FIFA 20, impresiones: cambios jugables, nuevo modo Volta y más

Sería absurdo negar que la versión que hemos podido probar de FIFA 20 es muy diferente a la que se podrá jugar dentro de un par de meses en la Gamescom y, por supuesto, a la de la demo de septiembre (y ya no hablemos de la versión final). No obstante, si por algo se caracteriza esta primera toma de contacto con el simulador de fútbol es por implementar las novedades del estudio (que en esta ocasión son más de las previstas).

En primer lugar, toca hablar de los cambios jugables. Hay muchos, tantos que nos hemos sorprendido al verlos. El equipo de desarrollo ya nos ha comentado en una entrevista que están escuchando más que nunca el feedback de los usuarios, así que han metido todo de golpe y ahora irán puliendo la fórmula hasta que el resultado final sea aceptable (y agradable).

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Una de estas primeras modificaciones tiene que ver con el balón. El sistema de físicas del esférico ha cambiado respecto a su entrega anterior. Ahora cobra vida, con especial acentuación en lo que se refiere a los tiros a portería. Así mismo, también se ve esta alteración en los remates de cabeza e incluso en las paradas de los porteros, de quienes vamos a hablar acto seguido.

Los guardametas llevan siendo una asignatura pendiente desde hace años en Electronic Arts, aunque hay que decir que durante los últimos dos cursos han mejorado la respuesta. Ahora se vuelve a subir un peldaño, sobre todo en lo que se refiere a los 1 versus 1 con animaciones completamente nuevas. El portero puede abrirse de piernas cual araña, atajar con una rodilla al suelo y brazos levantados (muy de fútbol sala), salir con decisión, etc. Son movimientos que se ven en los cancerberos profesionales, y ese es el mejor síntoma posible. Además, también mejoran el input en los saques de córners.

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Por otro lado, nos ha llamado la atención el ritmo de juego. Repetimos: de aquí a que salga la versión final sucederán muchos cambios, pero se ha bajado la velocidad del partido. Y bastante. Esto a su vez repercute en otros factores del partido, como pueden ser los despejes (más agresivos por parte de los defensas), unos regates más realistas (que se hacen más complejos, por cierto) o los tackling y contactos cuerpo a cuerpo. Un poco más de simulador, un poco menos de arcade.

Todo esto engloba parte de los cambios jugables de FIFA 20 más allá de intentar conseguir nuevas licencias como la del Camp Nou, pero hay dos alteraciones que son radicales, tanto que se han erradicado (literalmente) de lo de juegos anteriores: los lanzamientos de falta y penalti. A partir de ahora, el jugador tiene una diana en la portería, retícula que debe manejar para ver dónde quiere colocar el balón. Ahora bien, esto es lo sencillo, lo complejo es lo siguiente: o bien se puede pulsar el botón de tiro más una asignación de efecto o directamente conseguir todo a través del stick derecho del mando (se carga el tiro y luego se realiza un movimiento de stick, al más puro estilo combo de juego de lucha).

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El equipo de desarrollo no nos ha ocultado que el sistema es bastante complejo, pero a la vez quieren buscar que los jugadores consigan una mayor precisión en sus lanzamientos de falta y penaltis. De hecho, con el primer punto no había tantas quejas, pero los penaltis llevan siendo una crítica constante desde que cambiaran a comienzos de década. Y preferimos este nuevo sistema al de juegos anteriores, os lo aseguramos.

Volta a la calle

Si FIFA 20 tiene todos estos cambios jugables, a nivel de modos de juego se vuelve a reinventar gracias a la reinserción de un clásico: hola, fútbol callejero. Era cuestión de tiempo que Electronic Arts reintegrara FIFA Street, lo que no se sabía es si iba a ser con un juego exclusivo (como el visto en PS3 y Xbox 360 hace ya más de un lustro) o sería dentro de una entrega de FIFA (ahora sabemos que será esto último, salvo en el caso de Nintendo Switch, que no lo recibirá según hemos podido confirmar).

FIFA Street se transforma en Volta, un modo de juego que a su vez se convierte en un título casi exclusivo. Y lo decimos con honestidad: sus opciones son tan vastas que quizás a más de un jugador le encandile más que el juego base. Para empezar, vamos a tener un modo historia de seis horas de duración. Este es totalmente independiente a El Camino, que tan buenos resultados está dando.

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La idea del modo historia de Volta es que el jugador pueda personalizar a su futbolista con decenas de camisetas, pantalones cortos, medias, utensilios extras o las consabidas botas de fútbol (que están adaptadas al parqué, por cierto). Todo se adquiere con monedas exclusivas de Volta, por lo que desde EA quieren dejar claro que, aunque viene dentro de FIFA 20, Volta tiene vida propia.

Cómo no, el fútbol callejero cuenta también con todas las estrellas de fútbol del momento. Están licenciadas sus caras, equipaciones, etc., sólo que los veremos de otra guisa al ir con ropa callejera. Volta se adapta al entorno, hasta tal punto que las pistas donde jugaremos los partidos son “reales” (los escenarios representan a ciudades como Tokio, Londres y un largo etcétera).

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Cabe recalcar que el estudio ha introducido novedades en el gameplay de Volta, dado que se busca que sea más arcade. “Queremos volver a los orígenes, a la creatividad del jugador, a que se divierta haciendo skils y con un control adaptado”, nos puntualizaron. Por ello, el sistema de física cambia un poquito, aunque con adiciones tan maravillosas como que si el balón rebota en una pared en lugar de una malla de hierro, el efecto que devuelve será diferente (como la vida misma).

Todas estas son las novedades que trae FIFA 20, con Volta como producto estrella (y una Volta League PvP cociéndose a fuego lento). Hay ganas de verlo en movimiento largo y tendido. Que hacer caños no sea algo anecdótico, sino cotidiano. Nos gusta el fútbol. Nos gusta el de barrio, el de verdad.