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Binary Domain

Binary Domain

  • PlataformaPC7.5PS37.5360
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorSEGA
  • Lanzamiento17/02/2012
  • EditorSEGA

Dominación Robótica

SEGA ha decidido crear un juego occidental para un público oriental y nosotros, a pesar de no ser el target principal, podremos disfrutar de un juego de acción en tercera persona rápido y con un argumento crudo y realista que nos mostrará un interesantísimo conflicto entre hombres y robots.

Blade Runner, una de las obras cinematográficas de ciencia ficción más importantes de todos los tiempos, nos planteó un mundo donde humanos y robots eran imposibles de diferenciar, estas creaciones mecánicas eran conocidos como 'Replicantes', ahora Binary Domain, videojuego desarrollado por Toshihiro Nagoshi, fundador del estudio desarrollador (Yakuza Studio) y creador de la saga Yakuza, ha dado vida a los Hijos del Éter. Estos increíbles robots diseñados en Japón han surgido en el año 2.080 y su perfecta apariencia humana les hace infringir leyes internacionales, además, tal y como sucedía en la película de Ridley Scott, los robots desconocen que no son humanos.

Cuerpo de élite

Para luchar contra este terrible problema, debido a la vulneración del nuevo tratado de Ginebra por parte de Japón, la Asociación Internacional de Tecnología y Robótica (IRTA) ha decidido enviar a un grupo de soldados de élite, procedentes de países como Francia, China, Inglaterra o Estados Unidos, conocidos como Unidad Óxido, para encontrar a los responsables de estas terribles creaciones. Todo parece indicar que la Corporación Amada, industria puntera en el sector de la robótica que quedó aislada en Japón por problemas legales de su fundador Yoji Amada con la competencia, está detrás de todas estas creaciones y, además, puede llevar más de tres décadas desarrollando estos robots con forma humana. Así comienza una historia llena de acción, muertes, amor, venganza y descubrimientos políticos que muestran la realidad de forma cruda y directa, por algo es un PEGI 18, lo que hace que podamos disfrutar con una historia cruel en la que el jugador se planteará los límites de la ética humana.

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Desde el primer momento encarnamos el papel de Dan Marshall, sargento norteamericano conocido como 'El superviviente', que se infiltrará en los guetos de la futurista Japón junto a su compañero Big Bo. Hay que indicar que aunque el concepto infiltración aparezca durante el juego, normalmente por las indicaciones desde el cuartel de operaciones, la jugabilidad no se cimienta en ningún momento en ser silenciosos sino en todo lo contrario, el juego nos lleva constantemente a irrumpir de manera frontal estancia tras estancia con todo nuestro arsenal preparado para destrozar a todos los 'cabezalatas' que aparezcan. En este sentido nos encontramos un sistema jugable muy parecido al que pudimos disfrutar en Gears of War, con escenarios repletos de coberturas, sin abusar excesivamente de las cajas, que nos protegen de las hordas enemigas. Este sistema de coberturas se muestra muy bien implementado y las transiciones, así como el sistema de apuntado a través de ellas, es muy bueno, creándose una jugabilidad rápida y precisa que en ningún momento nos dejará desprotegidos por movimientos imprecisos.

Sistema jugable

Siguiendo con las referencias a la obra de Epic Games, disponemos también de un sistema de selección de armas idéntico al de este título, pudiendo escoger entre 4 armas diferentes con los botones de dirección, un sistema que se mostró ágil y dinámico en su momento y que nuevamente nos permite cambiar de armas sin dificultad. Para finalizar con los parecidos, los sistemas de apuntado y lanzamiento de objetos son también semejante, permitiéndonos destruir a todo tipo de robots gracias a un control sencillo. Este sistema jugable, que se pone a prueba una y otra vez por los numerosos enemigos con los que nos vamos encontrando en nuestra misión, se muestra fluido y sin fisuras.

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Binary Domain basa su experiencia en ir superando diferentes estancias, ya sean suburbios, plantas agrícolas o instalaciones de transporte, a base de apretar el gatillo sin miramientos, para ello nos encontraremos habitualmente con una cantidad ingente de enemigos que irán aumentando en número y dureza a medida que vayamos avanzando en la trama, y que, además, serán rivales realmente difíciles de matar. Su dificultad no reside en su resistencia, pues normalmente los robots sucumbirán a nuestro armamento con rapidez, sino en su capacidad para no sentir dolor y luchar siempre hasta el último aliento de vida; Los robots se cambiarán el arma de brazo si lo pierden, se arrastrarán por los suelos si no disponen de piernas, al más puro estilo Terminator, o nos golpearán con sus extremidades si se sienten acorralados, en una muestra de una IA bien desarrollada y con personalidad que no tiene nada más que un objetivo, matar a los soldados invasores. Normalmente los enemigos estarán ubicados en localizaciones muy estrechas, salvo los grandes robots, lo que nos obligará a disputar combates muy numerosos y normalmente en pasillos.

El resto del apartado se muestra muy funcional, disponemos de un indicador en la pantalla que nos dice en todo momento dónde se encuentran nuestros compañeros y su nivel de vida, también tenemos un indicador de munición y cargas electrónicas en la parte superior derecha y nuestro personaje contará con regeneración automática de daños, así como la posibilidad de que en caso de estar gravemente herido pueda, o pedir ayuda a los aliados para que nos inyecten un botiquín o directamente desde el suelo inyectárnoslo nosotros mismos, pudiendo durante el tiempo que estemos caídos disparar a los enemigos con una pistola, lo que ayuda a despejar un poco el camino a la hora de revivir.

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Enemigos incansables

Vamos a encontrarnos un completo catálogo de enemigos que irán desde el clásico Robot de asalto, muy numeroso pero también débil y poco armado, hasta otros más desarrollados y exigentes como el Pistolero veloz, muy resistente y agresivo, el Hércules, un enorme robot que porta entre sus mecánicos brazos un novedoso modelo Gatling, o los vehículos voladores, que hacen que cualquier enemigo pueda atacarnos desde el aire mientras permanecen enganchados a estas potentes máquinas aéreas. A pesar de todo este arsenal lo que realmente nos obligará a descargar todo nuestra munición sin miramientos son los terribles y enormes robots especiales que aparecerán normalmente al finalizar cada nivel. Estos robots, a modo de jefes finales, podrán ser desde arañas robóticas gigantes pertrechadas con lanzamisiles, hasta un enorme robot gorila increíblemente resistente que necesitará de munición antiaérea y explosivos para caer derrotado, sin duda, un incentivo puntual que ayuda a dar variedad a la trama.

En este intento por crear variedad, orientado a no hacer repetitiva la mecánica de limpiar zonas y avanzar, el videojuego nos lleva a cumplir misiones de lo más variadas. Podremos conducir motos de agua mientras remontamos un cauce subterráneo, disparar montados en un coche mientras vamos por unas modernísimas autopistas japonesas, huir a nado de robots de vigilancia o, entre otras, escapar dentro de vagones en una moderna industria, una variedad que intenta ofrecer al jugador una experiencia diferente. Otra posibilidad jugable interesante es la inclusión de los Quick Time Event que, como siempre, son un punto diferenciador y añaden tensión a las escenas más épicas del juego. Toda esta variedad de opciones, aunque muy interesantes, se muestran demasiado escasas para el cómputo total, consiguiendo que el juego acabe siendo repetitivo y echemos de menos otras variantes más profundas que se intercalen con la acción pura.

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Cuestión de confianza

El sistema jugable que ha creado Binary Domain se basa en ir acompañados de otros dos compañeros, que podremos seleccionar habitualmente a nuestro gusto. Estos aliados, procedentes de diferentes países y con características propias, deberán tener nuestra confianza para acatar las órdenes. Esta confianza se cimentará en nuestra capacidad de comunicación y actuación en el campo de batalla, para ello dispondremos de un sistema de  diálogo constante que nos permitirá dirigirnos al grupo e indicarles órdenes de combate tales como 'Atacar', 'Cubrirse' o 'Reagruparse' pero, además, también podremos hablar para insultarles, alabarles o simplemente contestar o no a preguntas personales, siendo todo ello pequeños granitos de arena que irán creando una vinculación entre tu personaje y el resto del equipo. Este sistema de comunicación, que en principio puede parecer irrelevante si nos creemos Rambo, es importante a medida que avanzamos en la trama y debemos organizar a nuestro grupo para luchar contra un enemigo cada vez más potente, además, hay que señalar que si uno de tus amigos muere la misión habrá fracasado, en un claro ejemplo de la importancia organizativa de tu unidad.

Cuando adquiramos esta confianza podremos ordenarles atacar al enemigo estando acorralados, que vengan a curarte con sus botiquines cuando te hayan herido o simplemente que te cubran mientras vas a por munición, acciones muy importantes cuando los enemigos no paran de dispararte, sin embargo, esta situación se puede volver en tu contra si a lo largo de la trama has ido disparando a tus aliados, contestándoles de forma inadecuada u ordenándoles acciones que han puesto en peligro sus vidas, lo que ocasionará que los miembros de la unidad Óxido no quieran saber de ti en ningún momento y no te ayuden nunca, lo que dificulta enormemente la misión.

Utiliza tu voz 

Aunque el sistema de comunicación manual se muestra muy amplio y lleno de variantes, cuando realmente adquiere sentido completo es al utilizar el micrófono. Binary Domain nos permite utilizar cualquier micro compatible con PlayStation 3 y Xbox 360 para hablar con nuestros compañeros. Para hacer más fluida la comunicación dispondremos de casi un centenar de comandos de voz muy sencillos y efectivos. Estas pequeñas frases podrán ser calibradas a nuestro gusto en el menú de opciones, gracias a que podremos ir grabando una a una las indicaciones existentes y a su vez configurar el nivel de ruido aceptable, lo que nos permitirá un reconocimiento más preciso. Si por el contrario preferimos ir directamente a la acción y evitar este laborioso proceso de adaptación, podemos ponernos el micrófono y pronunciar los diferentes comandos que tenemos a nuestra disposición cuando queramos. 

El silencio será fundamental mientras jugamos para que todo vaya de manera fluida y sin interrupciones, sin embargo, teniendo en cuenta que hasta el propio ruido del juego nos repercute, nos encontramos con una serie de problemas. El más habitual cuando jugamos tanto en solitario como en compañía es que el videojuego no reconozca lo que decimos, creando algo de desconcierto pero pudiéndolo enmendar rápidamente repitiendo la orden exacta que queremos dar. El otro gran problema es que cualquier frase, independientemente de las órdenes establecidas, sea reconocida como un comando de acción concreto e indique cosas erróneas a tus compañeros, llegando a insultarles o a ordenarles que dejen de disparar o que retrocedan. Esta funcionalidad, aunque le da un toque realista a los combates, tiene grandes limitaciones técnicas y su imprecisión nos harán dejar finalmente el micrófono desconectado para evitar problemas, una opción que podría haber sido mucho más util de haberse desarrollado con solvencia.

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Sistema de mejoras

Tras hablar de su jugabilidad, de los enemigos y de su sistema de comunicación es hora de comentar el sistema de evolución de personajes y armamento que tendremos a nuestra disposición. Durante todo el videojuego iremos ganando créditos a medida que superamos misiones y vamos acabando con los enemigos, dichos créditos podrán ser utilizados en diferentes elementos que harán a nuestro personaje un arma de combate cada vez más letal. Para poder adquirir estas mejoras tendremos a lo largo de todo el mapeado unos terminales de compra, al más puro estilo Dead Space 2, que nos permitirán comprar todo tipo de objetos como botiquines, armas, munición y, lo más interesante, mejoras en forma de Nanodispositivos. Estos implantes nos permitirán, entre otras muchas opciones, mejorar nuestra salud o nuestra capacidad de aguante. Dichas mejoras estarán vinculadas una serie de puntos, que podrán ir desde 1 a 3, y que deberán ser colocados, al estilo Tetris, en paneles con unas dimisiones de 2 por 3 puntos. Un sistema sencillo y eficaz que no nos quitará mucho tiempo. Además, por si vamos muy justos de dinero, a lo largo del juego iremos encontrando cajas que esconderán Nanodispositivos, lo que se agradecerá.

Dentro de esta tienda también podemos optar por mejorar nuestra arma principal, para ello disponemos de una serie de parámetros que, a base de créditos, podremos ir subiendo de nivel. Cada mejora nos indica el coste y los beneficios de su adquisición, pudiendo evolucionar, entre otras muchas posibilidades, la precisión, la potencia, el alcance o el cargador, creando así un arma cada vez más potente. El sistema de mejoras adquiere una importancia vital gracias a que nosotros tenemos la posibilidad de evolucionar al resto de la unidad Óxido, tanto armamentística como personalmente, para crear así no solamente un super soldado sino una super unidad, lo que a la larga repercutirá en una jugabilidad más efectiva de todo el equipo.

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Pero como está evolución requerirá de tiempo la unidad Óxido irá disponiendo de un variado y contundente elenco de armas entre las que se incluyen rifles de francotirador, escopetas, rifles de asalto, pistolas, subfusiles, lanzamisiles, granadas explosivas, granadas electrónicas o bombas de detonación remota, sin duda, un completo catálogo que, además, tienen un acabado visual muy contundente y un sonido muy efectivo y realista, lo que ayuda a comprender mejor la potencia de fuego de nuestras armas.

Sonido y gráficos

Binary Domain ofrece un motor gráfico muy contundente y fluido que presenta muy pocas carencias visuales, ofreciendo en todo momento un sistema de luces dinámicas interesante, unas texturas en alta definición y un modelado de los personajes perfecto, con mención especial a la recreación facial. Además, nos encontramos con una destrucción de los robots muy precisa y que, sin duda, nos hace valedores de nuestra puntería. A pesar de ello, y aunque encontraremos muchas escenas de destrucción durante la trama, el motor no ofrece un gran número de objetos con rotura en tiempo real, salvo algunas cajas o cristales, y algunas recreaciones físicas como el agua no presentan un nivel de realismo semejante al del resto del título. Por último, existen situaciones puntuales, normalmente cuando hay un gran número de enemigos en pantalla, explosiones y movimiento, en el que el Frame Rate del título baja y encontramos un poco de ralentización, eso sí muy escasa, que nos indica que el motor está sufriendo para moverse con soltura. Con todo ello Binary Domain dispone de un acabado muy bueno, con especial dedicación a una recreación muy trabajada de la sociedad japonesa del año 2.080, tanto de los suburbios como de la gran urbe, mostrando diseños futuristas muy reales que nos consiguen trasladar con gran precisión a una sociedad que aún nos queda muy lejos.

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A nivel sonoro nos encontramos con el juego totalmente traducido y doblado al castellano. En el primer caso se ha hecho un trabajo muy bueno y todos los textos vienen perfectamente adaptados a nuestro idioma, en el segundo apartado, aunque siempre se agradece el detalle del doblaje al castellano, el título presenta un nivel simplemente decente y nos puede sacar un poco de la historia por algunas frases poco acertadas, aún así, el doblaje consigue transmitirnos perfectamente ese tono macarra que tiene nuestro protagonista y también expresar perfectamente las diferentes reacciones de nuestros compañeros a nuestros comandos de voz. Un doblaje que podría haber sido mejor pero que sigue estando a un nivel aceptable.

Multijugador

Como es habitual en todo juego que se presente actualmente, Binary Domain contará con un interesante modo multijugador online. El juego nos plantea dos posibilidades, la primera de ellas es optar por los clásicos modos competitivos donde podemos enfrentarnos contra jugadores de todo el mundo en modos tan conocidos como Todos contra todos, Partida a muerte por equipos, Dominio territorial, Supervivencia, y otros algo diferentes como Misión especial u Obtención de datos, pudiendo así dar rienda suelta a nuestra pasión por el juego. Por otro lado, tenemos la capacidad de seleccionar un modo multijugador cooperativo llamado Invasión, en el cual cuatro jugadores deberán resistir a hordas de robots durante todo el tiempo que puedan, un modo ya muy conocido pero siempre interesante. Durante todas estas partidas tendremos acceso a diferentes clases de soldado como Armamento pesado, Reconocimiento, Operaciones especiales, Demolición o Asalto, todas ellas muy diferentes entre sí y que se adaptarán perfectamente a todo tipo de jugadores.

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La inclusión de este tipo de modos multijugador, unida a la propia lógica jugable de la campaña, en la que siempre vamos acompañados de, cómo mínimo dos soldados más, nos hacen echar en falta un modo cooperativo para el modo campaña, ya sea en LAN u Online. Esta ausencia realmente no es significativa pues el título ofrece una jugabilidad perfecta y una IA aliada sin fisuras, sin embargo, podríamos haber obtenido un añadido muy interesante que se adaptara perfectamente al planteamiento jugable que pretende Binary Domain, ya que siempre estamos en comunicación y compañía de otros soldados.

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.