyberpilot, para realidad virtual. Aún así, y a falta de confirmar el levantamiento de este veto, la compañía continuaba trabajando en la versión censurada, que también verá la luz en el país teutón.