Marvel's Spider-Man: Guerras de territorio, Impresiones

Siempre resulta gratificante volver a enfundarse alguno de los muchos trajes de Spidey para volver a las siempre bulliciosas calles de Manhattan, esta vez, con el segundo DLC de los tres previstos para Marvel's Spider-Man como parte de la expansión La ciudad que nunca duerme, que se completará a mediados del próximo mes de diciembre con la llegada del tercer y último capítulo, Silver Lining. Pero volviendo al presente, y tras una primera “expansión” con Black Cat como principal reclamo ‒y que nos dejó cierto sabor agridulce‒, llega al fin el segundo episodio, Guerras de territorio (Turf Wars), un nuevo paquete de misiones de historia, desafíos y desbloqueables en el que debemos poner punto y final a la guerra entre la Maggia y la banda mafiosa del villano Hammerhead, personaje que ya se anticipaba en el anterior DLC. ¿Qué ofrece este segundo capítulo? ¿Resultará del agrado de los fans de Spider-Man y de aquellos que disfrutaron con el juego principal?

Planta cara al implacable Hammerhead

A decir verdad, este nuevo episodio de Marvel's Spider-Man sigue a pies juntillas la estructura del anterior DLC, es decir, por 7,99 euros tenemos a nuestro alcance una serie de misiones tipo historia, unos cuantos delitos callejeros por resolver, un nuevo paquete de desafíos de la siempre irritable Screwball, una misión secundaria relacionada y la posibilidad de desbloquear tres nuevos atuendos para el alter ego arácnido de Peter Parker. Con todo, Guerras de territorio se muestra exageradamente continuista con el anterior DLC y mucho nos tememos que el capítulo final seguirá exactamente la misma estructura.

En esta ocasión debemos acabar con las aspiraciones delictivas de un villano clásico del universo Spider-Man, Hammerhead o Cabeza de martillo, nombre que le sienta como anillo al dedo, todo sea dicho. Él y su banda mafiosa pretende hacerse con el control de Nueva York frente a la Maggia, que ya pudimos conocer en el anterior episodio, una situación que desemboca en una trama bastante más oscura e incluso violenta de lo que nos tiene acostumbrado el juego. Y es que en esta ocasión dejamos atrás los acertijos y las jugadas de Black Cat para vernos las caras con todo un psicópata. Además, contaremos con la colaboración de la capitana Yuri Watanabe, aunque a medida que avance la historia seremos testigos de momentos verdaderamente duros, uno de los aspectos más interesantes de este segundo DLC y que nos permite profundizar en la personalidad del personaje, aunque sea de una forma un tanto efímera.

Volviendo a los contenidos de Guerras de territorio, y de una manera similar al anterior DLC, nos llevará entre 2 y 3 horas completar la aventura, mientras que si pretendemos completar todo al cien por cien, podemos duplicar dicha inversión de tiempo. Aunque de nuevo, y como sucedía con El atraco, nos sabe a poco. Y es que apenas hay novedades palpables más allá de un par de escenarios cerrados donde se desarrolla parte de la trama y un tipo de enemigo bastante duro de roer, armado con un potente escudo y un par de propulsores que dejará tras de sí un rastro de energía que nos restará bastante salud y anulará nuestros gadgets de forma momentánea. Por cierto, entre los nuevos delitos callejeros tenemos la posibilidad de escoltar patrullas de la policía ante el peligro de emboscadas.

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Por otro lado, podremos espiar a los enemigos y provocar distracciones mediante el Spider-bot en una secuencia de infiltración... y poco más, más allá de las ya típicas bases enemigas en las que superar oleadas de enemigos y los desafíos de Screwball, en esta ocasión, no tan numerosos. Dicho esto, y si pretendemos completar los desafíos y las peleas por oleadas ‒las Tapaderas de Hammerhead‒ con las máximas puntuaciones, deberemos dar lo mejor de nosotros como Spider-Man y recurrir a todos sus gadgets para tener alguna oportunidad; en este sentido, la cosa se complica bastante en los niveles de dificultad más elevados. Bien por Insomniac en este aspecto.

Como en el anterior capítulo extra, se añaden hasta tres nuevos trajes para Spider-Man; en este caso tenemos una armadura llamada Spider-Armor MK I diseñada por Insomniac Games, el curioso aspecto cartoon Spider-Clan del mangaverse de Marvel Comics y el mítico Iron Spider Armor de los cómics dedicados al evento Civil War, obra de Tony Stark, por cierto, uno de nuestros atuendos más deseados para Marvel's Spider-Man. Si bien no son los mejores trajes publicados hasta el momento, éste último resultará imprescindible para los fans del Hombre Araña, trajes que desbloquearemos cumpliendo con determinados objetivos. Con todo, podremos hacernos con los ansiados trofeos de este segundo DLC sin demasiadas complicaciones; otra cosa será obtener el rango más alto en los retos de Screwball y cumplir con los desafíos de las Tapaderas de Hammerhead, algo reservado a los jugadores más habilidosos.

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Marvel's Spider-Man nos deja de nuevo con sensaciones encontradas; y es que si bien siempre se agradece nuevo contenidos para un título tan apetecible como lo último de Insomniac Games para PS4, tanto su estructura como planteamiento no termina de llenarnos, especialmente por unas tramas de transición que no profundizan suficientemente en sus protagonistas y unos paquetes de misiones y desafíos que aportan más bien poco al juego base.

Por suerte contamos en este caso con una trama más oscura, una batalla final desafiante y unos desafíos por oleadas al más alto nivel. Por desgracia, el resto de escasos añadidos quedan en un segundo plano, con unos trajes desbloqueables que pasarán más desapercibidos de lo que nos gustaría, a excepción del icónico Iron Spider Armor. Veremos si, finalmente, Silver Lining, tercer y último DLC, nos ofrece un clímax a la altura o mantiene el mismo tono anodino de estos dos primeros capítulos extra.

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Impresiones realizadas en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por PlayStation.