Layers of Fear, Análisis

El estudio polaco Bloober Team ‒autores del decepcionante Brawl de PlayStation 4‒ y Aspyr llevan a los bazares digitales de compatibles y consolas next-gen un nuevo título perteneciente a uno de los géneros más prolíficos de los últimos tiempos: las aventuras de terror en primera persona. Muchas son las opciones a nuestro alcance aunque con resultados muy dispares: desde los notables Outlast, Amnesia o el más reciente SOMA hasta títulos que nos dejaron bastante fríos, como Hektor o The Park. Pero el título que ahora nos ocupa, Layers of Fear, parece que se acerca más al primer grupo, gracias en parte a una gran acogida por no pocos usuarios en su versión Steam Early Acces lanzada durante el pasado verano. Ahora, a inicios de 2016, podemos disfrutar de la versión final de una propuesta que convencerá a los fans del género pero que puede quedarse a medio camino a ojos del gran público. Conozcamos todos los detalles de Layers of Fear en nuestro análisis.

“Cada retrato que se pinta con sentimiento es un retrato del artista, no del modelo.”

Oscar Wilde, El Retrato de Dorian Grey.

Así da comienzo nuestro particular viaje al subconsciente de un ser humano atormentado por su pasado, una terrible historia que iremos destapando mediante retales de espantosos hechos ocurridos en el seno de una familia a finales del siglo XIX. Tomamos el rol de un pintor que trata de alcanzar la perfección con su nueva obra para así redimirse consigo mismo; el proyecto más difícil y al mismo tiempo transcendental de su vida. Y es a partir de este momento cuando empieza la peor de sus pesadillas mientras tratamos de encontrar las respuestas mediante un thriller psicodélico lleno de horrores y atroces metáforas que nos pondrán a prueba una y otra vez. Ya desde su campaña pre-lanzamiento en PC, muchos fans de los sustos lo acogieron como un digno heredero de la magnífica y ya desaparecida demo-teaser P.T.; en cierta manera guarda grandes similitudes con ella, aunque no renuncia a su propia personalidad, no sin recordarnos a otras apuestas de reconocido éxito como la saga Amnesia.

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Quizás por ello, y ya en su versión final, Layers os Fear no llega a sorprender como se esperaba, con un desarrollo demasiado supeditado a los clichés del género vistos una y otra vez en tantas otras aventuras marcadas por los sobresaltos y la angustia constante. Aunque sería un error no reconocer el enorme trabajo de sus creadores en términos de ambientación y dirección artística, puesto que desde un primer momento nos absorberá sin remedio, sumergiéndonos en su oscuro y opresivo mundo art decó. Pero volvamos a sus mecánicas, eje central sobre el que giran el resto de elementos que conforman una de las experiencias más opresivas y efímeras de los últimos tiempos. Y es que completar Layers of Fear nos llevará entre 4 y 5 horas, dependiendo de lo que queramos profundizar en su macabro argumento. Aunque precisamente ese será su principal atractivo, un guión que no nos dejará escapar hasta completar una aventura difícil de olvidar.

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Los controles son sencillos; sólo podremos desplazarnos, movernos algo más rápido ‒mínimamente debido a las maltrechas condiciones físicas de nuestro protagonista‒ e interactuar con puertas, cajones o interruptores, reduciendo el inventario a objetos puntuales que servirán para superar algunos rompecabezas de evidente solución, a excepción de unos pocos algo desconcertantes pero que no influirán en el desarrollo de la historia. Y es que Layers of Fear es un título que centra todo su potencial en su magnífica narrativa, dilapidando por completo cualquier atisbo de dificultad o desafío. Más allá de los típicos sobresaltos ‒a partir de cierto punto resultarán incluso predecibles‒, nuestro avance será bastante fluido, sin posibilidad de perecer en el intento, en una especie de pesadilla contemplativa; eso sí, muchas de las extrañas situaciones que sucederán ante nuestros ojos nos mantendrán en vilo, apostando por una puesta en escena que ya querrían para sí muchos thrillers similares.

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Basado en el polivalente motor gráfico Unity, Layers of Fear presenta un apartado gráfico notable, con estancias y entornos que resultan incluso fotorrealistas. Mucho tiene que ver el hecho de que la aventura se desarrolla únicamente en entornos cerrados, en una mansión de época perfectamente recreada y que irá transformándose a la par de una creciente locura de nuestro protagonista. Y es que dicha mansión se convertirá casi en un ser vivo, un ente orgánico que nos llevará al límite en no pocas ocasiones. El uso de trucos como habitaciones dinámicas, paredes y puertas que aparecen de la nada y otros efectos similares será recurrente ‒con un gran diseño de niveles, por cierto‒, dando como resultado una constante transformación de nuestro entorno de lo más interesante. A nivel de rendimiento el título se ha mostrado bastante sólido tanto en PC como en PlayStation 4, versiones analizadas para la ocasión, a excepción de caídas puntuales de framerate en algunas secciones, resultando menos fluido de lo deseado.

Otro de los apartados clave en todo horror game que se precie es el del sonido y en Layers of Fear no pasa desapercibido en ningún momento. Junto a los típicos gritos, golpes de efecto, ruidos, llantos, etc., se suma una serie de melodías de piano de gran calidad que casan perfectamente con la tétrica ambientación del título, dando como resultado una atmósfera muy conseguida. Eso sí, las voces llegan en perfecto inglés, con unas interpretaciones convincentes, así como los textos de los diferentes elementos mostrados en pantalla, como manuscritos o cartas; por suerte contamos con subtítulos en nuestro idioma, tanto para las voces como para los diferentes tipos de texto. Sobre su rejugabilidad, una vez terminado no tenemos ningún aliciente extra más allá de repetir niveles para hacernos con todos los coleccionables que nos hayamos dejado por el camino ‒carteles o fotografías, entre otros‒ o resolver algún puzle extra, completando así una lista de logros/trofeos bastante exigua.